Hablamos con Rosario Velarde Saiz, higienista dental y presidenta del Colegio Oficial de Higienistas Dentales de la Comunitat Valenciana, cargo que ostenta desde 2005. Más de una década al frente de la entidad, sin contar los más de 32 años al frente del colectivo de higienistas dentales nacional y autonómico. 

Además, ha representado al colectivo español durante años en la Federación Europea de Higienistas Dentales (EDHF), entidad de la que fue una de las fundadoras, y en la Federación Internacional de Higienistas Dentales (IFDH).

¿Quién es el higienista dental y qué titulación debe tener?

Es el único profesional que, junto al odontoestomatólogo, puede trabajar en boca del paciente. Su titulación es de Técnico Superior en Higiene Dental, dentro del grupo de las Formaciones Profesionales de Grado Superior de la rama sanitaria. 

El Colegio, como máximo representante de los higienistas dentales de la Comunitat Valenciana, ¿qué función desempeña?

El colegio tiene una vida muy dinámica y sin descanso, dadas las múltiples funciones que desempeña. Pero si debo sintetizar, me quedo con dos deberes esenciales: regularizar la profesión y luchar contra el intrusismo profesional

Respecto al primer aspecto, debemos asegurarnos de que toda persona que haga las veces de higienista dental y trabaje en boca del paciente esté ejerciendo correctamente, con arreglo a ley. Que posea la formación reglada que le habilita para ejercer la profesión, que ostente una póliza de responsabilidad civil y, cómo no, un número de colegiado que le acredita como un óptimo profesional, avalado y acreditado por esta institución a la que represento.

Sobre la segunda, esta lacra existe en todos los sectores profesionales y se ha de perseguir con mucho más ahínco cuando se trata de una profesión que trabaja con la salud del ciudadano. Nuestra labor es evitar que personas no preparadas, no formadas y no tituladas trabajen en boca del paciente. Proteger al paciente de una posible mala praxis que puede conllevar consecuencias fatales para su salud.

Los higienistas dentales deben estar colegiados para poder ejercer su profesión. ED

¿En qué beneficia al paciente el que sea una profesión de obligada colegiación? 

Como he dicho antes, el Colegio regulariza la profesión. Todo aquel higienista dental que ejerza y esté colegiado atribuye a su perfil profesional unos estándares de calidad que se traducen en garantía para el paciente. El ciudadano, gracias a este censo colegial, sabe quién le está tratando su boca: un profesional con la formación reglada y capacitado para ello.

¿En el sector de la higiene bucodental hay intrusismo profesional?

Si, lamentablemente mucho y es muy preocupante porque deja un pilar de la salud oral abierto a sufrir cualquier incidencia en la que el riesgo lo asume el paciente. 

¿Qué acciones ejecuta el Colegio para combatirlo?

El Colegio, desde 1995, lleva lanzando diferentes campañas de concienciación social dirigidas al ciudadano en las que se les presenta la figura del higienista dental, qué funciones desempeña y quiénes son el resto de componentes del equipo odontológico. También se aprovecha para dar unas nociones básicas de buenos hábitos de higiene bucal.

Otro target importante para el Colegio es el alumnado de higiene dental. Son el futuro de la profesión y debemos de invertir todos nuestros esfuerzos en concienciarles acerca de quiénes son y cómo deben de afrontar la profesión para convertirse en profesionales respetados y valorados.

Aun así, y viendo que no se logran todas las expectativas respecto a este tema al ritmo que deseamos, desde hace varios años se están tramitando demandas contra presuntas acciones de intrusismo profesional. Esperemos que no haga falta llegar tan lejos muchas más veces, eso supondría todo un triunfo por haber podido inyectar la dosis de concienciación necesaria al propio profesional, empresario y paciente sobre quién es quién y qué puede y no puede hacer cada uno en la clínica dental.

“Todo aquel higienista dental que ejerza y esté colegiado atribuye a su perfil profesional unos estándares de calidad que se traducen en garantía para el paciente. El ciudadano, gracias a este censo colegial, sabe quién le está tratando su boca”

¿Cuáles son los principales problemas de la profesión?

Un mayor reconocimiento como profesión, el intrusismo laboral y la equiparación de nuestra formación reglada al resto de los países europeos. En casi todos los países europeos nuestra formación es un grado universitario, con 180 créditos. Mientras que, en España, somos una formación profesional de 120 créditos. Lo que es un gran hándicap y barrera de entrada para los higienistas dentales de España que pretenden trasladarse a un país vecino a ejercer.

Nos encontramos en un país donde ha habido muchas mejoras y avances en el sector educativo, al mismo tiempo que se han sufrido estancamientos, como es el caso del currículum formativo de higiene, y en consecuencia, las competencias del higienista dental. Y es que, un higienista dental en la mayoría de países europeos desempeña muchas más funciones que los higienistas dentales en España. Esto es consecuencia directa de la formación. 

”Casi toda la patología oral es prevenible”, admite la presidenta del Colegio. ED

¿El Colegio tiene alguna reivindicación? 

Conseguir llegar a ser grado universitario, vencer al intrusismo laboral, defender nuestras competencias, crecer como profesión y advertir al paciente de una mala praxis. 

¿El Colegio percibe el apoyo por parte de la administración pública?

Hasta hace poco, no demasiado. Una de nuestras reivindicaciones siempre ha sido un mayor número de profesionales higienistas dentales en los equipos odontológicos de Salud pública y en todos aquellos emplazamientos donde haya segmentos de la población vulnerables por su condición social, económica, demográfica, por edad o dolencias de salud, como geriátricos, hospitales con pacientes de larga duración o incapacidad, centros penitenciarios, etc. 

Nuestra función básica, junto al odontólogo, es la prevención. Casi toda la patología oral es prevenible, pues se sabe que la prevención implica un mínimo coste económico a los estamentos oficiales y al bolsillo del ciudadano y que tiene una ganancia certera en la salud de la persona, como demuestran los últimos estudios de la OMS, EFP y otros tantos organismos mundialmente reconocidos por sus investigaciones. Unas en las se observa que una patología oral puede tener consecuencias nefastas en la salud general del individuo, como pueden ser partos prematuros, diabetes, infartos, etc. 

¿Qué retos se le presentan al Colegio?

Los retos de una institución, como el Colegio Oficial de Higienistas Dentales de la Comunitat Valenciana, son difíciles de modificar en el tiempo. Son luchas de largo camino. La enunciación de cada uno de los retos puede variar, abreviarse o manifestarse desde otro punto de vista, pero la meta sigue siendo la misma: conseguir convertir la titulación en grado, trabajar para conseguir un certero censo de higienistas dentales que estén ejerciendo y reducir a la mínima expresión el intrusismo profesional.