Colectivos sociales, culturales y del mundo de la educación mostraron ayer su preocupación por las diferencias públicas y declaraciones cruzadas entre PSPV y Compromís, los dos partidos que deberían conformar un gobierno de progreso con la colaboración de Podemos. Todas las entidades consultadas por Levante-EMV llamaron al entendimiento y a la cordialidad entre estas formaciones y, en algunos casos, reclamaron urgencia porque algunos colectivos no pueden aguantar la situación de precariedad.
Sandra Casas, portavoz de la Coordinadora de Plataformas en Defensa de la Ley de la Dependencia lamentó la situación de stand by en la que se encuentra el proceso de negociación y que algunas de las declaraciones emplacen el pacto definitivo en la Generalitat a casi el mes de julio. «Nos preocupa que se retrase el acuerdo porque la situación de los dependientes es precaria y necesita de medidas urgentes», explicó Casas. La portavoz de este colectivo que representa a decenas de miles de dependientes apostó a que el entendimiento llegue «cuanto antes mejor» para que «se derogue el copago y empiecen a cobrar las prestaciones íntegras». «Esperemos que el PSOE no pacte con Ciudadanos», apuntó.
En la misma línea se expresó Joan Planells, del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi). Para Planells, «aquí hay un problema y es que las víctimas continúan ahí. La Conselleria sigue denegando las ayudas o las demora y obliga a recurrir a la justicia». «Espero que al final la razón se imponga. La sociedad no entenderá a los que impiden el cambio. Representamos a gente que ha sufrido una política nefasta y necesitamos un nuevo Gobierno», argumentó. Para el presidente de Cermi CV, «había mucha esperanza en que esto fuera adelante. Lo que pedimos es que cuanto antes den solución al tema porque no nos gusta la actitud de los partidos».
La presidenta de la asociación de víctimas del accidente del metro, Beatriz Garrote, aseguró que como ciudadana espera que «se sienten a hablar y que lleguen a acuerdos». «Lo que necesitamos como sociedad no es esto. Es más tranquilizador para el ciudadano que se hable», aseveró Garrote. «Sin prisa pero sin pausa , hay que llegar a acuerdos», sentenció.
Jaume Fullana, de Escola Valenciana, afirmó que «las expectativas son buenas y esperamos que no nos defrauden». Para Fullana, necesitan «el cambio porque hemos sufrido un retroceso en la escuela pública, pero no vamos a firmar un cheque en blanco a nadie». «La necesidad de que se entiendan está clara. Urge la posibilidad de que haya un pacto que posibilite el cambio. No se va a llegar a la irresponsabilidad de no propiciar ese cambio», manifestó.
Toni Gisbert, de Acció Cultural del País Valencià, destacó que en el acuerdo «es fundamental el ámbito valenciano de decisión. No se puede subordinar el Consell a estrategias en el ámbito español». «Estamos tranquilos pero vigilantes. Entendemos que la situación es novedosa y que por primera vez habrá un gobierno de coalición. Necesitan un tiempo de diálogo», dijo, al tiempo que recordó: «debe ser un pacto en el que todos ganen y todos pierdan».
Antoni Furió, de Valencians pel Canvi, afirmó que está «relativamente preocupado», pero que confía en el «trellat de los políticos». «Cualquier cosa que no sea un gobierno progresista y valencianista sería un fracaso», aseguró.
