La época en la que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy evitaba pisar la Comunitat Valenciana para que no contaminarse con los casos de corrupción ha pasado a la historia. El PP se la juega y para ganar las elecciones generales y tener opciones de seguir en la Moncloa tendrá que echar el resto en aquellas comunidades que históricamente han constituido su granero de votos y, también, donde más escaños están juego. Valencia es una de esas plazas con el añadido de que la amenaza de Ciudadanos podría ser letal para los intereses electorales de los populares.

De ahí que Rajoy está dispuesto a pelear hasta el último minuto por los votos de los valencianos que en 2011 le dieron 20 escaños. Tras elegir la capital para presentar el programa electoral, el PP confirmó ayer que el acto de cierre de campaña será en la ciudad. Tras valorarse varios emplazamientos y descartarse desde el principio un gran mitin en la plaza de toros, Rajoy 'actuará' de nuevo en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, aunque no en l'Hemisfèric, lugar elegido para el acto del pasado sábado. Fuentes del PP indicaron que el acto tendrá lugar en las arcadas situadas en la explanada del Museo Principe Felipe.

Rajoy coincidirá en Valencia con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que también ha elegido la ciudad para el cierre de campaña.

Con todo, el objetivo del PP es Ciudadanos, que en algunas encuestas aparece por encima del PP en intención de voto. El PPCV perdió el poder institucional, pero fue el partido más votado en la Comunitat Valenciana. Perder su hegemonía sería un duro golpe para los populares que lidera Isabel Bonig. La importancia estratégica de la Comunitat Valenciana se evidencia también en que, además de Rajoy, la plana mayor de Génova aterrizará en esta región durante la campaña. Los nuevos fichajes del PP nacional estarán estos días en la C. Valenciana. La responsable de Programas y estudios, Andrea Levy presentará las propuestas nacionales para los jóvenes en Alicante, mientras que el vicesecretario general de sectorial, Javier Maroto; y el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, también tienen previsto viajar a la CV.

En espera de las primeras espadas, la dirección regional insiste en valencianizar su campaña y en agarrarse al valencianismo para diferenciarse del resto de candidaturas. Ya lo dejó claro ayer el candidato en la lista de Valencia, el exunionista José Maria Chiquillo, al proclamar en una rueda de prensa que el PP es el único partido «de estricta obediencia valenciana». Con la señas de identidad como bandera, Chiquillo cargó contra Ciudadanos por no reconocer la infrafinanciación Valenciana y querer dirigir Valencia desde Barcelona; contra Podemos por desconocer la realidad valenciana y «sentarse al lado de Bildu» en el Congreso y el Senado; y contra Compromís por «mirar al norte». «Pedimos el voto para el PP para que tras el 20 de diciembre, Valencia siga siendo Valencia», proclamó el hasta ahora senador.

Junto a la apelación a la cuestión territorial, Chiquillo tiró de clásicos y, sin citarlo expresamente, abrazó el secesionismo lingüístico. Para ello mostró en una cartulina el eslogan del PP (España en serio) en las lenguas cooficiales, pero con un matiz: «Espanya en sério», para la C. Valenciana y «Espanya amb seny», para Cataluña.