Rubén Martínez Dalmau llegó el martes a su reunión con Ximo Puig y Mónica Oltra con un documento, al que ha tenido acceso Levante-EMV, que aúna, en 34 páginas, los logros y los incumplimientos del Pacto del Botànic. Una «evaluación» de la legislatura que Podemos se ha encargado de hacer antes de comenzar con las negociaciones en firme. El secretario general de la formación, Antonio Estañ, compareció hace unas semanas para explicar el trabajo que estaban desarrollando y su firme intención de compartirlo con sus dos próximos aliados, PSPV y Compromís.

Aunque hasta ahora Podemos solo había prestado su apoyo a los dos socios, en esta nueva legislatura formará parte activa del Consell y su nuevo rol lo ha comenzado con los deberes hechos: una comprobación exhaustiva de las 201 medidas firmadas en 2015 y su estado en la actualidad. El lunes se producirá el primer encuentro entre los equipos negociadores y en Podemos esperan que la evaluación esté sobre la mesa y sea ampliada con la valoración del resto. Los socios se han dado de margen hasta el día 28 para prolongar las conversaciones.

El martes, Oltra fue un paso más allá y antes de hablar del «qué» consideró que hay que negociar un «pre-qué», que en Podemos consideran que bien podría ser todo lo que al Botànic se le ha quedado en el tintero. Recuperar la sanidad universal, la Agencia Antifraude, la ley de pobreza energética, el Pacto Valenciano contra la Violencia de Género, la ley Lgtbi, suprimir el copago farmacético, la renta garantizada para la ciudadanía o la Agència Tributària Valenciana son algunos de los éxitos botánicos que los de Podemos aplauden, pero son más las críticas que emiten: hasta 118 incumplimientos se recogen en el documento.

El que engloba a todos ellos es haber fallado en la «calendarización» de los objetivos, es decir, haber marcado plazos a lo largo de estos cuatro años para acometer cada uno de los acuerdos. Además, también llaman la atención a Compromís y PSPV por no haber establecido previamente una agenda de reuniones.

De hecho, como afirmó Estañ en la rueda de prensa donde avisó de la confección de este documento, la última reunión que Podemos solicitó a sus socios antes del 28A nunca se produjo por «falta de interés» del Consell.

Los de Dalmau catalogan de «falta de lealtad» no haber cumplido con los acuerdos, pero al mismo rango ponen la reforma del estatuto de los expresidentes, impulsada por Podemos y que finalmente ha quedado pendiente revisar los privilegios de los que gozan los anteriores jefes del Consell por falta de interés por parte de PP y PSPV.

Modelo productivo

Por ejes botánicos, tal como está dividido el pacto original, es el nuevo modelo productivo donde más deficiencias se han producido. No se ha producido una reindustrialización, como tampoco se ha recuperado la agricultura ni ha habido cambios sustantivos en el modelo de turismo. El comercio de proximidad no ha gozado de suficientes apoyos institucionales, y es «a tenor de los recursos invertidos por la Generalitat, es difícilmente justificable que se haya impulsado una transición energética caracterizada por la inversión en las renovables». Además, destacan el bloqueo a la Ley SDDR (sistema de depósito, devolución y retorno de envases), una lucha casi en solitario de los morados en las Corts.

El corredor mediterráneo no avanza según el calendario y la ausencia de la conexión Sagunt-Teruel-Zaragoza en los presupuestos de Mariano Rajoy (que finalmente fue incluido en el plan europeo a través de una enmienda), ha «ralentizado» los tiempos.

Aunque destacan el frente común que el Consell ha logrado para exigir una financiación autonómica adecuada, destacan que no ha sido «suficiente» según los resultados obtenidos: más allá de la aparente complicidad del Gobierno central, no ha habido ningún avance más, como tampoco lo ha habido en el reconocimiento de la deuda histórica, que creen que el Consell ha dejado «en un segundo plano».