Unas elecciones generales se celebran en un terreno de juego diferente al de unas municipales. Es obvio, porque los protagonistas son diferentes y las motivaciones, seguramente, también. Por eso hay electores del Partido Popular que no dudarían en votar a su alcalde comunista porque, «a pesar de ello», es el mejor. Y viceversa. ¿Es lo mismo votar a Mariano Rajoy y su partido para evitar que consiga el poder Pablo Iglesias y el «Frente Popular» que hacerlo pensando en que las alternativas son Joan Ribó y lo que queda de la candidatura presentada por Rita Barberá? Resulta evidente que las cosas van a cambiar bastante hasta que llegue la cita de 2019, tanto de programas como de protagonistas, pero no menos cierto es que cualquier proceso electoral es un indicador de voto a tener en cuenta. Y aunque queda mucho para la búsqueda de un nuevo alcalde, los datos son para tenerlo en cuenta.

Y el análisis barrio por barrio en la ciudad de Valencia deja al descubierto algunos aspectos llamativos que son los que surgen de interpretar la cascada de números que dejaba el escrutinio.

El PP sube en todos los barrios... menos en el de Vicente Aleixandre. Desde los 597 votos que gana en un barrio popular como es Benicalap hasta los nueve de más que consigue en la pedanía de Poble Nou, el Partido Popular gana en todos los distritos de la ciudad ¿En todos? No: pierde en un único lugar: el Palmar. En el particular feudo del hasta hace un año concejal Vicente Aleixandre, con quien las relaciones no son especialmente fluidas.

De los aumentos más significados destaca el aumento en el barrio de Sant Pau, en Campanar, donde mejora un 15,6 por ciento, mientras que las subidas más tenues son en barrios populares como Nazaret (1,5 %), La Luz (1,9). En feudos muy suyos también recupera de forma sensible: asciende entre un ocho y once por ciento en zonas como Mestalla, Gran Via o Exposición.

El comportamiento en el Cabanyal es espectacular: recupera un 9,4 por ciento de votos. Un porcentaje muy parecido al que consigue en Benimàmet con la confesa defensa del «bou embolat».

La izquierda, dos mejor que tres. La unión no siempre hace la fuerza. Ha quedado demostrado con la gran coalición de fuerzas de izquierda. Y el «cap i casal» no sido ajeno a este particular varapalo de la coalición verde, morada y naranja. Sirva el dato: el número de sufragios logrados por «A la Valenciana» es de 119.236. Medio año antes, la unión de sólo dos de ellos, Podemos y Compromís, fue mayor: 121.278. No sólo han perdido sufragios entre ambos, sino que los que logró Esquerra Unida se han ido al limbo. En total, la formación se deja 23.516 sufragios.

La coalición pierde votos en absolutamente todos los barrios de la ciudad. Desde los ocho de Borbotó a los nada menos que 1.239 que se le caen en Benicalap.

El mayor batacazo se lo pega en barrios poco naturales de su electorado, y donde da la sensación de que se le dio un voto de confianza: cae un 40,5 en la Ciudad Universitaria (en la zona del Pla del Real) o en Pla del Remei (24,4 por ciento). Pero también llama la atención que en Nazaret se deja un 21,9 por ciento. En Benimàmet, el escenario de la polémica taurina, pierde un 17,8 por ciento.

El PSPV se recupera en casi todas partes. Salvo unas pequeñas bajadas en algunas pedanías y en la Fuente de San Luis, el partido socialista tiene motivos para celebrar los resultados porque sube en el resto de la ciudad y recupera siete mil votos. Aún está lejos de la coalición de izquierdas, pero recupera valor, que no es poco para una formación que en las últimas elecciones municipales fue literalmente triturado por Compromís. Los mayores subidones del PSPV no responden a un patrón urbano: sube bastante igual en la Gran Vía que en l´Amistat, en el Carmen y en la Ciutat de les Arts.

¿Hay trasvaso de votos con los socios de izquierda? A veces si, a veces no: si A la Valenciana se deja, pro ejemplo, un 24,4 por ciento en Pla del Remei, los socialistas recuperan un 10,1. O si pierden un 21 por ciento en Nazaret, la formación de Pedro Sánchez también pierde un 3 por ciento.

Ciudadanos sólo mejora un poco en Natzaret. Ciudadanos también tendrá que reflexionar porque tan sólo mejora en siete barrios y en algunos de ellos el saldo positivo es pírrico: cuatro votitos en El Pilar, tres en la Ciudad Fallera, dos en La Punta, dos en El Saler y uno en Casas de Bárcena.

El único lugar en el que se luce un poco es en Nazaret con un 7,8 por ciento (que no es más que sumar 26 votos más que el pasado mes de diciembre).

Como el resto de formaciones, las mayores oscilaciones en positivo y en negativo son en pedanías de poca población. Si nos centramos en barrios más poblados, el revés más grande lo sufre en el Camino Hondo del Grao, donde se deja casi el 21 por ciento.