Los socialistas han vuelto a ganar las elecciones generales en la Comunitat Valenciana aunque reducen su ventaja con el Partido Popular, que repite como segunda fuerza más votada.
La federación socialista que dirige el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mantiene el número de escaños respecto a las elecciones generales del mes de abril y envía a Madrid a diez representantes parlamentarios, consolidando así su liderazgo pese a perder en número de votos y la irrupción de la extrema derecha como tercera fuerza.
El PSPV-PSOE ha resistido en la campaña más corta de la historia y vuelve a ser la fuerza más votada en unas elecciones donde la derecha ha vuelto a azuzar la amenaza del fantasma del catalanismo tras la sentencia del «procés». Muy pocos cambios para los socialistas respecto al resultado electoral del 28 de abril, pues el PSPV-PSOE repite como la primera opción política en las tres circunscripciones valencianas y en las principales ciudades.
Por provincias, finalmente la lista que encabeza el ministro José Luis Ábalos en València repite los cuatro diputados que obtuvo en abril, aunque durante parte del escrutinio llegó a sumar un diputado más, que acabó ganando el PP. Mientras, el ministro Pedro Duque retiene los cuatro escaños por Alicante y la socialista Susana Ros vuelve a conseguir dos representantes por la provincia de Castelló.
La participación de ayer se situó en el 71,7% y bajó poco más de tres puntos respecto a las generales del mes de abril, unas elecciones que en la Comunitat Valenciana coincidieron con las autonómicas por el adelanto electoral.
De este modo, el PSPV-PSOE resiste como la primera opción política de los valencianos y mantiene su electorado, aunque el bloque de la derecha es el vencedor de la jornada electoral. Los socialistas obtuvieron el 27,60 % de apoyos frente al 28 % que obtuvo hace seis meses. La cifra es ligeramente inferior a la obtenida por Pedro Sánchez en todo el territorio nacional, que se sitúa en el 28,03 %.
Con el 99,6 % de voto escrutado, el PSPV-PSOE consigue 697.395 votos frente a los 746.486 votos que obtuvo en abril, por lo que se deja algo más de 49.000 votos por el camino. Su ventaja respecto al PP se reduce en algo más de 114.000 votos. Los socialistas aguantan mejor en la provincia de Castelló, donde pierden menos de 10.000 votos. Alicante y València son las provincias donde los socialistas registran un mayor retroceso respecto al mes de abril, unos 20.000 votos respectivamente.
Ninguno de los tres candidatos por la Comunitat Valenciana se desplazó hasta el mercado de Tapinería, en el centro histórico de València, para seguir el recuento oficial de votos. Ábalos y Duque siguieron la noche electoral desde la calle Ferraz de Madrid, mientras que Ros se quedó en Castelló.
Pese a que el PSPV-PSOE se consolida y repite estas elecciones como el partido más votado, el ambiente era frío y gélido en los alrededores de la sede socialista. Una celebración contenida, muy discreta, que estuvo marcada por los buenos resultados del partido de Santiago Abascal, también en la Comunitat Valenciana.
«Hay un punto negro que es el ascenso de la extrema derecha», reconoció el también jefe del Consell durante su intervención. Antes de que Pedro Sánchez compareciera en público, Ximo Puig se adelantó para reclamar un futuro gobierno liderado por el PSOE, la lista más votada, y una reforma profunda del sistema de financiación autonómico.
Puig afirmó que los diez representantes del PSPV servirán para ayudar a conformar «un gobierno que entienda la singularidad de la Comunitat Valenciana, que entienda que necesitamos una nueva financiación y inversiones justas, y que entienda la igualdad entre españoles».
«No se puede entender España sin la aportación de la Comunitat Valenciana, y nosotros lo que pedimos es que desde el conjunto de España se entienda que somos la cuarta comunidad en cuanto a población y que seguimos creciendo», insistió Puig.
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