El ministro Montoro asegura que la deuda no asfixia al Consell. ¿Pensará lo mismo Isabel Bonig que ha sido consellera?
Lo que es evidente es que hay una deuda histórica que se ha acumulado por la mala financiación. Debemos 40.000 millones y hemos dicho en campaña que hay que condonar, estructurar o aplazar esa deuda. Pero es necesario cambiar el modelo de financiación, aunque hay que reconocer que el FLA nos ha permitido mantener los servicios públicos a coste cero. Hay una deuda no tan exagerada como dice el tripartito, que ahora ha visto la realidad de las cuentas. Pero el PP ya instó al cambio de modelo en una proposición en 2013 y sin el apoyo de PSPV y Compromís. Hay que volver la vista atrás. Nosotros siempre hemos dicho lo mismo. Comparto lo que dice Montoro con matices.
¿Incomoda al PP que el ministro se presente aquí y diga que no existe ahogo económico?
No. Fíjate. En el encuentro de Puig con el presidente Rajoy y también con Montoro ya se dijo que el FLA llegaría en diciembre. No se le puede acusar de electoralismo y recordemos cómo estaba la Generalitat? Aquella Nochevieja que pasó Moragues en 2012? Puig y Oltra la van a pasar más tranquila.
¿Esa reclamación de la deuda o la financiación se le olvidará en cuanto se convierta en diputada?
No. El PP tiene una hoja de ruta marcada muy clara. El presidente Rajoy ha comprometido su palabra y el PP valenciano lo tiene muy claro y quienes me conocen saben de mi reivindicación y mi lucha. Y esas serán de las primeras iniciativas que se van a acometer.
¿Por qué viene ahora tanto Rajoy. Detecta un problema en el histórico granero de votos?
Ahora parece que les molesta que venga tanto. Mire cuando se produjo la pérdida del poder autonómico y local algunos nos querían ver muertos y enterrados. Pero el PP es un partido grande. Ha hecho una catarsis con el liderazgo de Bonig, que ha demostrado gran inteligencia al cohesionar y recomponer el partido. Esta es una legislatura complicada porque el escenario político va a cambiar y hay que estar preparados por si los valencianos nos necesitan.
Bonig pidió para la nueva etapa un ejército de «guerreros». ¿Usted encaja en ese perfil?
(Ríe). Soy una defensora con pasión de aquello en lo que creo, soy mucho de combatir la idea. Siempre he querido contribuir con lo mejor de mí para mejorar mi entorno, Alzira, o ahora la Comunitat Valenciana. Un perfil más batallador porque la política municipal te hace bregar más, en el cuerpo a cuerpo. Mucha gente que va en la candidatura tiene ese perfil.
¿Nota rechazo a las siglas del PP como algún alcalde de su partido sí admite en privado?
Creo que la aceptación al PP ha mejorado. En las autonómicas y municipales hubo un momento de más crispación, pero ahora ya no existe. Antes cuando ofrecías papeletas del PP te podías escuchar cosas feas, es verdad.
Corruptos sobre todo?
Sí. Sabes que yo no rehuyo ningún tema. Tampoco la corrupción. Ahora quien rechaza la papeleta te dice con educación que no te va a votar. Pero creo que la gente ve a un PP renovado, que ha pedido perdón y de forma tajante, porque si a alguien le duele los casos que han salido aisladamente es a mi organización política?
Aisladamente parece una forma compasiva de decirlo.
Bueno, lo que no se puede hacer es una causa general de revisionismo como hace la izquierda. Nos quieren condenar a perpetuidad y yo eso tampoco lo quiero para el PSOE de Andalucía, para Monedero o IU de Asturias. Una vez se ha sancionado, se ha expulsado o se ha llevado a la cárcel, pues ya está. Hasta la fecha el único partido condenado por corrupción es el PSOE. En el PP tenemos señores corruptos que están pagando lo que han hecho a la sociedad y a nuestra organización y nos repugna a todos.
¿Usted o su partido nunca sospechó de cargos como Blasco o de su relación con Tauroni?
Es que eso nadie se lo imagina. Además, el señor Blasco tenía una carrera dilatada, venía del PSOE y en el PP como organización no ha tenido ningún cargo relevante. Es verdad que ha estado en muchas consellerias, lo que demuestra una capacidad y una visión de la Administración, pero nadie podía sospechar que en una materia tan sensible como la cooperación internacional se produjeran ese tipo de desmanes. Me duele.
¿Son asuntos como este los que provocan la desafección?
Si hacemos memoria de todas las barbaridades? la última el insulto de Sánchez a Rajoy. Todos hemos contribuido a degradar la vida política, hay declaraciones del señor Iglesias o la señora Colau, ¿qué estamos haciendo? Es el momento de llamar a la responsabilidad. Ayer escuchaba a la señora Botella (PSPV) decir que las muertes de mujeres por el machismo son culpa de los recortes del PP, eso no se puede admitir. Y eso, llevado al extremo hace que surjan justicieros del pueblo. Hay que respetar el debate de ideas y al adversario y en nada contribuyen declaraciones como la de Sánchez llamando indecente a Rajoy.
