A punto de acabar la campaña, ¿volvería a adelantar las elecciones si hoy tuviera que tomar la decisión?
Sin duda. Una parte del objetivo ya está alcanzado.
¿Cree que han tenido más repercusión las elecciones valencianas por ir con las generales?
Sí, más repercusión y más visibilidad en España, a pesar de que estamos muy lejos de la que nos merecemos. El problema es que la C. Valenciana aún no ha conseguido superar el mito del Levante Feliz en España. No saben que tenemos once puntos per cápita menos y que el el problema territorial no se acaba en Cataluña. No obstante, algunos de estos temas ya los oí en el último debate de los líderes por parte de las opciones progresistas.
Ha costado. En el primero ni se oyeron.
Cuesta mucho. Estamos al principio, emergiendo en una situación en la que en España solo existía Madrid, Euskadi, Cataluña y el resto. Eso no puede ser. Somos una referencia exportadora y económica, así que cuanto mejor le vaya a la C. Valenciana mejor le irá a España.
¿Mantiene ese mensaje con el que inició la campaña de que si no le votan a usted, que voten a fuerzas progresistas?
Por supuesto. Pero la opción que puede asegurar la convivencia, la concordia y el avance social de una manera más clara es el PSPV. Lo primero que quiero, no obstante, es que los ciudadanos voten, por eso adelanté también las elecciones.
A pesar de coincidir con un periodo de vacaciones.
Por eso hay muchísimo más voto por correo. Lo que quiero es que voten y que no volvamos atrás. Volver al pozo, después de salir de él, sería la peor pedagogía.
Y sería una bofetada para la izquierda no conservar el gobierno a pesar de la corrupción y escándalos de 20 años del PP, ¿no?
Como dice el poema de Francisco Brines, que no sea un paréntesis entre dos nadas.
¿Le ha sorprendido algo de esta larga campaña?
Aún me sorprende mucho que la derecha democrática se haya lanzado sin la menor vergüenza a los brazos de la extrema derecha. No pasa en ningún país de Europa, donde ninguna a opción liberal o conservadora se abraza a la ultraderecha. Aquí se hace sin rubor. Y lo peor es que la extrema derecha es quien lidera el combate ideológico, es la que lanza las ideas.
Compromís y Podemos se atribuyen la autoridad del cambio en las política de la Generalitat
Este ha sido un gobierno, uno solo, con sus matices diferentes, pero un gobierno, y eso ha sido muy positivo. Yo defiendo esa causa de todo el gobierno, más allá de las responsabilidades de cada uno en las diferentes parcelas, aunque hay muchas en las que he intervenido, como es normal.
¿Repetirá la fórmula del mestizaje si hay coalición botánica?
Creo que es un entramado positivo. Pero si hay reedición de un gobierno de progreso, lo primero será evaluar e iniciar una nueva etapa. No se trata de hacer continuismo.
¿Cómo sería su Botànic II ideal?
No se puede hablar del día después sin haber llegado al día de antes. Los ciudadanos han de manifestar sus preferencias. A partir de ahí, hay que evaluar qué ha funcionado y qué no y plantear una nueva etapa de contenidos programáticos y de arquitectura de gobierno.
¿Le gustaría un plan de gobierno más centrista ahora que Ciudadanos ha dejado ese espacio?
Juan José Millás dice que ser de centro es hablar bajito. El centro como tal no existe. Existe moderación y radicalismo. Yo me siento concernido con las políticas progresistas y de izquierda, pero creo que es buena la moderación como manera de relacionarse desde el respeto. Ser moderado no significa no tener ideas o ser equidistante. Yo soy progresista, pero cuando se gobierna se ha de hacer para todos y eso no se ha entendido muchas veces. Los 20 años del PP fueron una expropiación de las instituciones en beneficio de un partido.
¿El reposicionamiento de Cs le facilita esa actitud?
El viraje a la derecha de Cs ha sido una de las sorpresas de la campaña. Es un partido liberal más parecido a los Auténticos Finlandeses que a los liberales alemanes. Como el PP, aunque intente dulcificarse ahora: alguna dirigente está desconocida por las dosis de valeriana que se debe suministrar.
¿Eso le parece de Bonig? ¿Entre ella y Cantó, a quién preferiría de jefe de oposición?
Eso que lo decidan los valencianos conservadores.
¿Podemos deducir de su mensaje que no quiere líneas rojas en el día después, a la hora de establecer coaliciones?
Lo increíble es que un partido teóricamente liberal abrace a la extrema derecha y rechace pactar con la socialdemocracia. Yo he planteado en todo momento que debemos formalizar una coalición progresista. Y partidos progresistas hay los que hay.
Oltra dice que usted no es claro con los pactos postelectorales.
A mí nadie me marca la agenda de campaña, pero lo he dicho con total claridad.
¿Hay plan B si el Botànic no reedita la mayoría?
El plan B es que los que tienen contabilidad B se pondrán de acuerdo.
¿Pero cree que es bueno que tras el 28A el PSPV tenga más de una opción de pacto?
Cada vez lo veo más difícil, porque hay una actitud crispada en España que se traslada aquí, pero el día después tenemos que hablar todos los partidos. Hay muchas cuestiones que hablar juntos, como el envejecimiento, el cambio climático., la estrategia para la inteligencia artificial o la esclavitud del siglo XXI, que es la prostitución. Debemos intentar llegar a sólidos acuerdos, aprovechar la oportunidad valenciana ahora que somos una sociedad normalizada, no encaramada a las portadas por casos de corrupción y una fractura social.
¿Cabe algún escenario en el que usted no sea presidente?
Lo decidirán los ciudadanos. Yo contemplo que haya un mandato que profundice en el cambio.
¿Cualquier cosa es mejor que un gobierno de las derechas?
La extrema derecha es un peligro real. Lo que dicen es acabar con las autonomías y una política regresiva sobre igualdad y violencia de género. Lo que plantean atenta contra la realidad de la C. Valenciana.
O sea, que cualquier solución sería mejor a que estén en el gobierno.
Cualquier solución será mejor a que la extrema derecha marque la agenda política valenciana.
Compromís da tres meses al Gobierno para activar la reforma de la financiación autonómica. ¿Comparte el plazo?
Ha de ser inmediata. Lo hemos dicho. En el momento que haya un presidente del Gobierno voy a pedir una entrevista y voy a acordar un calendario. No obstante, me parece muy positivo que Pedro Sánchez haya dicho que la financiación valenciana es una prioridad.
Ahora falta pasar de las palabras a los hechos.
El presidente tiene como aval que en lo que dependía de él, como los presupuestos del Estado, atendió la infrainversión valenciana.
¿Se ha hablado poco de corrupción en esta campaña?
Se ha hablado menos porque hemos levantado la hipoteca reputacional. Quedan las réplicas del terremoto de la corrupción en el PP, que no ha acabado de asumir su responsabilidad política. Se tendría que haber procedido a un proceso claro de refundación del partido. Los valencianos no podemos volver a donde salimos huyendo.
¿Ha distorsionado la campaña que el caso que ha saltado durante su desarrollo sea Alquería, que afecta a PSPV y Compromís?
Este no es un caso de corrupción económica, sino una presunta mala contratación de unos directivos durante un mes. Desde el punto de vista político ya se apartó al presidente de la diputación y ahora de la candidatura municipal. Y ni de lejos tiene que ver con aquello de las mil, dos mil, tres mil...
¿Decepcionado con Jorge Rodríguez por el desafío planteado en Ontinyent?
Cada uno es absolutamente responsable de sus decisiones.
¿El PSPV es el voto útil?
Para parar a la extrema derecha y conseguir un gobierno para todos, sin sectarismos ni fanatismos, serio y solvente, el mejor voto es el socialista, pero es mi opinión.
¿La reversión del hospital de Dénia iniciada es más una declaración de intenciones que una acción con efectos reales?
Tiene ya efectos administrativos. El proceso está iniciado.
¿Se puede activar aunque la empresa no esté de acuerdo?
Quien tiene la responsabilidad es la Generalitat, que ha tomado una decisión en base a la situación en la comarca y la alarma que existe sobre la calidad del servicio. Queríamos llegar a un acuerdo, pero no estamos dispuestos a que haya un desequilibrio económico en contra del interés general.
¿Porque debería un joven de 18 años votarle?
Porque el PSPV representa la esperanza para los jóvenes. Un día responsables de la Generalitat me plantearon en este despacho que no había posibilidad de aplicar el Plan de Garantía Juvenil e íbamos a perder 50 millones, les dije que había en la calle un 50 % de jóvenes sin empleo y que no podíamos dejar perder ni un euro. Se hizo un gran esfuerzo y el plan ha conseguido 10.000 puestos de trabajo. Ahora abordaremos la FP, aumentaremos las becas y abriremos la oportunidad para aquellos que se esfuercen y aprueben el curso.
Los socios critican esa medida por no ser progresiva y favorecer a ricos y pobres por igual.
Esta medida apoya a las clases medias que no pueden acceder a las becas y apoya el esfuerzo, porque no es lo mismo pasar por la universidad que trabajar en serio.
¿Mantiene que será su último mandato, si gana, o es una afirmación con marcha atrás?
Mi voluntad está expresada con total claridad.Formación profesional. la legislatura d ela FP por el decalaje existente entre mercado laboral y capacitaciones. Nos jugamos mucho. Más importantes a veces que investigadores. Gran campaña para prestigiar la FP. Moderna e incrustada en la empresa.
