El presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez, ha llamado a la movilización y al «voto útil» el próximo 10N en el mitin que acaba de ofrecer en Mislata. Un apoyo que ha reclamado para «lograr un gobierno en plenitud de funciones que, cuando lo tengamos, si habrá una tierra en la que volcaremos recurso y energía será la Comunitat Valenciana», se ha comprometido públicamente Sánchez ante un público enfervorizado que ha llenado el pabellón polideportivo de El Quint de Mislata con más de 2.000 personas. Alrededor de 300 no han podido acceder al recinto por falta de espacio. Sánchez ha estado arropado por la plana mayor de los socialistas valencianos, con el presidente de la Generalitat Ximo Puig al frente, además de contar con la presencia de los ministros en funciones José Luis Ábalos y Pedro Duque.

El líder socialista se siente ganador, aunque ha advertido a los militantes de su partido que no hay que bajar la guardia. «Hay que movilizar el 10N, aunque las encuestas dicen que vamos a ganar y también lo admiten los partidos de la oposición. Pero ganar no es gobernar por lo que hay que movilizarse para romper el muro del bloqueo y dejar sin argumentos a los que construyeron ese muro. Sólo el voto útil romperá ese bloqueo al Partido Socialista», ha reivindicado el presidente del Gobierno en funciones.

Sánchez también ha sacado pecho de los «quince meses de gobierno socialista en los que hemos demostrado que otra España es posible y tenemos un consejo de ministros de gente honesta y ejemplar, no de falsos patriotas que se llevaban el dinero a paraísos fiscales». Y frente a esta realidad, ha defendido el líder socialista, «el resto de partidos no tienen proyecto político a largo plazo. Únicamente para dos semanas y que sólo consiste en frenar al Partido Socialista, por eso quieren un gobierno débil». Frente a este «desierto político». «Aquí está el PSOE, no hay alternativa», ha proclamado Sánchez mientras contraatacaba las críticas lanzadas por el resto de líderes políticos. Como el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, «que nos criticaba porque íbamos a encerrarnos en una habitación del pánico para repartirnos el botín con los independentistas»; o Pablo Casado, el dirigente popular, «que pacta con la ultraderecha». E incluso recordó a Pablo Iglesias, el líder de Podemos, quien «para ocultar los cuatro votos en contra del Partido Socialista, ahora dice que queremos gobernar con el PP».