La insistencia de la prensa en los casos de corrupción que han salpicado al Ayuntamiento de Valencia en los últimos meses no logró arrancar a Rita Barberá ni un sólo gesto de autocrítica. Por el contrario, achacó a la oposición, particularmente a Compromís y en menor medida a Esquerra Unida, «la campaña más sucia y ruin que he visto nunca».

Barberá argumentó que el procesamiento y dimisión del vicealcalde Alfonso Grau se basa únicamente en la acusación del Grupo Socialista, a cuya abogada y número 2 en estas elecciones, Sandra Gómez, piensa demandar el 25 de mayo por decir que «los concejales del PP han robado». De su exconcejala y exasesora María José Alcón, admitió que las grabaciones que la implican en el cobro de comisiones, reveladas por Esquerra Unida, «son lamentables», pero recordó que el partido ya ha actuado expulsándola. Y de las factura difundidas por Compromís, cuya publicación ya ha sido denunciada ante la Agencia de Protección de Datos, aseguró que corresponden a gastos de toda la corporación durante seis años. «Yo sólo he hecho 21 viajes en 24 años, fijensé lo que me aprovecho yo de mi cargo», dijo Barberá, quien aseguró que el intento de Compromís de revestir de «diligencias penales» un mero trámite de la Fiscalía «es una prueba vergonzante de manipulación propia de partidos no democráticos».

Bajo ese prisma, Barberá reiteró que no está «implicada en ningún caso de corrupción». Estas denuncias, a su juicio, sólo responden a un intento de acabar con ella y a una pugna dentro de la izquierda. «Esquerra Unida está fuera de todos los sitios y esos escaños se los disputa a Compromís. Se los disputan a ver quién insulta más», explicó.

Apoyos del partido

Rita Barberá contaba ayer, además, con el respaldo explícito y efusivo de Mariano Rajoy, al que agradeció sus palabras en la Plaza de Toros, y el de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien se pronunció acerca de las facturas de la alcaldesa para pedir que «no se adelanten acontecimientos». Lo de la Fiscalía «es un trámite habitual», dijo.

También la portavoz del Consell, María José Català, aprecia «un interés claramente electoralista» en la denuncia de Compromís» y habla de «campaña sucia» contra Barberá, pues esas facturas las tenían hace un año.