Los expertos valencianos en financiación coinciden en que el problema del Estado autonómico no reside tanto en el gasto como en el lado de los ingresos de las comunidades que, como la valenciana, se ven asfixiadas por un modelo de financiación asimétrico en el que la excesiva dependencia de las entregas a cuenta del Gobierno resta autonomía a las Administraciones regionales. Los ingresos del conjunto del aparato público son inferiores a la media europea