El azul popular gana intensidad, el rojo socialista desaparece y el naranja amoratado de A la Valenciana cede protagonismo. Esos detalles son los que marcan el cambio en el mapa electoral de las comarcas valencianas con respecto a los comicios de diciembre. Hay 32 comarcas donde el PP ha ganado las Generales „dos demarcaciones más que hace seis meses„ y la coalición de Compromís, Podemos y Esquerra Unida es la fuerza más votada en dos comarcas: el Camp de Morvedre y la Ribera Baixa, pero deja escapar la mayoría que había conquistado en l´Horta Oest. El PSPV, por su parte, encaja un duro golpe simbólico: ha perdido la única comarca en la que reinaba en porcentaje de voto tras las Generales. Y no es otra que uno de sus feudos históricos, els Ports, la comarca que ha controlado Ximo Puig desde su Morella natal y que el domingo decidió pasar del rojo socialista al azul popular con un 37 % de los votos y por sólo 69 papeletas.
La hegemonía del PP como partido-locomotora valenciano sigue recuperándose en el entramado municipal de la Comunitat Valenciana tras el golpe sufrido el pasado 20D. Con los comicios del domingo, el PP pasa de ser la fuerza más votada en 385 municipios a ganar en 424 poblaciones. Es decir, en el 78 % de las localidades valencianas la gaviota campea como máximo referente político de sus vecinos.
La marca electoral creada por Pablo Iglesias y Mónica Oltra, en cambio, ha sufrido un pinchazo después de haberse sumado Esquerra Unida. De 109 poblaciones en las que fue primer partido en las urnas de hace seis meses, A la Valenciana se ha dejado por el camino la victoria en 25 municipios. Casi uno de cada cuatro en los que había vencido en diciembre. Con ello, la nueva marca de la izquierda pasa a controlar 84 poblaciones valencianas como formación más votada. El PSPV prosigue su descenso en el escalafón de municipios donde el puño y la rosa lucen más frescos que cualquier otra sigla. Pasa de 42 victorias a 33 en apenas medio año.
Las 6 «supermayorías» azules
Hay otra variable cambiante tras las elecciones del domingo. Si las urnas de 2015 certificaron el fin del bipartidismo y liquidaron casi todas las mayorías absolutas, las de 2016 han alumbrado una leve recuperación de victorias con más del 50 % de los votos. Las mayorías absolutas en municipios valencianos pasan de 41 a 62. El dominio del PP en este campo es casi completo: 58 victorias con más del 50 % de los votos, entre ellas Orihuela con sus 83.000 vecinos. Enfrente quedan las dos mayorías absolutas de A la Valenciana: Otos y Carrícola, el antiguo reducto socialista. Y otras dos del PSPV, en Puebla de San Miguel y Sempere. De todos modos, hay un hecho irrefutable: quedan muy lejos las 391 mayorías absolutas que hubo en las Generales de 2011 en la Comunitat Valenciana.
Como curiosidad, destacan las seis supermayorías del PP que rebasan el 70 % de los votos en seis poblaciones valencianas: Culla, con un 77,6 % del voto popular, Villahermosa del Río (76 %), la Serratella (73 %), Villamalur (73 %), Famorca (73 %) y Barracas (71 %). Hay otros siete municipios donde el PP obtiene más del 60 % de papeletas.
Feudos periféricos
Los bastiones del PP valenciano a nivel comarcal quedan marcados en las zonas de frontera. El Alto Mijares, el Rincón de Ademuz, l´Alt Maestrat, la Serranía, l´Alt Palància y la Vega Baja se convierten en las seis comarcas donde la formación conservadora supera el listón del 40 % de los votos, muy por encima del 35,7 de media valenciana y del 33,3 de media estatal.
