El ascenso de la ultraderecha en las elecciones generales del pasado domingo no va a quedarse circunscrito únicamente al Congreso. También la política autonómica se va a ver seriamente afectada por la irrupción de Vox que en menos de un año ha pasado de no tener representación en ninguna institución a superar los 50 diputados en el Congreso de los Diputados.

Al sobrepasar esa cifra la ley le permite la posibilidad de presentar recursos de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional, pero no solo de normas que se aprueben en el parlamento español sino también de las cámaras autonómicas. De ese modo sus 52 diputados le van a permitir también llevar al Alto Tribunal las leyes que pueda aprobar las Corts con su mayoría de izquierdas, pero que no sean del agrado de la formación de derecha radical. Fuentes parlamentarias señalan que la posibilidad que se le brinda ahora legalmente a la formación ultra amenaza con generar numerosos dolores de cabeza al Botànic.

Según la ley, el recurso de inconstitucionalidad solo pueden presentarlo el presidente del Gobierno, el Defensor del Pueblo, 50 diputados, 50 senadores, los órganos colegiados ejecutivos de las comunidades autónomas y, en su caso, las asambleas de las mismas.

De ese modo todas las leyes del Botànic van a tener a partir de ahora la espada de Damocles del recurso al Constitucional también sobre aquellas que no hayan cumplido aún tres meses desde su aprobación.