El PSPV reivindica en su programa una reforma del sistema de financiación autonómica «gobierne quien gobierne». Pide su aprobación «de forma urgente», pero no precisa plazos. Pide una distribución de los recursos proporcional a la población de los territorios, tener voz y voto en la Agencia Tributaria estatal y una «compensación» de la deuda acumulada por la infrafinanciación.

En el capítulo de propuestas para una España «plural», el partido de Ximo Puig aboga por la «federalización» del Estado autonómico. Va más lejos en este campo que el PSOE estatal, que en sus 110 medidas iniciales abogaba por profundizar en el marzo autonómico si más referencias a una estructura federal. La entrada de los gobiernos territoriales en el Senado y la finalización «lo más rápido posible» del corredor mediterráneo son otras propuestas en este ámbito estatal.

La financiación autonómica se ha convertido en uno de los temas de enfrentamiento en los primeros días de campaña. El resto de formaciones han aislado al PSPV, al que acusan de tibieza en la reivindicación de un nuevo modelo ahora que gobierna Pedro Sánchez en Madrid. En este sentido, Joan Baldoví (Compromís) pidió ayer una alianza de los diputados valencianos en el Congreso por el cambio de la financiación. Lo dijo en un debate en la cadena Ser.

Por otra parte, Puig insistió ayer en su negativa a un cara a cara con la presidenta del PPCV, Isabel Bonig. Alegó que ha debatido en las Corts cada semana «más que ningún presidente lo ha hecho nunca con ningún jefe de la oposición».

Mientras, el portavoz de campaña del PPCV, Jorge Bellver, acusó al jefe del Consell de «cobardía política» y recordó que en 2015 sí aceptó un cara a cara con Alberto Fabra.