Las elecciones generales celebradas este domingo han devuelto al centro-derecha la hegemonía política en la ciudad de Valencia. El PP, acompañado ahora de Ciudadanos, sumaría una hipotética mayoría absoluta en detrimento del «tripartito», que pierde su liderazgo debido al desgaste del tándem Podemos-Compromís. El incremento de votos de los socialistas no ha podido compensar esa caída ni la nueva correlación de fuerzas en el «cap i casal».

Aunque las extrapolaciones siempre son arriesgadas, si trasladamos los resultados electorales de este domingo a una hipotética corporación municipal y la comparamos con la que salió de las urnas en las pasadas elecciones municipales, la principal conclusión es que en sólo seis meses de mandato la izquierda habría perdido el gobierno municipal.

La unión de Compromís con Podemos, que en las pasadas elecciones municipales sumó por separado un 33,5% de los votos y 135.000 sufragios, ahora ha bajado al 26,9% y 121.000 votos, lo que traducido a concejales supone pasar de 12 (9 de Compromís y 3 de València en Comú) a 10.

Del tripartito que gobierna en el Ayuntamiento de Valencia, el único partido que ha resistido el envite y ha sumado apoyos ha sido el Partido Socialista, que en mayo tuvo un 14,2% de los sufragios y 57.000 votos y que ahora ha subido al 15,5% y 69.961 apoyos, lo que lo consolida con sus 5 concejales.

En total, los tres partidos juntos llegarían a los 15 representantes, dos por debajo de la mayoría absoluta, lo que en términos políticos puede considerarse un cierto voto de castigo a algunas de las políticas que se han puesto en marcha en los últimos meses.

El PP, por su parte, cuya oposición ha mantenido un perfil bajo, empieza a crecer de nuevo después del descalabro del mes de mayo, que supuso la salida de Rita Barberá del poder después de 24 años como alcaldesa de la ciudad y cinco mayorías absolutas consecutivas.

Aunque todavía muy alejados de su techo electoral, los populares han ganado 40.000 votos en la ciudad y avanzan desde un porcentaje del 26,1% al 32,3%, es decir, 6,2 puntos más. Eso les daría en unas elecciones municipales 12 concejales.

Por su parte, Ciudadanos, formación que obtuvo 63.000 votos en mayo y un 15,6% de los sufragios, se va ahora a los 74.000 apoyos y el 16,6% del cómputo total. Consolida, por tanto, sus 6 concejales, que ya supusieron un éxito sin precedentes en las anteriores elecciones.

La suma de ambas fuerzas „PP y Ciudadanos„ llega a 18 representantes, uno por encima de la mayoría absoluta, aunque los de Albert Rivera son muy reticentes a apoyar a los partidos tradicionales y esa hipotética coalición precisaría de también mucha negociación.

En definitiva, la correlación de fuerzas vuelve a cambiar y se pone del lado conservador. Los populares, capitaneados por Alfonso Novo, han iniciado la remontada. Y en Ciudadanos, la política de Fernando Giner, que lleva en el puesto desde el mes de marzo, ha tenido también su recompensa.

En la Izquierda, por su parte, sólo los socialistas aguantan este nuevo cambio de tendencia y empiezan a recuperar terreno tras las últimas decepciones. Y lo hacen al frente de concejalías tan fuertes como Economía, Urbanismo o Protección Ciudadana, las más importantes y complejas de la administración local.