Pablo Iglesias y la dirección valenciana de Podemos tienen planteamientos distintos sobre cómo gestionar sus posibles pactos con el PSOE. El líder morado quiere utilizar su posición de fuerza para la formación de gobierno en la Comunitat Valenciana y la que pueda obtener a partir del 26 de mayo en otros ejecutivos autonómicos para presionar a Pedro Sánchez para que acepte la entrada de dirigentes podemistas en el nuevo Gobierno de España. Mientras tanto, Rubén Martínez Dalmau defiende que ambos procesos son independientes y que la entrada en el Consell no está condicionada por lo que pueda suceder en Madrid, aseguran fuentes de su entorno.

La dirección morada en la Comunitat Valenciana quita importancia al posible choque de estrategias y excluye el caso valenciano de la línea de Iglesias. En ella estarían los acuerdos autonómicos que se puedan firmar a partir del 26 de mayo, pero no el nuevo Botànic con, previsiblemente, cargos de Podemos debutando en el Consell de Ximo Puig.

«El modelo de gobierno valenciano debería ser un ejemplo para el ejecutivo español», aseguran en el equipo del candidato de Unidas Podemos a la Generalitat, pero las tribulaciones entre Sánchez e Iglesias sobre cómo sumar una mayoría para gobernar el país «no deberían afectar» a la negociación valenciana.

El líder de Podemos tiene previsto reunirse el martes con el secretario general del PSOE y presidente en funciones del Gobierno. Un día antes, habrá tomado el pulso a la dirección de su partido.

El encuentro con Sánchez puede coincidir con la puesta en marcha de la negociación de un nuevo acuerdo del Botànic. No hay fechas decididas, pero Puig prevé un encuentro con Mónica Oltra (Compromís) y Martínez Dalmau a mediados de la semana próxima, con el fin de sentar las bases de la ronda de contactos entre las tres candidaturas de cara a un pacto que debería estar en las primeras semanas de junio, siempre después de las elecciones municipales.

Podemos, en alianza con Izquierda Unida, ha retrocedido posiciones en el Congreso de los Diputados (también en las Corts) tras los comicios del pasado domingo. No obstante, se aferra a la posibilidad de que su presión al PSOE dé resultados y Sánchez les acabe aceptando como socios de gobierno, lo que les ayudaría a contrarrestar su caída. Iglesias está dispuesto incluso a condicionar a ese escenario los posibles pactos en los ejecutivos autonómicos donde pueda sumar la izquierda, como ya sucede en la C. Valenciana, señalaban ayer fuentes periodísticas desde Madrid.

En realidad, Iglesias y Martínez Dalmau no ocultan el camino que prefieren y que es coincidente: formar parte de los gobiernos de España y de la Comunitat Valenciana, respectivamente. Las estrategias y las circunstancias son las que difieren. Los socios valencianos no han planteados problemas hasta la fecha a Unidas Podemos, si bien aún está por desarrollarse la negociación.

Advertencia de Montiel

El exsecretario general Antonio Montiel recordó ayer, sin embargo, que la entrada en el Consell deberá ser sometida a consulta de las bases. El exlíder intentó la operación en 2016, pero no prosperó.

Podemos reúne esta mañana en València al Consejo Ciudadano de la Comunitat Valenciana. La política de pactos de gobierno estará sobre la mesa. La formación morada ha de empezar a establecer prioridades de cara a la negociación. El equipo encargado del diálogo es otra de las cuestiones que el partido ha de abordar.

Podemos ha perdido 29 escaños en el Congreso de los Diputrados y 5 (de 13) en las Corts.