Cambio, sociedad civil, transparencia, ejemplaridad... Mensajes en positivo que estarán presentes durante toda la campaña electoral para combatir el mal casi endémico en la sociedad española durante los últimos años: la corrupción. Ximo Puig, candidato del PSPV a la Generalitat, dejó patente ayer que la «regeneración política» será uno de los principales contenidos del programa electoral que presentará mañana en Alicante. De hecho, dará a conocer 75 medidas de reforma democrática que pretenden hacer de la transparencia su bandera, todo ello bajo el paraguas de una Ley Valenciana de Rendición de Cuentas que, fundamentalmente, «servirá para que la Generalitat «sea accesible a todos los ciudadanos» y para que todos los gastos de los cargos del Consell sean públicos .
Ximo Puig mantuvo ayer en Castelló una reunión con el presiente de la Asociación Transparencia, el segorbino Juan Carlos Galindo, junto a la candidata socialista a la alcaldía de la capital de la Plana, Amparo Marco, y el secretario general provincial del PSPV, Francesc Colomer. Galindo se mostró muy claro al señalar que han pedido reuniones al Gobierno de España, al de la Generalitat y a todos los partidos políticos de la Comunitat Valenciana, «y de momento el único que nos ha atendido en positivo es el PSPV».
El objetivo del este colectivo no es otro que hacer llegar a las instituciones y organizaciones políticas «la necesaria transparencia en la gestión y el compromiso contra una corrupción, que nos hastía, nos cansa y nos duele». El Gobierno de Mariano Rajoy «nos dijo que con las medidas que ellos aplican ya es suficiente« y el de Alberto Fabra «tiene nuestra petición desde hace cuatro meses y seguimos esperando que nos conteste».
La meta es lograr «una ley de transparencia como herramienta básica y de garantía de un buen gobierno democrático, porque la sociedad civil está harta de la inoperancia absoluta del gobernante de turno; lo que no podemos hacer es nada». Juan carlos Galindo apuntó sobre todo a las administraciones locales -ayuntamientos y diputaciones- al considerar que «son los más débiles», pero lo amplió por supuesto a cualquier institución pública.
Ximo Puig le cogió el guante y retó al Partido Popular a que «todos sus candidatos a ser diputados autonómicos «realicen una declaración jurada de que no tienen recursos en paraísos fiscales y no se han acogido a ninguna amnistía». Para el líder socialista, la «transparencia» debe ser el camino en una Comunitat Valenciana «sumergida en una crisis, un atasco, que, fundamentalmente, viene de la corrupción y del despilfarro». Y no dudó en destacar la nueva polémica que salpica a políticos del PP, como son las informaciones que apuntan a que el exministro y actual embajador en Londres, Federico Trillo, y el portavoz de Economía del PP en el Congreso, Vicente Martínez-Pujalte, recibieron pagos de una constructora de obra pública por trabajos de asesoría.
«El caso PP»
Para Puig, «es triste ver que dos personas «que fueron diputados ligados a la Comunitat Valenciana, también aparezcan en una situación absolutamente lamentable». No es, a su juicio, «el caso Pujalte, ni el caso Trillo, ni el caso Gürtel o Brugal; es el caso PP, que ha hecho que la cultura de la corrupción anide en la Comunitat Valenciana». Por todo ello, el candidato socialista a la Generalitat instó a Alberto Fabra -tras recordar que fue apadrinado por Carlos Fabra-a «pedir perdón y asumir responsabilidades por todos los casos de corrupción que sitúan a los valencianos en el paradigma de lo que debemos huir».
Sobre el hecho de que, pese al desgaste en el gobierno, el PP siga siendo el más votado en todas las encuestas en la Comunitat Valenciana, Ximo Puig reconoce que «me preocupa ese 24 por ciento que sigue votando al Partido Popular», aunque aclara que ese porcentaje «supone que perderán el 50 por ciento de sus votantes». En cualquier caso, matizó que «el 75 por ciento de los sondeos reflejan que los ciudadanos de la Comunitat Valenciana quieren el cambio para atajar esa corrupción masiva que ha dañado todo el sistema político».
