Joan Ribó, acompañado de Mónica Oltra y Jordi Sebastià, protagonizó ayer el primer acto de campaña de Compromís. El lugar elegido fue el Canyamelar, concretamente la plaza Creu del Canyamelar, un barrio por el que la formación ha mostrado siempre un alto grado de complicidad. Y el formato preparado para la ocasión fue una cena popular con cientos de militantes y simpatizantes que quisieron dar energía al actual alcalde para las dos semanas que tiene por delante hasta el 26 de mayo.

«Comenzamos la campaña electoral y la comenzamos con alegría y una idea muy clara: queremos continuar una València de progreso que mira hacia adelante, porque el gran dilema es mirar hacia el futuro o mirar hacia el pasado», dijo Ribó en alusión a la extrema derecha y sus planteamientos.

Par el candidato de Compromís «es importante plantearse una València de principios como la solidaridad, la eficacia, la igualdad o la diversidad, una serie de elementos que han hecho que València deje de estar en el mapa de la corrupción para ser una ciudad preciosa que se reivindica en todo el mundo por cosas como la solidaridad, la capitalidad mundial de la alimentación, etc.».

Ribó quiso dejar claro que su proyecto es «un proyecto de ilusión». «No tenemos miedo a nadie, a ningún partido, sea el que sea. Lo que planteamos es un proyecto de continuación y de ilusión», dijo. Por eso está seguro de que el Govern de la Nau se volverá a reeditar y defendió esta fórmula de coalición con sus socios de la Nau. «Somos partidos diferentes, pero sabemos ponernos de acuerdo para hacer las cosas bien», explicó Ribó, quien recordó, además, que en esos cuatro año se ha demostrado que saben «gestionar mejor el dinero de todos».

Antes del multitudinario acto del Canyamelar, el alcalde de València anunció la creación de una Oficina de Arbitraje entre particulares como herramienta de mediación que pretende «propiciar acuerdos en casos concretos entre particulares donde sea más probable la resolución del problema» y evitar desahucios por el impago puntual del alquiler.

«Desde Compromís impulsamos propuestas para mantener al vecindario en los barrios, para facilitar la reducción de abandonos por impagos del alquiler y también para ampliar de forma importante el parque de vivienda de alquiler a precio asequible en València», explicó Ribó.

Esa nueva oficina de arbitraje serviría, según dijo, para los casos de impago del alquiler y se uniría a la que ya es una realidad para evitar desahucios por impagos de hipoteca, una oficina que entre el año pasado y los primeros meses de este año ya ha permitido a más de 350 familias mantener su vivienda.

«Estas oficinas atenderán una de las mayores preocupaciones que tengo como alcalde, que las personas puedan tener acceso a una vivienda digna, asegurando que las personas propietarias puedan percibir su alquiler y a la vez evitando que ninguna familia tenga que vivir con miedo de quedarse sin casa», señaló.

Medidas de campaña

Por otro lado, Ribó hizo referencia a las medidas ya anunciadas durante la precampaña, como las 600 nuevas viviendas de alquiler a precio asequible con la creación de una empresa mixta, a las que habría que sumar otras 300 que se construirían con el crédito que el ayuntamiento quiere pedir en el Banco Europeo de Inversiones, o la exigencia al Gobierno central de una limitación urgente de los precios máximos del alquiler «para evitar que estalle una nueva burbuja inmobiliaria».

Ribó también ha propuesto que durante el próximo mandato se priorice como norma general el uso residencial frente al terciario tanto de viviendas como de edificios y solares, fundamentalmente en aquellos barrios donde el acceso a la vivienda, hacer frente a su pago y mantenerlo sea un problema mayor por una terciarización creciente.

«Queremos hacer frente al problema del parque habitacional en València: por un lado con la creación de vivienda de alquiler a precio asequible; por otra, con medidas concretas que impidan que los vecinos de los barrios tengan que abandonarlos porque fondos buitre compren edificios enteros».