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El Camp de Túria

De la cultura del PAI a la del polígono

El crecimiento poblacional de la comarca ha provocado carencias en varios servicios públicos

Si las elecciones autonómicas y municipales de 2015 se convirtieron en las del «cambio» de color y siglas tanto en la Generalitat como en numerosos ayuntamientos valencianos, en la comarca del Camp de Túria también supusieron un cambio de paradigma: el de la «cultura» del PAI a la de los polígonos industriales.

Durante años, varios municipios de esta demarcación como Llíria, Riba-roja de Túria, la Pobla de Vallbona, Bétera o Benaguasil estuvieron expuestos a numerosos PAI, aprobados por sus ayuntamientos con el consentimiento de la administración autonómica -la mayoría de ellos bajo las siglas del PP-, que han condicionado claramente su futuro.

En algunos casos, en los de los PAI que quedaron sin ejecutar, en forma de deudas -por ejemplo, Benaguasil-. Y en otros, en los que sí que se concretaron, con un aumento considerable de población que ha conllevado carencias para ofrecer determinados servicios públicos.

De hecho, el Camp de Túria es una de las pocas comarcas de la Comunitat Valenciana que sigue creciendo en número de habitantes, pero buena parte de sus servicios educativos o sanitarios siguen anclados en las cifras de población de las décadas de los 90 y 2000.

Actuaciones del Plan Edificant

Ante ello, la Conselleria de Educación tiene incluidos en el Plan Edificant a colegios de Nàquera u Olocau, donde ya ha realizado algunas actuaciones, mientras que tiene todavía pendiente de acometer las obras de ampliación del instituto de Bétera, con las aulas al límite por la masificación de alumnos. También están previstas la ampliación del centro de salud de Riba-roja o la construcción del Palacio de Justicia de Llíria, entre otras actuaciones.

Mientras, en materia de transporte, el Metro ya cuenta con apeadero en València la Vella (Riba-roja), y el Consell se comprometió a que llegará al centro del municipio. Asimismo, recientemente se ha aprobado el nuevo mapa de transporte urbano público que conectará por autobús a casi toda la comarca con el Hospital de Llíria, si bien en Nàquera y Serra siguen reclamando enlaces con Massamagrell.

El cambio político se ha visto reflejado en la apuesta por los polígonos industriales en la comarca, con grandes inversiones tanto municipales como de la diputación en Riba-roja y Loriguilla -junto a Cheste (la Hoya)- para afianzar este enclave como gran polo logístico empresarial. También otros municipios como Llíria han habilitado grandes espacios como el de Carrasses, donde se han instalado, entre otras, Power Electronics o Pinturas Montó.

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