«La verdad es que me han embaucado para venir aquí a La Marina, pero también yo me he dejado embaucar». Y risas generales ante la ocurrencia de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, entre el público, que incluía a la clase empresarial y sindical de la ciudad. El PSOE hizo una demostración de fuerza que sirvió a su candidata, Sandra Gómez, para aplicar una particular relación transitiva: si el gobierno de la nación es socialista, que lo es; y el gobierno autonómico es socialista, que también lo es; lo mejor es que haya un gobierno municipal socialista, que lo ha sido sólo a medias durante la última legislatura. Y decía la ministra la cuestión de La Marina porque, en materia de política local, es el gran caballo de batalla: la condonación de la deuda de 370 millones tras el descalabro del Consorcio.

«Si: estamos en un lugar emblemático (el Veles e Vents), muy peleado por el gobierno de València en el escaso tiempo que hemos tenido con Pedro Sánchez. Y nuestro compromiso es firme en cuanto a la viabilidad del Consorcio de la Marina. Por lo que asumiremos la deuda con el ICO, que estaba previamente establecida y que tuvo su reflejo en el proyecto de presupuestos» aseguró Montero, quien apeló a que, en esta ocasión, esas cuentas generales sí que obtengan la aprobación del congreso.

Sandra Gómez insistió en teñir de rojo las instituciones. «Podemos ser mucho si sabemos aprovechar la posibilidad de tejer las alianzas comunes entre un gobierno de España progresista, una Generalitat progresista y un ayuntamiento también progresista».

«Hechos y apuesta»

Refiriéndose a La Marina «cuya condonación de deuda estaba reflejada en esos presupuestos» destacó que, una vez consumada «supondrá poder ofrecer algo muy importante para quien quiere invertir en esta Marina. Y mientras los gobiernos del PP miraban hacia otro lado y a otros sólo les interesaba la polémica, ahora sí que hay hechos y una apuesta, que lidera el PSOE, de acabar con esa deuda».

En los presupuestos también se reflejaba el mayor apoyo al consorcio metropolitano. «Y la lista de inversiones que tenían esos presupuestos eran grandes, con un diez por ciento del total destinado a la Comunitat Valenciana. No son todas las infraestrucutras que hubiésemos querido, pero sí muchas que son importantes para este territorio. Los mimbres para hacer las infraestructuras indispensables, están. Y la garantía del gobierno». Para llegar a la misma conclusión de la propiedad transitiva: «es bueno que los colores políticos de las administraciones puedan remar en la misma dirección. Y, por consiguiente, que el ayuntamiento se incorpore a esta ola».