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Geografía electoral

La fragmentación del voto barre 350 mayorías absolutas y solo deja 41

El PP sigue como lista más votada en el 80 % de municipios y cuatro comarcas cambian de color

La fragmentación del voto barre 350 mayorías absolutas y solo deja 41

El mismo color, pero mucho más desleído y con cuatro manchas inesperadas en los bordes: tres de tono naranja amoratado y una roja. Así es el vestido electoral que lucen las comarcas valencianas después de los comicios del domingo, que han destrozado el bipartidismo y casi han puesto fin a las victorias por goleada. Si en 2011 hubo 391 mayorías absolutas en la Comunitat Valenciana (382 del PP, incluidas las diez ciudades más pobladas), en esta ocasión se quedan en 41, confinadas todas a pueblos de menos de mil habitantes salvo tres.

El PP continúa como el partido hegemónico en la mayor parte de comarcas pese a perder 553.000 votos con respecto a 2011. Pero con un cambio muy significativo. Antes dominaba las 34 comarcas y 30 de ellas con mayoría absoluta. Ahora, el azul sigue impregnando el mapa. Ha ganado en 30, pero ninguna con más del 50 % del voto.

Los conservadores han dejado escapar cuatro comarcas. El PSPV le arreba els Ports (tierra natal de Ximo Puig) y Compromís-Podemos „nuevo rival de los populares„ se sitúa como fuerza más votada en tres: l´Horta Oest, la Ribera Baixa y el Camp de Morvedre. Parte del antiguo cinturón rojo de la capital, que se tiñó de azul en 2007, combina ahora el naranja con el morado.

Es más: la coalición de Mónica Oltra y Pablo Iglesias se ha quedado al borde del sorpasso al PP en otras tres comarcas. En l´Horta Nord, se queda a 141 papeletas y el 0,1 % de los votos; en el Comtat, sólo pierde por el 0,3 %; y en la Marina Alta se queda segundo por un exiguo 0,5 %, apenas 395 papeletas. Como feudos comarcales, el PP se asienta con más del 40 % en el Baix Segura, la Serranía, el Rincón de Ademuz, l´Alt Millars y l´Alt Maestrat.

El avance de la coalición Compromís-Podemos es palmario en el mapa municipal. El PP gana en el 80 % de municipios: 385 victorias, 38 de ellas por mayoría absoluta. Compromís-Podemos, por su parte, se impone como lista más votada en 109 poblaciones: una de cada cinco. En la cuna de los rellotges de sol, Otos, obtiene más del 50 %. El PSPV paga cara la caída: sólo ha sido la lista más votada en 42 municipios, 24 de ellos con menos de 1.000 habitantes. Sus dos únicas mayorías absolutas las cosecha en Sempere y Villores, 89 vecinos entre ambas. Ciudadanos suma una única victoria: en Higueras (91 habitantes).

Las nueve ciudades valencianas de mayor tamaño son conquistadas por el PP: de Valencia a Benidorm. Paterna (67.000 habitantes) se erige como urbe más poblada en manos de Compromís-Podemos. La marca forjada por Oltra e Iglesias vence en 17 de los 65 municipios valencianos con más de 20.000 habitantes. Paterna, Sagunt, Alcoi, Mislata, Dénia, Burjassot y Ontinyent son sus bastiones.

Esta penetración urbana de la nueva coalición contrasta con la ruralidad mantenida en estas generales por el PSPV. El partido que pilota el Palau de la Generalitat sólo encabeza uno de esos 65 municipios más poblados: Quart de Poblet, que con menos de 25.000 vecinos pasa a ser la nueva capital electoral socialista. Es más: sólo queda en primer puesto en cuatro municipios de más de 5.000 habitantes (Quart, l´Alcúdia, Xixona y Almenara).

Hegemonías «minifundistas»

El fin de los feudos donde una candidatura superaba el 50 % de los sufragios viene marcado por un fenómeno: sólo las retienen las poblaciones más pequeñas y envejecidas. El 80 % de las 41 mayorías absolutas registradas en la Comunitat Valenciana se cuentan en municipios de menos de 500 almas. Y sólo tres de estos triunfos rotundos se dan en poblaciones con más de mil vecinos: Jacarilla, Hondón de los Frailes y Sierra Engarcerán, todos ellos bajo el ala de la gaviota. Hace cuatro años, el 77 % de municipios con más de 20.000 habitantes gozaban de mayoría absoluta.

Castell de Cabres: un triple empate que refleja la igualdad estatal

La aparente ingobernabilidad que han arrojado las urnas españolas tiene un ejemplo elevado al paroxismo en la Comunitat Valenciana. Castell de Cabres, situado en la Tinença de Benifassà y el pueblo valenciano con menos habitantes, ha registrado una situación inédita: un triple empate. De sus 16 vecinos (dos no votaron), el PP, Compromís-Podemos y el PSPV han obtenido cuatro votos cada uno. Ciudadanos recibió un apoyo y UPyD otro. En otros cuatro municipios se ha producido empate: en Benicull y Alfahuir, entre PP y Compromís-Podemos; y en Faura y Vallés, entre Compromís-Podemos y PSPV)

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