Si hay algo en lo que todos coinciden es que los partidos, independientemente de su color, están obligados a pactar para formar Gobierno en el Congreso más fragmentado de la historia de la democracia española tras las elecciones generales.

El PP, con 123 diputados y un 28'72% de los votos, ha descendido 63 escaños con respecto a las elecciones del año 2011. El PSOE, segundo en la lista con 90 escaños, también ha perdido 20 escaños. Contrasta con los dos partidos emergentes, especialmente por el auge de Podemos que ha conseguido 69 diputados, seguido de Ciudadanos con 40.

Los resultados en la Comunitat Valenciana, el PP resiste y Compromís logra con Podemos pasar por delante del PSPV que, por primera vez, pasa al Congreso como tercera fuerza. Aún así, el PP ha perdido nueve de sus veinte escaños y Compromís-Podemos se presenta en Madrid como líder de la izquierda en la Comunitat. El PSOE se queda con 7 diputados, pierde tres respecto a 2011, y Ciudadanos logra 5.

Ahora bien, ¿cuál es la percepción de la calle? La gran mayoría de los encuestados por Levante-EMV no ve claros los resultados. Opinan que ni se podrá formar gobierno ni se ha castigado lo suficiente al partido mayoritario. Algunos aseguran que la experiencia es la fórmula para formar un gobierno estable, otros celebran los resultados de los partidos emergentes.