La covid-19 empeora la salud ocular de los españoles

El miedo a contagiarse ha reducido las visitas a las consultas de oftalmología durante el último año, según el informe #VisióndeFuturo

El teletrabajo contribuye a aumentar el tiempo diario frente a las pantallaS.

El teletrabajo contribuye a aumentar el tiempo diario frente a las pantallaS. / Levante-EMV

I. D. N.

València

Durante los últimos meses, el mundo se ha visto inmerso en una situación excepcional como consecuencia de la gravísima crisis social provocada por la covid-19. Desde entonces, la sociedad ha tenido que cambiar drásticamente todos sus hábitos y rutinas para adaptarse a la nueva tesitura, marcada por la pandemia a nivel mundial.

Sin embargo, los nuevos hábitos vinculados a la pandemia empiezan a tener sus efectos negativos sobre la salud de las personas. De este modo, las medidas de seguridad implantadas por el Gobierno durante el último año han contribuido a aumentar el tiempo que pasamos frente a las pantallas y en espacios interiores.

Todo ello ha llevado a un empeoramiento de la salud ocular de los españoles, hasta el punto de poder haber llegado a producir pérdidas de visión irreparables en el caso de los pacientes con patologías previas o no detectadas que no han podido visitar a los especialistas.

Esta es la principal conclusión que sustrae el informe “#VisióndeFuturo: la salud ocular en tiempos de coronavirus”, elaborado por un grupo de trabajo de cinco clínicas de referencia españolas y portuguesas -entre ellas la valenciana Rahhal, pionera en cirugía refractiva con láser y presbicia-, a partir de una encuesta a más de medio centenar de médicos especialistas en oftalmología.

El aumento del uso de pantallas, factor determinante

De acuerdo con este grupo de expertos, el aumento del tiempo que pasamos delante de las pantallas ha sido el principal factor del empeoramiento de la salud ocular durante el último año, agravado por la reducción de las visitas a las consultas de oftalmología para revisiones rutinarias de la vista, según el 78 % de los especialistas consultados.

Durante la pandemia de coronavirus “se ha intensificado el uso de la visión cercana e intermedia”, afirma el doctor Rahhal, uno de los integrantes del grupo de trabajo responsable del informe. Rahhal explica que las personas recurrimos a este tipo de visión cuando miramos a unos 60 u 80 centímetros de distancia, como sucede al trabajar con un ordenador: “Esto ha contribuido a un aumento del disconfort visual, aunque lo más preocupante de todo es que, durante la pandemia, muchas personas que necesitaban tratamiento no lo han estado recibiendo, habiéndose causado pérdidas visuales irreversibles”, añade. 

Por otro lado, la mayoría (60 %) de los expertos han detectado que la miopía es el trastorno más afectado por la pandemia en los menores de edad. Esta ya estaba considerada una epidemia infantil antes de la covid-19 pero, ahora, la tendencia a un mayor uso de pantallas y a permanecer más tiempo en casa puede provocar que su frecuencia sufra un aumento todavía mayor en los próximos años

La pandemia ha reducido el número de visitas a las consultas de oftalmología. Interior Clínica Rahhal

La pandemia ha reducido el número de visitas a las consultas de oftalmología. Interior Clínica Rahhal / Levante-EMV

“Desde luego, el hecho de haber sustituido la pizarra por las clases online y haber pasado menos tiempo al aire libre ha favorecido el desarrollo de este trastorno en los niños, que está considerado una de las causas más frecuentes de pérdida visual de los pacientes en edad laboral, junto con la retinopatía diabética”, explica el Dr. Rahhal. “Por eso, es fundamental que los menores acudan al oftalmólogo anualmente, para llegar a tiempo al tratamiento”, añade. 

En el caso de los adultos, el 60 % de los expertos considera que el ojo seco es el trastorno identificado como más prevalente a causa de los hábitos vinculados a la pandemia. En este sentido, el uso frecuente de las mascarillas incrementa la sequedad ocular, del mismo modo que dedicar mucho tiempo frente a pantallas o trabajar muy intensivamente con el ordenador, pues disminuye la frecuencia de parpadeo. “Para descansar la vista y ayudar a una correcta hidratación del ojo, recomendamos no usar durante más de 2 horas dispositivos de cerca e intentar alejarse un poco las cosas, para que el ojo no esté continuamente enfocando de cerca, sino a media y larga distancia. Es importante marcarse unos hábitos de descanso visual y parpadear un poco”, resume el Dr. Rahhal. 

Para mejorarlo, los expertos recomiendan trabajar en un ambiente iluminado y humidificado correctamente, dado que la sequedad ambiental causada por la calefacción o por el aire acondicionado puede empeorar el trastorno.  

¿Por qué es importante visitar al oftalmólogo?

Según el 61 % de los expertos encuestados en #VisióndeFuturo, el temor a contagiarse del coronavirus ha contribuido a disminuir las visitas rutinarias a la clínica oftalmológica, con el consiguiente riesgo de pérdidas de visión irreparables. Acudir de forma rutinaria a las consultas oculares puede permitir que se detecten de manera temprana patologías tan importantes como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), la retinopatía diabética o el glaucoma.

Los expertos recomiendan que los menores revisen su vista, al menos, una vez al año.

Los expertos recomiendan que los menores revisen su vista, al menos, una vez al año. / Levante-EMV

De hecho, el 48 % de los expertos considera que los pacientes con DMAE son a los que más han empeorado su pronóstico durante la pandemia, seguidos de los que padecen retinopatía diabética (20 %) y glaucoma (12 %).  La DMAE “es una enfermedad degenerativa en la que la mácula se ve afectada. Su tratamiento suele ser mensual o bimensual y, al no haberlo recibido a tiempo, se han destruido células y capas de la retina, causando pérdidas de visión irreparables”, explica el doctor de la clínica Rahhal.

La DMAE, la retinopatía diabética y el glaucoma son enfermedades que, en general, no producen dolor o síntomas agudos, sino una pérdida de visión muy progresiva. Por eso, muchos pacientes no han considerado prioritario acudir a revisión durante la pandemia: “Muchos pacientes con estas patologías han dejado de acudir a consulta y luego nos ha sido imposible arreglar las pérdidas de visión producidas durante estos meses. En el caso del glaucoma, en este tiempo muchos pacientes han tenido una tensión muy disparada que ha estado dañando el nervio óptico y las fibras de la retina. Esto les ha ocasionado pérdidas irreversibles”, afirma el doctor Rahhal.

Retraso en las intervenciones de cataratas

Por otro lado, las consecuencias derivadas de la pandemia también han obligado a retrasar las intervenciones de cataratas previstas, según el 84 % de los oftalmólogos. Esto perjudica gravemente la calidad de vida de los pacientes que, por su mala calidad visual, tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes de tráfico, caídas, fracturas e, incluso, un empeoramiento de sus problemas neuronales o psicológicos. 

Además, retrasar mucho la operación, puede dificultar la intervención quirúrgica propiamente dicha. “Es cierto que la mayoría de las intervenciones de cataratas no se pueden considerar urgentes, pero hay un momento idóneo para operarlas. Si las dejamos formarse mucho, se hacen más duras y las cirugías son más complejas: tienes que utilizar más energía ultrasónica para extraerlas, lo que puede producir más complicaciones a nivel de la córnea”, explica el Dr. Rahhal.

Paciente siendo intervenido en uno de los quirófanos de la Clínica Rahhal.

Paciente siendo intervenido en uno de los quirófanos de la Clínica Rahhal. / Levante-EMV

Las cataratas aparecen por una opacificación del cristalino, la lente que hay en el interior del ojo, con la consecuente pérdida de su transparencia. Esto hace que nuestra agudeza visual disminuya poco a poco así como la calidad con la que vemos las cosas (por ejemplo, colores más apagados)”, asegura el doctor. De este modo, a la hora de operarse “conviene no dejarlas evolucionar demasiado, ya que, además de perder años de calidad visual, si las cataratas son muy avanzadas a la hora de intervenirse, pueden llevar mayores complicaciones por la mayor energía necesaria para fragmentarlas durante la cirugía”. 

En cuanto a las lentes intraoculares, podemos optar por diferentes tipos atendiendo a los requerimientos del paciente y las características de cada ojo, ya que no todo el mundo es apto para el mismo tipo de lente. En este sentido, destacan: las lentes monofocales, que obligan a usar gafas para ver de cerca tras la intervención; de rango extendido; o trifocales, con las que podremos ver a todas las distancias. 

Medidas higiénico-sanitarias

Según el informe #VisióndeFuturo, el miedo a contagiarse de covid-19 es la principal causa por la que las personas han dejado de acudir a revisarse la salud ocular, según los especialistas consultados. Además, el 70 % de ellos considera que quienes más han dejado de acudir son los mayores de 65 años

No obstante, al ser preguntados por las medidas higiénico-sanitarias que cumplen las clínicas oftalmológicas, todos ellos subrayan que evitar contagios ha sido y es una prioridad que se cumple con estrictos estándares de seguridad. “Especialmente en la oftalmología, las medidas son exhaustivas frente al covid-19”, señala el doctor. Entre las principales medidas de seguridad destacan el uso continuo de la mascarilla, una higienización constante, un control del número de pacientes espaciando las visitas, la separación entre pacientes y médicos, la ventilación recurrente, la reconfirmación con pacientes el día de antes de que no presentan síntomas y la realización de test PCR habituales a los trabajadores y a los pacientes, antes de entrar a quirófano”.

El Dr. Rahhal ha participado en el informe “#VisióndeFuturo: la salud ocular en tiempos de coronavirus”.

El doctor Luis Alonso ha participado en el informe “#VisióndeFuturo: la salud ocular en tiempos de coronavirus”. / Levante-EMV

La pandemia obliga a crear nuevos hábitos para cuidar nuestra salud ocular.

Mediante el lanzamiento del informe #VisióndeFuturo, el grupo de trabajo responsable de su elaboración quiere concienciar a la población de que dejar de acudir a revisiones por miedo a contagiarse puede tener un efecto rebote sobre su salud, perjudicando su visión, al tiempo que ofrecen una serie de recomendaciones para tratar de revertir la situación: 

- Permanecer en espacios abiertos y correctamente iluminados. La luz natural, en este caso, es mucho mejor para la salud ocular que la artificial.

- Trabajar en ambientes correctamente humidificados. La calefacción o el aire acondicionado resecan el ambiente y los ojos. Usar humidificadores puede ser una buena alternativa para prevenir el ojo seco.

- Realizar descansos visuales. Programar una rutina de trabajo en la que descansemos un tiempo determinado la vista, separándola de la pantalla y mirando a lo lejos. 

- Tratar de utilizar menos la visión cercana o intermedia. Si vamos a usar una pantalla, mejor ver la televisión (a una mayor distancia) que usar el móvil con el mismo fin. 

- Para los momentos de ocio, pasar más tiempo al aire libre y evitar los reflejos en las pantallas. Estos pueden obligar a realizar un mayor esfuerzo visual.

- Parpadear más y mejor. Esta acción ayuda a extender la lágrima, repleta de nutrientes esenciales, sobre toda la superficie ocular.

- Acudir a revisiones periódicas de la vista, anualmente en edades críticas (en edades tempranas, durante el embarazo, o por encima de los 40 años). 

- De padecer una patología ya detectada, no descuidar sus tratamientos o intervenciones. A pesar de no acusar una fuerte sintomatología, muchas veces se producen pérdidas de visión irreparables. 

- Ante cualquier síntoma, acudir a un médico especialista en Oftalmología. 

Clínica Rahhal, pionera clínica oftalmológica en Valencia

La Clínica Rahhal se ha caracterizado por ser pionera dentro del mundo de la cirugía ocular, sobre todo en aspectos como la cirugía refractiva con láser y el tratamiento de la presbicia.

La cirugía refractiva está encaminada a corregir defectos refractivos, es decir, miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, para poder dejar de depender de las gafas y lentillas. “En el caso de la cirugía láser, está especialmente encaminada a tratar miopía, hipermetropía y astigmatismo con el fin de aumentar la calidad de vida de nuestros pacientes. Tal y como nos comentan, levantarse y ver sin requerir de un elemento externo, o poder practicar ciertas actividades deportivas o ir a la playa o a la piscina sin gafas son unas de las mayores ventajas que comentan nuestros pacientes. Además de evitar la compra continuada de gafas y lentillas”, tal y como nos explica el Dr. Alonso.

Nos explica además que, “la cirugía está indicada en todos aquellos que cumplan una serie de criterios oftalmológicos como son un correcto espesor corneal, ausencia de ciertas patologías corneales que alteran su estructura, una buena superficie ocular... Resulta fundamental ante todo garantizar la salud ocular del paciente y para ello, previa a cualquier indicación quirúrgica es necesario un estudio oftalmológico exhaustivo que incluya exploración del fondo de ojo, de la tensión ocular, etc. Una vez determinado que se trata de un "ojo sano", podemos plantear la cirugía y elegir la técnica más adecuada para ello”. De hecho, el doctor indica que “cabe destacar que, en algunos casos los pacientes no son candidatos a cirugía láser debido a su alta graduación y es posible en estas circunstancias recurrir al uso de lentes intraoculares”. 

En cuanto al tratamiento de la presbicia, más comúnmente conocida como vista cansada, el Dr. Alonso nos explica que “es una condición que aparece alrededor de los 45-50 años relacionada con el envejecimiento natural de las fibras que se encargan del movimiento del cristalino, alterando así nuestra capacidad para enfocar a diferentes distancias. Es por ello que los pacientes con presbicia requieren de gafas para poder ver de cerca. En la mayoría de los pacientes, la solución para dejar de depender de dichas gafas es la cirugía intraocular en la que se sustituye el cristalino por una lente trifocal”. “Además, al sustituir el cristalino envejecido por una lente, detenemos dicho proceso de envejecimiento y el paciente no desarrollará cataratas, evitando por tanto la cirugía de dicha patología en edades posteriores de la vida y ganando años de calidad visual”, continúa.

La Clínica Rahhal se encuentra ubicada en el número 52 de la calle Cirilo Amorós de Valencia.

La Clínica Rahhal se encuentra ubicada en el número 52 de la calle Cirilo Amorós de Valencia. / Levante-EMV

La clínica Rahhal abrió sus puertas en Valencia en el año 1977, convirtiéndose en un centro de referencia y pionero en la introducción de procedimientos innovadores en el tratamiento de patologías oculares. Un afán por ser punteros en el ámbito de la medicina oftalmológica que mantienen en la actualidad, ya que tal y como indica el Dr. Alonso la próxima ampliación de la clínica es “para poder ofrecer el mejor servicio a nuestros pacientes, hemos decidido ampliar nuestra área quirúrgica de alta tecnología a escasos metros de la clínica actual. Así podremos seguir ofreciendo a nuestros pacientes los tratamientos más punteros”. 

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