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Atomización en el parlamento europeo

Liberales y Verdes frenan el crecimiento euroescéptico

El auge de estos grupos enfría las aspiraciones del bloque liderado por Salvini y Le Pen, que aspiraba a sumar un tercio de los votos - Los populares ganan pero retroceden, igual que los socialdemócratas

La composición del Parlamento Europeo dio anoche un vuelco gracias a las fuertes subidas de Liberales y Verdes en las elecciones europeas que desde el jueves y hasta ayer se celebraron en todos los estados miembro y que han puesto en jaque el bipartidismo reinante hasta ayer en Bruselas. El bloque de populares y socialdemócratas perdió la mayoría absoluta de la que gozaron durante la anterior legislatura, lastrados especialmente por el hundimiento socialista en varias plazas importantes, especialmente Alemania o Francia. Los partidos euroescépticos, el gran reto al que se enfrentaba la Unión Europea en estos comicios, experimentaron un crecimiento importante, aunque menor del esperado, y fracasaron en su intento de sumar un tercio de los representantes de la Cámara para poder así bloquear la maquinaria legislativa comunitaria.

En cualquier caso y pese a sus retrocesos, el ganador de las elecciones fue el Partido Popular Europeo seguido de los Socialdemócratas. Según los datos provisionales al cierre de esta edición, los populares pasarían de 216 a 178 y los socialistas de 185 a 152. Los Liberales del ALDE son los que más crecerían (32 escaños) y los Verdes pasarían de sexta a cuarta fuerza política, con 70 representantes y un aumento de 18. A pesar de la pérdida de escaños, el líder del PPE en la Eurocámara, Manfred Weber, advirtió de que «no hay una mayoría estable posible en contra del PPE» y prometió que su grupo «no cooperará con extremistas de derecha o izquierda», apuntando a una unión de fuerzas con socialistas y liberales.

Un éxito ultra incompleto

El bloque euroescéptico, que ha estado dividido en tres formaciones durante esta legislatura en Europa, sumaría 172 asientos, aunque es complejo prever su futura organización debido a los probables cambios en la composición de estos grupos así como de su nombre. El ultranacionalismo de estos partidos, muy diferentes entre sí, hacen que su relación sea difícil y haya estado plagada en anteriores mandatos de enfrentamientos y divisiones internas. Un ejemplo de estos recelos entre euroescépticos son las reticencias que ha mostrado Vox para anunciar en qué grupo integrará a sus tres representantes logrados ayer en España.

El país que más eurodiputados aporta al Parlamento comunitario es Alemania, principal foco del crecimiento de los ecologistas así como del desplome de la dupla gobernante en Bruselas -y también en el país germano- compuesta por los conservadores de la canciller Angela Merkel y los Socialdemócratas.

El bloque popular de Merkel se dejaría seis escaños respecto a 2014 mientras que sus socios dentro de la Gran Coalición, el SPD, sumó un nuevo descalabro, perdiendo once representantes y siendo superado por los Verdes, que ayer se auparon a la segunda posición, pasando de 13 a 23 eurodiputados. La ultraderechista Alternativa por Alemania fue cuarta con diez escaños y los Liberales, quintos con ocho.

Duro revés para Macron

Peores noticias para Bruselas llegaron desde Francia. Allí, la formación de Emmanuel Macron, el autoproclamado líder del europeísmo ante los populismos y la extrema derecha, sufrió un duro revés al ser superado por la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen. El partido ultra repite así victoria en las europeas y sumaría 22 representantes en el Europarlamento. La República en Marcha del presidente quedaría con un escaño menos. Los Verdes fueron los otros ganadores de la jornada en Francia y apuntan a doblar sus asientos al subir de seis a doce. La hecatombe socialdemócrata llega también aquí y se quedaría en seis escaños.

Otro foco de interés estaba ayer en Reino Unido, sumido en pleno proceso de divorcio de la UE. Los británicos votaron el jueves, antes de la dimisión de Theresa May, y lo hicieron con el brexit de fondo. Así, según los primeros sondeos, el partido que aboga por una salida inmediata de la Unión, de Nigel Farrage, habría arrasado al obtener el 33 % de los sufragios. Se cumplen así los pronósticos y tanto laboristas como conservadores habrían sido duramente castigados en las urnas por el farragoso proceso de salida, siendo tercera y quinta fuerza.

Grecia, la imagen de la debacle

Las otras principales plazas en las que triunfó ayer el euroescepticismo fueron Hungría -Viktor Orban obtiene 14 de los 21 escaños-, Polonia -la victoria de los nacionalistas Ley y Justicia les impulsa de cara a las cercanas generales-, Suecia y Bélgica -donde subió el euroescepticismo pese a que los socialdemócratas salvaron los muebles en ambas plazas- e Italia. Este país fue el último en cerrar las urnas pero los primeros resultados apuntaban ya a una clara victoria del actual vicepresidente italiano, Matteo Salvini, con un 30 %. El Partido Demócrata se recuperaría y sería segunda fuerza y el Cinco Estrellas, tercera.

La imagen del descalabro socialista en Europa la simbolizaba anoche el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que tras su descalabro electoral se vio forzado a adelantar elecciones. Además de España, Portugal y Holanda fueron los únicos países donde se impusieron los socialdemócratas.

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