A pocos candidatos se les ha visto sonreír después de conocer el resultado de la repetición electoral del domingo y Tomás Guitarte es uno de ellos. El líder de la plataforma ciudadana Teruel Existe! ha irrumpido como diputado en el Congreso con la misión de ser el altavoz de la llamada España vaciada en el seno de la institución.
Aunque nació en Calamocha, la trayectoria vital de Guitarte ha estado estrechamente ligada a València desde que, con solo diez años, tuvo que hacer las maletas junto a sus padres para emigrar al cap i casal, donde ha residido intermitentemente y ha estado empadronado los últimos 12 años. En septiembre volvió a inscribirse en el censo de su pueblo natal y, aunque no llegó a tiempo para poder votarse a sí mismo, esa circunstancia no ha sido óbice para que la agrupación de electores que encabeza haya hecho historia, erigiéndose en la primera fuerza en Teruel con sus 19.696 votos.
Vinculado al movimiento Teruel Existe! desde su fundación en el año 2000, Guitarte se formó en la Universidad Politécnica de València (UPV), donde en 1988 se tituló como arquitecto y, con posterioridad, ha impartido clases en el Departamento de Composición de Proyectos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura.
En la capital del Túria también ha desplegado buena parte de su carrera como profesional privado, a medio camino entre el domicilio social que mantiene en la plaza de la Reina y su despacho de Calamocha. Ayer nadie atendía al teléfono en ninguna de las dos oficinas. Las líneas de la plataforma Teruel Existe! permanecieron saturadas y Guitarte tuvo copada la agenda con los medios durante todo el día. Las secuelas del éxito.
El diputado electo, en todo caso, asegura que no ha pisado València desde septiembre, cuando comenzó a volcarse en la campaña electoral del 10N. En la capital del Túria ha participado en el diseño de numerosos proyectos arquitectónicos, como el del Centro de Salud Miguel Servet, el Centro Superior de Investigación en Salud Pública, la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo, la iglesia de Santa Cecilia, el Colegio de infantil y primaria Nuevo nº10 de Torrent o el aulario de la facultad de Bellas Artes de la UPV. Pero Guitarte -que se define como un «nómada»- nunca se ha despegado de su provincia natal, donde ha trabajando como arquitecto municipal en varios ayuntamientos.
El candidato, que tiene 58 años y tres hijos, tampoco ha dejado de lado en ningún momento sus inquietudes como activista, centrado en combatir los efectos de la despoblación y en impulsar iniciativas para visibilizar y difundir los atractivos de su tierra, como la de un Centro astronómico.
Artífice de una propuesta de inclusión de Teruel en el trazado de la nueva red ferroviaria de alta velocidad entre Madrid, Cuenca y València lanzada en el año 2000, Guitarte es un ferviente defensor del corredor cantábrico- mediterráneo. Ahora bien, su incursión en política no es nueva. En las elecciones autonómicas de 1987 y 1991 ya se presentó como candidato de la Chunta Aragonesista al Parlamento de Aragón.
Agenda contra la España vaciada
Guitarte reivindica a Teruel Existe! como el primer movimiento social que llega a la Cámara baja. De momento, ya ha avanzado cuál será su primera iniciativa en el hemiciclo: promover un pacto de Estado por el equilibrio territorial.
El cabeza de lista sabe bien lo que significa la despoblación. Nació en Cutanda, un pueblo adscrito a Calamocha que ha perdido casi a la totalidad de sus habitantes en un siglo. Su intención -sostiene- no es suscribir un pacto global de legislatura con ninguna formación, aunque se abre a negociar apoyos puntuales para facilitar la gobernabilidad, con la libertad de no estar sujeto a la disciplina de un partido.
Aunque el panorama de bloqueo no ayuda a que Teruel Existe! pueda cumplir sus objetivos, la plataforma apuesta por ir más allá de lo local para reclamar la implantación de la tecnología móvil 5G y la aprobación de medidas de discriminación fiscal positiva para las provincias despobladas, a tiempo que urge a ejecutar las múltiples infraestructuras pendientes en el territorio. «Se ha perdido el tiempo por intereses partidistas», denuncia Guitarte, consciente de la responsabilidad de su nuevo papel en el Congreso.
