La política municipal está condenada al reparto de competencias entre partidos más o menos complementarios. Era de esperar que la líder popular no mostrara preferencia o prioridad por ninguna en especial, pero sí que aportó un matiz: «soy partidaria de crear grandes áreas y que las lleven personas de un mismo partido. Porque si no, luego pasa lo que ha ocurrido en estos cuatro años. Por ejemplo, lo de Movilidad y Policía, regidos por dos partidos diferentes y que la consecuencia ha sido la acumulación de problemas».

No se refirió explícitamente a la necesidad de contar con Vox. «Yo hablo del PP. No le tengo que hacer la campaña a otros partidos» pero avanzó que «soy una persona dialogante con cualquiera» y por si quedan dudas de lo que pasaría si la aritmética es propicia para el nuevo tripartito, «un objetivo prioritario es que Joan Ribó no puede seguir siendo el alcalde de esta ciudad» para añadir, casi como un mal presagio, que «si sigue Ribó, sigue Grezzi».

«No hay que subestimar al PP porque cuando arranca, arranca fuerte porque somos el partido con más militancia» aseguró la candidata a la alcaldía, que pintó un mapa crítico con el gobierno de los últimos cuatro años. «Imposiciones en lo cultural, caprichos sin sentido en la movilidad, desorden económico y amilanamiento en las reivindicaciones».