Aún no hace un año que la ultraderecha irrumpió en las instituciones y ya se ha cobrado su primera víctima política. Ciudadanos ha sido engullido a las primeras de cambio por la derecha radical a la que no dudó en acercarse ni le tembló el pulso a la hora de formar gobiernos con su apoyo, por acción u omisión, como ha ocurrido en Madrid, Andalucía o Murcia.

El acercamiento de los de Albert Rivera (dimitido ayer tras el descalabro de la noche electoral) sirvió para enviar a sus votantes el mensaje de que no había que tenerle miedo a la ultraderecha, lo que ha provocado que sus bases se hayan pasado en masa al partido radical.

Con el partido en estado de shock por lo ocurrido el domingo y sin tiempo aún para la reflexión pausada, ayer empezaron a surgir voces en Ciudadanos partidarias de plantear un discurso más nítido y contundente contra la ultraderecha más allá de la condescendencia con la que han tratado hasta ahora al partido de Abascal.

El más claro fue el diputado autonómico Jesús Salmerón, quien aseguró que se dejará la piel en estos cuatro años (la presencia de Ciudadanos en el ámbito autonómico está asegurada) «para seguir avanzando en derechos y no permitir que PSOE y Vox nos hagan retroceder». El diputado se mostró muy crítico contra el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al que «agradeció» que haya provocado con la repetición electoral el ascenso de la ultraderecha, en la línea de los partidos de izquierda, pero que hasta ahora pocos cargos de Cs han secundado. «Gracias Sánchez por la campaña que le has regalado a la ultraderecha, las personas LGTBI (colectivo del que Salmerón se declara activista) te estamos muy agradecidas».

El diputado aseguró que perder unas elecciones en democracia es normal, pero lamentó que gracias a los socialistas se ha impulsado el crecimiento de Vox, por lo que ahora lo que está en juego es «perder la democracia». Salmerón aseguró a Levante-EMV que son muchos en el partido los que creen que hay que tener un discurso claro contra la ultraderecha, algo que nunca se ha escuchado por ejemplo al líder autonómico, Toni Cantó, que siempre ha tratado a Vox como al resto de partidos. Cantó fue por ejemplo el único que ha defendido que la formación de Abascal esté representada en la Mesa de las Corts y nunca ha sido crítico con Vox. Otras voces en Ciudadanos alertan también del peligro de brotes extremistas. La síndica adjunta en las Corts, Ruth Merino, compartió ayer un comentario en redes sociales en el que hablaba de la necesidad de mantener un partido que sea «inequívocamente combativo con el nacionalismo centrífugo, pero vigilante con el nacionalismo centrípeto, que no siendo iguales son demasiado parecidos».

Reflotar el proyecto

Con todo, los dirigentes que ayer se manifestaron sobre la debacle del domingo defendieron la necesidad de reflotar el proyecto. La diputada electa por Alicante, Marta Martín, aseguró que aun con todos los errores que el partido haya podido cometer, Ciudadanos es «la única esperanza de que vuelva la moderación y la serenidad para afrontar el futuro». Espero que los españoles no se den cuenta demasiado tarde», defendió.

Ciudadanos cae finalmente al quinto puesto en la Comunitat Valenciana tras perder 287.600 votos, 10 puntos y cuatro escaños (unos 300.000 votos menos que en las elecciones de abril) y en el partido explican que la debacle es importante, pero que habrá una reflexión sobre todo en clave política nacional después de que la mayoría de dirigentes se haya quedado fuera del Congreso y Rivera haya abandonado la vida pública.

Toni Cantó estaba ayer en Madrid en la ejecutiva de Ciudadanos, aunque su entorno apuntaba que no es previsible que la forma de hacer política de Cs vaya a cambiar en las Corts y que el partido tiene consolidado un espacio en la cámara autonómica que está asegurado hasta dentro de cuatro años con un grupo de 18 diputados peleón y aguerrido que seguirá haciendo oposición contra el Pacte del Botànic.

Mientras, Cantó aplaudió ayer la «lección de responsabilidad política y honestidad» de Albert Rivera al dimitir por los malos resultados, y en el partido se comprometen a aprender de la derrota y a «remar a contracorriente». Según Cantó hay muchos otros líderes políticos que no han demostrado estar a altura, que siguen encadenando fracasos, que dividen al país, y que sin embargo siguen aferrados al cargo», señaló.