Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

El Botànic echa raíces en el despacho de Largo Caballero

El primer tripartito de izquierdas en el Consell empieza a brotar en la sala que usaba el expresidente del Gobierno republicano refugiado en València

El Consell más escorado a la izquierda de la historia del autogobierno valenciano, que en unas semanas dará entrada por primera vez a cargos de Podemos y Esquerra Unida del País València, empezó a brotar ayer.

Lo hizo en una de las salas nobles de las Corts, la que en su día fue despacho de Francisco Largo Caballero, presidente de Gobierno de la República cuando València se convirtió en capital de España con Madrid asediada por el fascismo. Todo un simbolismo para un pacto que podría exportarse a Madrid si finalmente Pedro Sánchez diera entrada en su gabinete después del verano a ministros de Unidas Podemos.

En esa sala se cerró ayer el primer gran acuerdo de la legislatura, el de la Mesa de las Corts, que se concretará en el pleno de este jueves con el órgano rector del Parlamento valenciano.

En una puesta en escena estudiada, el líder de Podemos, Rubén Martínez Dalmau, atravesó el primero la nube de periodistas con un documento bajo el brazo en el que Podemos pone nota a la primera legislatura botánica y señala en rojo las asignaturas pendientes del primer pacto.

Después apareció Oltra y finalmente, Puig. Los tres se encerraron en el despacho y los ujieres cerraron puertas y se aseguraron de que nadie pudiera escucharlos. Una hora después salieron los tres con amplia sonrisa.

Las cámaras les esperaban en la sala dels Espills, la habitación réplica de una de las estancias del Palacio de Versalles que los marqueses de Benicarló, propietarios del palacio en el XIX, usaban para el baile. Un baile que abrió Dalmau, posible conseller y al que se ve cada vez más cómodo ante los focos y que cerró Puig con el anuncio del día, la elección de Enric Morera el jueves como presidente de las Corts.

Entre medias, Oltra habló del «qué», el «cómo» y el «quién» para dejar claro que el pacto aún va para largo ya que estamos en una etapa anterior, «el pre qué».

En ese juego de palabras, Oltra se refirió a Puig como «señor Puig», nada de presidente, porque presidente en funciones es demasiado largo, siguiendo la línea de Compromís de estos días de evitar asegurar en público algo que es una evidencia, que Puig volverá a ser el presidente. En cambio, el jefe del Consell sí se refirió a ella como «vicepresidenta».

Y en los corrillos, el debate sobre el nombre de la nueva criatura botánica. Podemos quiere otra denominación, Montgó sugieren. Pero ni gusta en el entorno de Puig ni el de Oltra, así que el bebé sigue sin nombre.

Compartir el artículo

stats