El 24 de mayo de 2015 se consumó la debacle del PP en la provincia de Castello: perdió 43.000 votos, más de cien concejales y, sobre todo, las principales alcaldías. Por un puñado de votos, retuvo el gobierno de la diputación, a la que Javier Moliner proclamó la «Covadonga del PPCV», el punto de arranque de la reconquista del poder local.

El mandatario popular ordenó mantener las filas prietas, al atribuir el descalabro a la coyuntura nacional y al desgaste general de la marca PP. La estrategia de resistencia comienza a dar sus frutos, ya que las generales del domingo confirman la tendencia alcista de los conservadores. En las pasadas autonómicas, tocaron suelo, cayendo hasta los 86.010 votos (96.384 en las municipales). Las generales de diciembre constataron una mejoría, al sumar 98.341 apoyos, mientras que las del domingo suponen una inyección de optimismo, ya que el PP supera con creces la barrera de los cien mil votos y alcanza los 106.566. Además, es la única fuerza que sube, mientras que el resto pierde apoyos respecto al 20D.

La traslación de resultados a la esfera local confirma el giro a la derecha. El PP revalidaría en la diputación la mayoría absoluta, que habría perdido con los resultados de diciembre. Además, ha sido la fuerza más votada en 112 de los 135 poblaciones y podría gobernar de nuevo en varios de los grandes municipios de Castelló, aunque necesitaría el apoyo de Ciudadanos, al que le está comiendo terreno.

En la capital de la Plana, el PP saca ocho mil votos más que en las pasadas municipales y 2.700 más que en las generales de diciembre. Con C´s se impondría claramente a la suma entre A la Valenciana y PSOE. El bipartito de gobierno (PSOE-Compromís), con el apoyo externo de Castelló en Moviment, tiene motivos para preocuparse, ya que se muestra incapaz de rentabilizar su gestión municipal.

En Vila-real, donde el PSOE obtuvo la mayoría absoluta en las municipales de 2015, el PP revalida la victoria del 20D y A la Valenciana supera de nuevo a los socialistas. Hay un empate entre los bloques de izquierda y derecha.

En Borriana y Onda, con alcaldes socialistas, la suma de PP y C´s superaría a la de PSOE y A la Valenciana, al igual que en Almassora y Benicàssim. En la Vall d´Uixó y l´Alcora, en cambio, el bloque de izquierda sigue siendo mayoritario, como también en Benicarló y Vinaròs.

Hasta en el PP se muestran sorprendidos por el resultado del domingo, que no esperaban tan elevado. Además, destacan que Ciudadanos se está diluyendo. Subrayan que los de Albert Rivera crecieron en la provincia a rebufo de su líder nacional, pero no han sabido aprovechar la coyuntura favorable para montar una estructura territorial que les consolide. De ahí que el PP se muestre convencido de que recuperará el terreno perdido en el centro-derecha y fagocitará el voto de C´s.

La coalición A la Valenciana se confirma como segunda fuerza en la provincia de Castelló, completando el sorpasso al PSOE, al que arrebata el senador. Sin embargo, no ha cumplido sus expectativas, ya que retrocede en votos pese a la suma de EUPV.