Las varices son una afección de las venas bastante frecuente en nuestra sociedad. De hecho, una de cada tres personas las sufre, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (Seacv).

Pese a que muchas personas entienden que las varices son simplemente un problema estético, lo cierto es que pueden llegar a ser muy molestas e, incluso, dolorosas.

A pesar de que no se conocen las causas concretas que las provocan, sí que conocemos cuales son los factores que favorecen su aparición, como la edad, el sedentarismo, la obesidad o factores hereditarios. Además, las mujeres son más propensas a padecer este problema, con una incidencia  superior al 70 % en las mujeres de más de 60 años.

Entrevistamos a la doctora Paula Blanes, coordinadora de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital IMED Valencia que nos aporta luz sobre la prevención y el tratamiento de las varices.

¿Qué son exactamente las varices y cómo se forman?

Las varices, también llamadas venas varicosas son venas superficiales que funcionan de manera anormal, se han expandido y dilatado en respuesta a la hipertensión y a la turbulencia aumentada por el fallo de las válvulas venosas, así como por la debilidad y distensibilidad propias de la pared de la vena. 

¿Por qué motivos concretos aparecen?

Aunque no se conoce la causa final de las varices, hay múltiples factores que contribuyen al desarrollo de las mismas. Las condiciones patológicas intrínsecas se combinan con los factores ambientales extrínsecos.

El factor hereditario desempeña un papel importante, sobre todo en el fallo de las válvulas venosas. La prevalencia de las varices es de 43 % en los parientes femeninos de los pacientes con venas varicosas, pero solamente 19 % en los pacientes masculinos. Encontramos también otra serie de factores de riesgo ambientales que pueden influir en su aparición. Por ejemplo, las profesiones que requieren estar de pie de manera prolongada pueden conducir a la distensión venosa venosa crónica y a la incompetencia de las válvulas.

El embarazo también causa varices a través de varios mecanismos. El más importante es el factor hormonal circulante que aumenta la distensibilidad de las paredes de la vena y ablandan las válvulas. Otro factor es el enorme aumento en la capacidad venosa que se desarrolla para acomodar un volumen considerablemente extendido de sangre circulante. Más tarde, en el embarazo, el útero agrandado comprime la vena cava inferior, causando la hipertensión venosa con la distensión secundaria en las piernas.

La edad es otro factor de riesgo,  ya que con el avance de la edad, la pared de las venas se atrofia, dejando una vena debilitada que es más susceptible a la dilatación. 

El sedentarismo y la obesidad también son otros factores de riesgo que pueden devenir en la aparición de varices.

Doctora Paula Blanes, coordinadora de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital IMED Valencia. ED

¿Por qué son más propensas las mujeres a padecerlas?

Las mujeres parecen ser más susceptibles a este problema, muy probablemente porque periódicamente las paredes de la vena y de las válvulas se vuelven más distensibles bajo influencia cíclica de los aumentos en la progesterona (hormona sexual femenina). 

La prevalencia de varices ronda el 41 % en las mujeres de 40 a 49 años y el 24 % en los hombres del mismo grupo de edad, así como el 72 % en las mujeres de 60 a 69 años y el 43 % en los hombres de ese grupo de edad. 

¿Hay factores que reducen el riesgo a padecerlas? 

Los síntomas provocados por las varices suelen mejorar con la práctica habitual de ejercicio, caminando o elevando las piernas. Las medias de compresión también pueden mejorar o prevenir el dolor de la insuficiencia venosa. 

El calor tiende a agravar los síntomas producidos por las venas varicosas y el frío tiende a aliviarlos. El dolor y otros síntomas producidos por las varices pueden empeorar con el ciclo menstrual, con el embarazo y en respuesta a la terapia hormonal exógena, incluyendo los anticonceptivos orales. 

 

¿Qué riesgos implica tener varices y no tratarlas? ¿Son dolorosas?

Con el tiempo, la mayoría de los pacientes con insuficiencia venosa y varices desarrolla cambios crónicos en la piel y el tejido blando, a menudo comenzando con la inflamación leve y después progresa hasta incluir la decoloración, la dermatitis inflamatoria, la celulitis recurrente o crónica, el infarto cutáneo, la ulceración e incluso la degeneración maligna.

Las úlceras crónicas de la pierna que no se curan, el sangrado desde las varices y la flebitis son los problemas serios que son causados por la insuficiencia venosa y se pueden aliviar con la corrección de la misma. 

Los síntomas asociados a las varices son muy variables y dependen de cada paciente, además no se correlacionan bien con su tamaño o extensión. A menudo, las varices más pequeñas son las más dolorosas. Los síntomas comunes, cuando están presentes, incluyen el ardor, la inflamación, las palpitaciones, los calambres y la fatiga en la pierna.  

En IMED contamos con un gran equipo humano y unas instalaciones que nos permiten abordar con gran agilidad la cirugía de varices. Contamos con numerosos quirófanos para esta cirugía y, además, ofrecemos un estudio preoperatorio rápido. De esta manera, el paciente puede estar operado en pocas semanas, sin tener que estar sometido a largas esperas.

Existen una serie de factores que aumentan el riesgo de padecer varices. ED

Además de las varices en las piernas, ¿en qué otros sitios suelen aparecer? ¿Pueden derivar en un problema grave?

Otras localizaciones en las que pueden aparecer venas dilatadas son las manos, el tórax central, el cuello, los hombros, la parte alta de la espalda y el pecho. Después de que se descarten las causas médicas graves, como por ejemplo la hipertensión de la vena porta o la insuficiencia cardíaca derecha, el aspecto cosmético puede tratarse.

Tras el embarazo también pueden aparecer varices vulvares y abdominales (por debajo del ombligo). 

'A menudo, las varices más pequeñas son las más dolorosas. Los síntomas comunes, cuando están presentes, incluyen el ardor, la inflamación, las palpitaciones, los calambres y la fatiga en la pierna'

¿Qué técnicas o tratamientos emplean en IMED para su tratamiento?

En IMED Valencia realizamos un tratamiento ambulatorio de las varices, dado que suele ser un procedimiento quirúrgico sencillo y se realiza bajo anestesia local asociada a sedación. Por ello, en una semana, aproximadamente, el paciente puede retornar a su actividad habitual. 

Para la terapia de las grandes venas superficiales (safenas) usamos la técnica del endoláser o su tratamiento a través de una pequeña incisión en la piel a nivel de la ingle o del hueco poplíteo. Y para el tratamiento de las varices grandes usamos la técnica de flebectomía, extrayendo las varices a través de mini incisiones en la piel. Estos procedimientos los realizamos en quirófano. 

El tratamiento de las venas varicosas pequeñas (telangiectasias y varículas) se hace mediante escleroterapia. Consiste en inyectar una sustancia química irritante dentro de la vena, lo que produce una inflamación y cierre de la misma. Esta técnica la solemos hacer en la propia consulta externa y no requiere reposo postoperatorio. 

¿Ha avanzado mucho este campo en los últimos años?

Las técnicas aplicadas actualmente para el tratamiento de las varices son menos agresivas: requieren menos y más pequeñas incisiones en la piel, generan menos hematomas y neuritis, etc. 

Todo ello supone un avance respecto a las técnicas de hace años, dado que hoy en día los postoperatorios son más cortos y sencillos, se puede retornar a la actividad normal en pocos días y se cuida más la estética.