El resultado de las elecciones autonómicas en la ciudad de València tuvo el efecto de un puñetazo en la boca del estómago para el PP. Seguramente no entraba en los planes que la extrapolación de votos diera la primacía a Ciudadanos en un feudo donde el PP siempre se ha mostrado especialmente sólido. Y por eso, María José Català parte de la base de que «querer trasladar esos resultados a la realidad municipal es injusto e inexacto. Lo he vivido personalmente en Torrent» y asegura partir con el objetivo no ya de no dejar margen a esa sorpresa, sino a hacer realidad la otra posibilidad: el cambio de color en el ayuntamiento. Con un punto de simbolismo, el inicio de la campaña lo escenificará con tres de sus mensajes más emblemáticos: cenarán en un casal fallero y la primera foto será en Reino de València. Por el nombre de la Avenida y con carril bici cuestionado.

Y es que, sea el color del que sea el partido, los programas electorales tienen mucho de previsible: todo ventajas para el ciudadano. Pero llama más la atención qué flancos se atacan del equipo de gobierno de turno. En el caso del PP, lo hacen claramente: la movilidad. Desaparecerán los carriles bici más discutidos: Alicante, Constitución, Burjassot y Reino de València y reordenarán Colón. Así mismo, anuncian la reversión a sentido único de la Avenida del Oeste. Tienen tan tomada la matrícula al concejal Giuseppe Grezzi, que dijo de él que «lo tienen escondido y no lo van a sacar en toda la campaña. Es un peligro que Joan Ribó cuente con Grezzi en las listas. Hay que dejarse de caprichos que tienen consecuencias nefastas». Y había más: «aún es más grave la falta de eficacia de la EMT». «No estamos en contra ni de bicicletas ni de otro tipo de vehículos, pero sí que estamos a favor del sentido común».

«Sentido Común» es el lema de la campaña. «Que en valenciano tiene una palabra muy bonita: "trellat". Lo que hay que devolver a esta ciudad».

No sólo de movilidad vive el programa popular. Otra actuación de choque es acabar con «el colapso de gestión en autorizaciones y licencias», así como otro para alcanzar rápidamente «las 1.700 plazas de Policía Local que son necesarias en esta ciudad»

También trató de enmendar la plana a una de las medidas estrella de Ciudadanos: el cheque escolar de 200 euros para niños entre cero y tres años. «La gratuidad de la educación infantil será para todas las familias, pero la ayuda no puede ser la misma según edad porque las necesidades son diferentes y caeríamos en un reparto injusto. Destinaremos hasta 35 millones en ayudas en este tema».