La revista Time definió a los millennials como la generación del «yo, yo, yo». Los nacidos entre 1982 y 2004 fueron etiquetados de perezosos, narcisistas y consentidos, pero nada más lejos de la realidad. Es el caso de Ainhoa Alberola, técnica de comunicación y diseño gráfico en Podemos.
En la sede «La Morada», en pleno bullicio del barrio de Ruzafa, Alberola tiene su mesa. No hay despachos, y los trabajadores en Podemos se mezclan con los dirigentes. No hay rangos (al menos, físicos) en la sede. Saca su ordenador portátil y comienza su tarea. Diseñar y coordinar toda la imagen gráfica que lleva Podemos en la C. Valenciana. Desde el telón de fondo, hasta las imágenes para las redes, pasando por los carteles electorales. En sus palabras, es «la responsable de las cosas bonitas».
«Lo duro ha sido las semanas previas, ahora ya no hay tanta carga de trabajo», explica, nada más llegar desde Port de Sagunt, su localidad natal. No siempre trabaja en València, explica, porque en Podemos permiten teletrabajar; como piden los millennials.
Un currículum comprometido
Su contrato no cayó de la nada. Alberola ha liderado el movimiento estudiantil en la Universitat Jaume I de Castelló, donde estudió su doble grado de Publicidad y Relaciones Públicas y Periodismo. Aún pasó allí un año más con el máster en Ética y Democracia. Alberola repasa su currículum para explicar de dónde nace su faceta activista. En realidad, su información es pública en su perfil de LinkedIn, la plataforma orientada al empleo.
Allí se encuentra el detalle de lo que Alberola cuenta por encima con un café en las manos: fue miembro del comisionado del Rector para el Desarrollo de la Responsabilidad Social de la Universitat Jaume I, miembro del claustro de estudiantes y responsable de comunicación de la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz de su universidad. Pero su inconformismo venía de lejos: ríe al contar que de pequeña enviaba cartas a los medios locales del Port de Sagunt para denunciar el estado de algunas vías del pueblo. Siempre, claro, con el apoyo de sus padres... a medias. Alberola explica que su madre votará a Podemos en Port de Sagunt, donde Alberola va de segunda, pero su padre milita en Iniciativa Porteña. «Me apoya siempre y en todo, pero el 26 de mayo estaremos de apoderados en partidos diferentes y ya me ha dicho que no me votará», bromea.
Las cartas y el claustro se quedó pequeño. Comenzó a participar en Castelló en Moviment, la «marca blanca» de Podemos en la ciudad. Dirigió la campaña municipal de 2015 con el que la formación obtuvo cuatro concejales, y llevó la comunicación de las dos campañas electorales para las elecciones generales de 2015 y 2016. «Fue un trabajo de 360 grados, hacía fotos, notas de prensa, vídeos y diseño gráfico», recuerda. Vivió entonces el momento más emocionante en la formación. En el mítin de Pablo Iglesias y Mónica Oltra en la Fonteta de Sant Lluís con «És el moment» vio cómo su trabajo valía la pena: el baño de masas de los dos dirigentes con los centenares de personas que se quedaron fuera le demostró que la ilusión era compartida.
