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El candidato 'maltés',a la conquista del globo

Apasionado de los cómics, asegura que si se convierte en presidente echará de menos viajar - Sostiene que ya conoce el 64 % del planeta

El candidato 'maltés',a la conquista del globo

Rubén Martínez Dalmau distingue entre dos tipos de valencianos: los que son de mar y los que son de huerta. Ensu caso, no es necesario preguntarle: nació en Teulada y vive a caballo entre Xàbia y el Cabanyal. El Mediterráneo parece que es el escenario de su vida, aunque cambia habitualmente el atrezzo. Hasta ahora había dedicado de enero a junio a viajar por todo el mundo en estancias universitarias; la rutina que más le va a costar cambiar si Podemos llega al Consell.

Dalmau compró una casa en el Cabanyal poco tiempo antes de que la entonces alcaldesa Rita Barberá anunciara el proyecto de fusionar el Cabanyal con Blasco Ibáñez. Su casa era una de las señaladas, pero 20 años después mantiene allí su centro de operaciones. Profesor titular en Derecho en la Universitat de València, accedió en 1996 como becario, al tiempo que compró su residencia.

Son poco más de las 8 de la mañana y prepara un café de Colombia, que prefiere hacer al estilo de su abuela, al calcetí. Es el único que toma en casa, rodeado por tres grandes ilustraciones de Corto Maltés, el cómic que protagonizaba un marino y que establece cierto paralelismo con su vida. De hecho, los mapas y las bolas del mundo son recurrentes en su vivienda (hasta en el baño) y los souvenirs pueblan cada rincón de la vivienda. «Según Tripadvisor y las referencias que dejo sobre hoteles y restaurantes de allá donde voy, he estado en el 64 % de la superficie de la Tierra», asegura.

Drástico cambio de estilo de vida

El café da pie a una larga conversación sobre el futuro de los jóvenes. Dalmau comparte desayuno con tres treintañeros a los que compadece por el drástico cambio en el estilo de vida que la sociedad ha sufrido tras la crisis. «Solo Podemos puede revertir esa situación», dice.

El café no dura más de 20 minutos y se dirige al siguiente destino: un pequeño paseo para ver el mar. Coge su agenda personal -que deja ver su tarjeta censal entre los papeles- y el libro «Historiografía del arte», de Antonio Urquízar, que tiene subrayado en rojo y azul según la importancia de lo que lee mientras camina. La obra tiene su razón de ser: está a tres semestres de terminar la carrera de Historia del Arte, que estudia por pura pasión.

Una vez en la calle, pone en práctica su conocimiento y actúa como guía turístico del Cabanyal, señalando cada referencia urbanística al estilo art déco que hay en el barrio.

Dan las 9 y aún hay tiempo para hacer una parada en el bar preferido de su barrio: el Mont Blanc. Compra el diario Levante-EMV y mientras ojea los resultados de la encuesta del diario, reflexiona sobre el papel de su partido en el tablero político. «A nadie le gusta ser la Guardia de la Noche», dice sobre Podemos y en alusión a Juego de Tronos en el día de su estreno.

«Hay que proteger el Muro», continúa, para ilustrar que su partido está llamado a ser el freno de la extrema derecha y es el motivo que le trajo hasta la primera línea política. Él, uno de los fundadores de Podemos, había mantenido un discreto segundo plano hasta que fue designado candidato con el beneplácito de Pablo Iglesias, con quien ha escrito dos libros. Se cierra el círculo: participó en «Ganar o morir: lecciones políticas en Juego de Tronos».

Los tiempos han cambiado. Solo subirá a su despacho a dejar sus cosas, no a atender a sus alumnos. En el exterior, cinco técnicos audiovisuales le esperan para realizar otra entrevista de la campaña electoral.

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