P ¿La campaña está yendo como esperaba?
R Sí. La línea está fundamentada en la agenda de los diez meses de Gobierno y en el proyecto reflejado en los Presupuestos del Estado. El relato permanece inalterable.
P ¿Sorprendido por algo en esta crispada campaña?
R Que PP y Ciudadanos sigan profundizando en la crispación y el enfrentamiento es consecuencia de la descomposición del espacio electoral de la derecha, que está haciendo una especie de primarias internas. No están jugando al Gobierno de España, sino a quién va a liderar la recomposición de la derecha.
P Así estaba la izquierda en 2016.
R Pero con singularidades. Vox es un desgajamiento del PP. Podemos no era una escisión de cargos del PSOE. El caso de la derecha es distinto. Ellos han cambiado de nombre varias veces: el PP era AP y este incorporaba elementos de UCD. Yo no descartaría una refundación de la derecha según sea el resultado electoral.
P ¿Y no está sorprendido por el caso Alquería?
R Sabíamos que estaba pendientes, pero no sabíamos que el levantamiento del secreto del sumario iba a producirse en plena campaña. Teníamos claro que estaba ahí, que Jorge Rodríguez estaba suspendido de militancia y la candidatura de Ontinyent estaba aparcada.
P Pero él tenía su propio partido preparado.
R Esa ha sido la sorpresa, porque en paralelo que se pedía tolerancia para poder formar candidatura estaban preparando una fórmula para competir con un partido que les dio todo.
P ¿Rodríguez no ha sido leal?
R Se ha visto que no había lealtad, efectivamente, porque ha sido todo el tiempo un juego personalista.
P Compromís dice que han cambiado su discurso sobre la financiación autonómica ahora que gobiernan.
R No. Siempre fue el mismo. Todo el mundo es consciente del nivel de obstrucción que hemos tenido en el Gobierno. ¿Quién piensa que había un espacio para llegar a un acuerdo de financiación con las comunidades? Eso es lo que dijo el presidente en su día y molestó a algunos, pero era decir la verdad. No quita que debe ser abordado y debe ser incluido en la agenda de un gobierno estable. Por eso está en nuestras 110 medidas prioritarias.
P Oltra exige un compromiso en los tres primeros meses y si no, no apoyarán al Gobierno. ¿Acepta esos márgenes?
R La urgencia de los tres meses es por una diferenciación electoral, pero saben que no tenemos ningún inconveniente en abordar desde el primer día esta cuestión.
P ¿No ponen líneas rojas a nadie para gobernar? ¿Tampoco a independentistas?
R Las líneas rojas las marcan los principios: respeto a la Constitución, a la legalidad y a la integridad territorial de España.
P ¿A Vox hay que aislarlo en el Congreso como formación de extrema derecha?
R Vox lo que representa es una involución democrática. Es preconstitucional, porque la recentralización que plantea es menoscabar la capacidad de decisión sobre lo próximo. Es un recorte a la democracia. Igual que restringir derechos sociales.
P El PSPV habla en su programa de una reforma federalista de España. ¿Le gusta?
R Es la consecuencia del modelo actual. Lo que cabe es perfeccionarlo mediante la integración de elementos de coordinación y de lealtad. Todo ese perfeccionamiento del autogobierno va dirigido a un Estado federal.
P ¿Se considera nacionalista?
R ¿Yo nacionalista?
P ¿Español tampoco?
R No me gustan los nacionalismos de ningún sentido. Cuánto más énfasis en la identidad, más se está buscando la diferenciación. Me gustan las construcciones colectivas, no los énfasis identitarios.
P ¿El PSOE ha girado al centro en el Gobierno y en la campaña?
R Si por centro se entiende el espacio de convergencia de las mayorías, de sensatez, respeto a la ley y convivencia, se puede interpretar así. No es exactamente el centro, sino representar la centralidad.
P ¿Es porque los demás les han dejado ese espacio?
R Nos lo han dejado, pero no significa ningún esfuerzo para el PSOE, que siempre pretendió dirigirse al conjunto de la sociedad. Todo distinto a lo que hace la derecha, que se dirige exclusivamente al elector de derechas.
P ¿Lo dice por las propuestas sobre impuestos?
R Ahí lo que hay es una opción ideológica que cuestiona el Estado del Bienestar, porque una fiscalidad menor es incompatible con una política social con ambición.
P ¿Querría ver a alguno de sus hijos en política?
R Tengo hijos en edad de ello y no lo están. Quizá el ejemplo no ha sido el más adecuado. Nunca les he pedido el voto y tienen una sensibilidad social evidente, pero no milita ninguno. Tengo tres en edad de votar: uno con 39, otra con 38 y uno que hará 20. Los tres están en el ámbito de la izquierda. El primero, más moderado, y el tercero más radical quizá.
P O sea, tentado por Podemos.
R El tercero, sí, pero creo que esta vez hará un voto por hacer frente a la derecha.
