Como los padres de Pablo Iglesias eran socialistas le pusieron Pablo al niño. ¿Sus padres tienen coartada?
Mis padres me llamaron Ana por mi abuela. El problema es que en las encuestas sobre cabezas de lista la peor valorada siempre era yo. La «herencia recibida» es la mala imagen y el poco cariño que suscita esta señora. Hay una parte positiva y es que te da cierta notoriedad. Cuando llegue a Madrid seguro que de entrada no paso inadvertida. Igual dicen «Vuelve Ana Botella» [ríe] y así podré exponer los problemas de los valencianos, las propuestas...
¿Por qué Puig apostó por tres perfiles técnicos para cabezas de lista en la Comunitat Valenciana?
Ximo Puig ha intentado dar respuesta a una demanda de la gente que no quiere políticos profesionales siempre colgados del sueldo público y ha apostado por personas de perfil técnico, pero comprometidas con el partido. Gente con experiencia política, no se la quería jugar a inexperiencia, pero no las típicas personas que han estado siempre viviendo de los cargos públicos. Todo ello complementado con compañeros que en el Congreso nos puedan ayudar.
¿Habría situado a Ciprià Ciscar de número cuatro en la lista?
El que toma las decisiones a lo mejor tiene una visión completa que no siempre tiene el que juzga. Creo que Ciprià puede aportar en el grupo. ¿Que podían haberse renovado más las listas? Pues sí, pero son listas para defender con solvencia los intereses valencianos.
¿El PSOE es viejo por tener 136 años o por falta de renovación?
Un partido debe estar permanentemente regenerándose, renovándose y pensando más en el tipo de personas que pueden ayudar a solucionar problemas de la gente, antes que en clave interna.
Una persona técnica y trajeada, como usted, parece que tenga que ser aburrida y poco política. En cambio, el domingo en la Fonteta se reveló como muy mitinera.
Todos debemos ser políticos y comprometernos; político no sólo es el que tiene cargo público. He estudiado toda mi vida para prepararme, pero no significa que no tenga firmes convicciones. Creo que siempre me han subestimado porque políticamente subestiman a una persona técnica. Si aúnas formación técnica, corazón, compromiso político y principios tienes la combinación perfecta. Argumentos, formación y convicciones.
Entonces, ¿usted tiene alma?
Toda, por eso estoy aquí. Con la edad que tengo y el recorrido en la profesión, estaría muy tranquila. Estuve 5 años en política y me fui porque necesitaba un tiempo para renovarme, para estudiar, y para saber qué quería hacer en la vida.
¿Por qué le hace ilusión ser diputada en el Congreso?
Porque las cosas se cambian desde la política usada noblemente. He visto en estos tres años del PP cómo los técnicos hacemos esfuerzos por ejemplo captando proyectos europeos y luego los malos políticos los torpedean. Entonces piensas que quizás si estás ahí puedas hacerlo.
¿Por qué es socialista?
Por compromiso con la sociedad. Todo empezó cuando era becaria, a mi nadie me ha regalado nada, he estudiado con beca, empecé la tesis doctoral con una beca de investigación, sé cómo te pagan con retraso...
La C. Valenciana ha pasado de exportar naranjas, coches y azulejos a exportar también jóvenes.
Los jóvenes siguen teniendo ese espíritu emprendedor, aunque hay que fomentarlo porque las encuestas dicen que tienden más a querer ser funcionarios que a ir al mundo empresarial. Ese espíritu emprendedor ha sido muy mal usado por gobiernos del PP que devalúan el conocimiento para querer precarizar la mano de obra. Los socialistas queremos volver a invertir en educación, formación e I+D+i.
Entre sus hijos y los de sus compañeros de partido que conoce. ¿Cuántos votos tendrá el PSOE?
No puedo hablar de lo que votarán mis dos hijos, que son veinteañeros. Confían en mí. Muchos jóvenes que conozco han visto con mi reactivación que este partido no responde a la visión de antiguo que venden los emergentes. Se puede tener mi edad, 57 años, y ser una joven total por la ilusión y empuje de seguir defendiendo tus ideas.
¿De quién se siente más cerca, de Esquerra Unida, de Podemos o de Compromís?
De ninguno. No soy nacionalista, no soy radical, soy tolerante, no soy dogmática. No me gustan los partidos que por el bien de los demás intentan imponer un estilo de vida, un reparto de los sueldos, es una revitalización del comunismo, que ya sabemos en lo que quedó. Mi ubicación es de centro izquierda y en la socialdemocracia que apuesta por crecer y compartir. Me llamó la atención que Antonio Montiel (Podemos) dijera «venimos a cambiar las cosas, no a gestionar». Pues aquí hay que arremangarse y gestionar. Creo que la gestión es clave para lograr el cambio, para transformar las cosas.
En diez segundos, ¿por qué hay que votarles?
Porque más allá del show de muchos partidos nuevos hay que pensar con la cabeza y no sólo con el corazón. No puedes votar al que te ha causado el daño y seguirá haciéndolo ni te la puedes jugar a la inexperiencia y las buenas palabras. Con todos nuestros errores, el PSOE siempre ha mantenido su compromiso para que la gente no sufra. No puedes votar a quien se cree con orgullo y prepotencia que todo se arregla en dos días. Les vendría bien un período de rodaje y aprendizaje. Pero el PSOE va a colaborar con todos para mejorar la situación.
O sea que pactarán con inexpertos y «soberbios».
No hablo de coalición, me refiero a acuerdos en los grandes temas.
