El Partido Socialista inició ayer su andadura en esta campaña electoral de la forma más festiva posible, con un pasacalles en el que la música y la ilusión fueron la nota dominante, como quieren que sean las dos semanas que ahora comienzan. Ese pasacalles finalizó en la plaza de la Iglesia de los Ángeles, en el corazón del Cabanyal, y allí, en una multitudinaria cena popular, la candidata del PSPV, Sandra Gómez, desgranó sus propósitos en esta campaña y el por qué del Cabanyal para iniciar su andadura.

«No es casualidad que estemos aquí, un barrio de trabajadores, un barrio que puedo decir orgullosa que es el mío, un barrio fuerte que movilizó a toda la ciudad para frenar la ola de especulación», dijo Gómez en referencia a los planes del PP para prolongar Blasco Ibáñez.

Precisamente los líderes de la derecha fueron el primer blanco de su discurso. De la candidata del PP, María Jose Català, recordó que fue consellera de la anterior Generalitat, «la verdadera vieja derecha, esa vieja España clasista que no quiere que nuestros hijos sean iguales». A ella le atribuyó haber quitado más de 4.000 profesores, recortar las ayudas de comedor o «expulsar a más de 10.000 alumnos de nuestras universidades públicas».

De Ciudadanos, por su parte, la candidata socialista aseguró que «representa a la derecha más rancia». Es más, dijo que su candidato, Fernando Giner, es de Ciudadanos «porque en ese momento Vox no estaba de moda».

Pero de igual modo dijo que estos no son el principal problema al que se enfrentan en estas elecciones. «El problema es que tenemos a las puertas del ayuntamiento a esa derecha clasista y rancia junto a la derecha machista, racista y homófoba» que representa Vox.

Así pues, Sandra Gómez hizo un llamamiento a la movilización, porque «estamos muy cerca de ganar, pero ellos también están muy cerca». «Si hace cuatro años nos movilizamos para expulsar la corrupción, ahora nuestra ciudad debe evitar que vuelva la derecha corrupta de la mano de la extrema derecha».

Tras recordar de forma emotiva y muy aplaudida a la figura de Carmen Alborch y a todo lo que representaba para el feminismo y el progreso, la candidata del PSPV, esbozó también algunas líneas de su programa. Según dijo, «queremos que la campaña vaya de ideas, que vaya de los problemas y retos que realmente importan a las familias valencianas». Y para empezar defendió los barrios, el empleo, la igualdad de las mujeres, una ciudad de plazas, sentirse «orgullosa del orgullo», generar oportunidades y ser «una ciudad de todos».

«Lo mejor de nuestra ciudad es que es diversa y plural y que está llena de colores», dijo. «La suma de identidades nos hace más fuertes y yo quiero representar cada una de esas identidades», añadió.

Para el remate final Sandra Gómez se guardó la parte más personal. Al inicio dijo sentirse orgullosa de ser hija de trabajadores y eso, trabajo, es lo que prometió a la ciudad. «No me conformo con resistir, no me conformo con evitar que la ultraderecha tenga las llaves de la ciudad, mi compromiso es que no lleguen ni a entrar, que se queden fuera, bien lejos para que nunca el odio determine nuestro futuro», dijo. Y para eso «es imprescindible que nadie se quede en casa», concluyó.