­Aunque los dirigentes del Partido Popular se empleen a fondo en reiterar que «los jóvenes no son de izquierdas, eso es un estereotipo», como proclamó la semana pasada Isabel Bonig, los datos sociológicos parecen ir contra esa posición. Según la encuesta de Invest Group para Levante-EMV publicada el último fin semana, si hoy se repitieran elecciones autonómicas, el 34 % de la población entre 18 y 34 años votaría a Compromís, Podemos o Esquerra Unida, frente al 8,5 % que elegiría la papeleta de los populares.

PSPV y Ciudadanos también se quedan con un buen puñado de electores de esta franja d edad. A los socialistas les votaría un 12,6 %, mientras que a la formación de Albert Rivera lo haría un 10,3 %.

Que el voto joven está huyendo del PP se observa sobre todo comparando estas cifras con la encuesta realizada hace ocho meses, con motivo del 9 de octubre. En aquel momento, un 14,3 % de los jóvenes entrevistados dijo haber votado al PP, casi seis puntos más de los que lo harían ahora. Esas papeletas se irían al resto de formaciones de izquierda pero, sobre todo, a Ciudadanos, quien experimenta el mayor crecimiento ya que pasaría de 5,6 % al 10,3 % mencionado.

«Hemos heredado a los jóvenes del PP porque es el partido de los corruptos», explica, tajante, Jesús Salmerón, candidato al Senado de Ciudadanos. Por su parte, Modesto Martínez, edil del PP de Alboraia, señala que «las encuestas son solo encuestas, lo que cuenta son los resultados finales, y ahí se ve que nos siguen apoyando muchos jóvenes».

Junto con María Such (PSPV) y Paula Espinosa (A la Valenciana), los cuatro se encontraron ayer en un debate en la Universitat de València para hablar de educación. Las representantes de las otras dos formaciones que se llevan el voto joven dan más credibilidad al sondeo.

«Los jóvenes han visto que en estos meses el partido socialista ha intentado formar un gobierno de cambio pero no le han dejado. Han visto nuestras propuestas y se han dado cuenta de que somos el único partido con un programa específico para la juventud», señala la candidata al Congreso María Such. «Los jóvenes quiere mirar al futuro. El partido socialista ha sufrido un gran desgaste y buscan fórmulas nuevas», relata Paula Espinosa.

«Más contestatarios»

«Si los jóvenes son de izquierdas o de derechas, es difícil de responder», explica a este periódico la socióloga Aída Vizcaíno. «Lo que sí es cierto es que son más críticos y más contestatarios», añade la experta. En este sentido, destaca que son las nuevas formaciones, Podemos, Ciudadanos y en el caso de la C. Valenciana, Compromís, los que han conseguido hacerse con la confianza de los menores de 34 años.

«Estamos hablando de los ´millenials´, los nacidos en los noventa que han vivido los estragos de la crisis pero no la crisis en sí. Entienden el elemento político como algo antiguo, no han vivido grandes logros políticos, solo oyen hablar de la crisis», señala Vizcaíno. Por ello, esta generación por debajo de los 25 años, busca «lo nuevo, lo diferente. No se pueden identificar con un partido cuyos logros datan de antes siquiera de que nacieran», detalla.

En este sentido, estos jóvenes también son nativos digitales, por lo que las formaciones políticas que han sabido conectado con ellos son aquellas que han utilizado las nuevas tecnologías para comunicarse.

«Es el caso de Compromís. Desde hace 6 o 7 años utilizan las redes sociales, los vídeos de Youtube, para transmitir sus mensajes. Lo mismo ocurre con Podemos. Además de que es un partido donde la mayoría de líderes son jóvenes, su medio tradicional de comunicación es internet», indica la socióloga.

«PP y PSOE han empezado hace un año y medio más o menos a incorporar las redes sociales a sus campañas», apunta Vizcaíno.

«Los jóvenes se enteran de la política indirectamente, por las redes sociales. Probablemente muchos conozcan la campaña de los gatitos de Garzón pero no sepan quiénes son los candidatos autonómicos».

Solo un dato para que los partidos tomen nota: el 70 % de los jóvenes no vio el debate de los candidatos televisado en tres cadenas diferentes.