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Distintas formas de abordar la campaña

Ayuntamiento digital frente a trituradoras

Rita Barberá empieza la mudanza con la retirada de objetos y documentación personal de su despacho

Retratos con personalidades y recuerdos de los grandes eventos han copado estos años consolas y vitrinas del despacho de Barberá. fernando bustamante

A los grupos políticos de Compromís y PSPV les preocupa el elevado número de bolsas de basura con papeles y documentación que se están viendo estos días sacar de los despachos y concejalías, incluso del despacho de la aún alcaldesa, Rita Barberá, Sus colaboradores reconocen que ya ha empezado a recoger sus papeles y objetos personales del despacho que ha ocupado y que no son pocos dados los 24 años que llevaba en el ayuntamiento. Sin embargo, niegan categóricamente que se estén destruyendo documentos oficiales como expedientes o facturas y recuerdan que la alcaldesa en funciones ha dado orden de facilitar el traspaso de poderes al nuevo gobierno que muy posiblemente dirigirá Joan Ribó.

Temen que el PP esté destruyendo documentación relevante como puede ser correspondencia interna, que sin formar parte de los expedientes sí pueda aportar claves en determinados temas.

Fuentes del PP responden que esos temores son infundados y recuerdan que los expedientes y facturas no se pueden destruir porque están digitalizados. La implantación hace ocho meses de la administración sin papeles, a través del sistema del PIAE (plataforma integrada de administración electrónica) ha obligado a todas las delegaciones a pasar del papel al soporte digital. El PIAE, que tantas quejas suscitó durante las primeras semanas de implantación, se ha convertido ahora en garantía a la hora del relevo en el gobierno municipal.

Los colaboradores de Rita Barberá aseguran que «no hay nada que esconder». Admiten que se están desalojando despachos y destruyendo papeles pero únicamente de carácter personal o sin transcendencia.

En breve también se tendrán que reunir los portavoces de todos los grupos políticos para decidir aspectos como el reparto del espacio físico. Los grupos de la oposición se han situado en esta última legislatura en la tercera planta, que tuvo que remodelarse para hacer sitio a las dos formaciones (Compromís y EU) que junto con el PSPV entraron en el ayuntamiento. El equipo de gobierno por su parte tiene repartidos los despachos entre la plaza del Ayuntamiento y la Tabacalera.

Tras el pleno de constitución del nuevo ayuntamiento que se celebrará el próximo 13 de junio se tendrán que crear las nuevas delegaciones. Está por ver si se mantienen las que ya existen, se agrupan o dividen, o si se crean nuevas como la anunciada concejalía de Agricultura, hasta ahora inexistente y que los grupos de Compromís y Valencia en Comú anunciaron que crearían para proteger y potenciar la huerta.

Los líderes de los grupos políticos tendrán que reunirse asimismo para concretar la aplicación de la ley de Racionalización de la Administración Pública, que limita a 25 los concejales con sueldo en un ayuntamiento como el de Valencia, lo que obligaría a dejar a ocho concejales sin sueldo (aunque sí con dietas), el número de asesores y el sueldo del alcalde, que la citada ley fija en no más de 100.000 euros anuales. Rita Barberá cobra 90.000 euros.

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