Todos los líderes regionales del PP, a excepción de Isabel Bonig y el responsable de Aragón, Luis María Beamonte, tomaron ayer la palabra en el comité nacional del partido. La presidenta del PPCV prefirió callar. No obstante, a la salida de la reunión, la presidenta de los populares valencianos aseguró que seguirá al frente de la formación y que trabajará para lograr el mayor número de alcaldías tras el 26M. «Lo que nos ha faltado para conseguir el gobierno de la Comunitat, lo vamos a conseguir en los ayuntamientos. No me cabe la menor duda de que va ser un resultado mejor», aseveró.

Boing habló la noche electoral y desde entonces ha permanecido en silencio a la espera de reunir a su partido. Será allí, aseguran en su entorno, donde dará las explicaciones oportunas y las voces críticas tendrán ocasión de expresar su opiniones.

No hay previsión, en principio, de hacer cambios, ya que la reflexión que se hace en el PP valenciano es que la campaña fue acertada. De hecho, el giro al centro que Casado expresó ayer es para muchos la confirmación de que se erró al llevar al partido a posiciones más radicales.

Bonig, con todo, tenía difícil intervenir en la reunión de ayer ya que, junto con Casado, era la única de los presentes que también había pasado por las urnas con un resultado negativo. La presidenta del PP valenciano comió con Pablo Casado y el resto de líderes regionales en un encuentro que ya es habitual tras las reuniones del comité. Fuentes del PPCV, indicaron que tuvo ocasión en privado de hablar con el presidente nacional para comentar los resultados de su formación. Estas fuentes insistieron en que Bonig quiere reunirse con el partido antes de hacer pública su opinión sobre los recientes comicios. Un encuentro que se producirá este jueves por la tarde y en el que finalmente expondrá su análisis.