María Oliver: "Hay que trasladar la rehabilitación del Cabanyal a la ciudad"

P En campaña escuchamos muchas propuestas y lemas, pero ¿qué es lo que nunca diría o haría para ganar votos?

R Lo que nunca haría es mentir. Exagerar medidas o proponer cosas que sabes que no vas a poder cumplir no es razonable.

P Su lema de primarias era «Cuidem València» y el de ahora «la València que cuida». ¿Tan mal ha estado cuidada?

R Es un lema claramente feminista. Esa alusión a los cuidados va directamente a una reflexión sobre el sistema capitalista que deja de lado y sin a computar quien se está encargando de los cuidados, que somos las mujeres. También está ese paralelismo entre la mujer y la ciudad, como administración que se encarga de cuidar a las personas, sobre todo a las que más lo necesitan. El Partido Popular tenía, prácticamente, olvidados a esos colectivos, ellos se dedican más a tener contentos a ciertos lobbys, y eso en estos años lo hemos tratado de cambiar. A eso le añadimos el tema medioambiental que para nosotras es muy importante. Y también incluimos la cuestión animalista.

P¿En qué se traduce eso de poner a las personas primero?

R Se ha visto estos cuatro años, València en Comú ha sido la fuerza política que ha propuesto temas que estaban totalmente fuera de la agenda política. Vivienda y educación han sido un poco los pilares. Para nosotras eran dos cosas que no estaban bien atendidas. Temas como el absentismo o el abandono de los estudios son competencia directa municipal y estaban totalmente abandonados por el Partido Popular y eso estaba teniendo un efecto muy claro en los barrios.

P De hecho, la Comunitat Valenciana tiene una de las tasas más altas en estos aspectos.

R En el caso del absentismo es de los más altos, en el caso del abandono prematuro de los estudios es el más alto de la Comunidad Europea, es un dato revelador.

P ¿Por qué está tan en contra del distrito único educativo?

R En el estudio que ha hecho la Universidad de València en estos dos últimos años se llega a la conclusión de que el distrito único de todas las opciones de zonificación es la peor. La que más segregación comporta. Las familias lo que quieren mayoritariamente es tener un colegio cerca de su casa, y tener opción para elegir, también en el aspecto lingüístico. Eso es lo que tenemos que atender. Muchas veces se habla de que los padres no pueden elegir un colegio concertado, pero lo que estamos viendo es al revés. Hay muchas zonas donde tu no puedes llevar a tu hijo a un colegio laico y esto sí que es un problema.

P Las competencias de sanidad también son autonómicas. Pero desde el ayuntamiento también se pueden plantear medidas. Ha hablado de crear un servicio de dentista municipal. ¿Qué otros avances se pueden dar?

R Llevamos mucho tiempo trabajando con el colectivo de personas que se vieron afectadas por iDental, a raíz de ahí nos dimos cuenta de que es un problema muy grande, que además, está marcando mucho las clases sociales. Otro tema que nos preocupa mucho son las adicciones, y cómo se están tratando. Creo que venimos de una reflexión sobre ellas muy centrada en el tema de la drogadicción, pero en este momento hay otras como las casas de apuestas, las adicciones a las redes sociales o videojuegos de niños y niñas muy pequeños, estamos hablando de diez o doce años, y lo vivo muy personalmente porque son las edades que tienen mis hijos, y creo que ahí hay que abrir el campo de visión.

P Acaba de anunciar que duplicarán las ayudas al alquiler. Los precios no dejan de subir. ¿Es suficiente con dar más ayudas?

R La relación con los bancos los dos primeros años fue bastante buena, pero desde el momento en que el mercado de la vivienda resurgió empezamos otra vez a tener problemas. La banca tiene mucha vivienda vacía, además, la está sacando a fondos de inversión y fondos buitre que al final no resuelven para nada el problema. Por una parte, hay que duplicar las ayudas al alquiler de dos a cuatro millones de euros. Hay que tomar muchas medidas en paralelo que están dentro del Plan Estratégico de Vivienda. Pero es desde alcaldía donde se tiene que hacer. Es el alcalde el que tiene una relación real con los bancos y, por lo tanto, se debe dirigir a ellos en un diálogo de responsabilidad social.

P Usted es arquitecta y se ha mostrado muy crítica con la forma de tratar el urbanismo.

R Tenemos modelos de ciudad diferentes. El PSPV tiene un modelo de ciudad mucho más continuista con el PP.

Recordemos que el PGOU es fruto de un gobierno socialista. Esto lo sabíamos. Lo que nos sorprende y nos apena realmente es que Compromís, que venía con un programa mucho más cercano al nuestro, se ha estado poniendo en el perfil socialista constantemente. Temas como la ZAL, donde Compromís había sido tan explícito en el programa y el tema del modelo de ciudad, cómo han avanzado en los PAI que quedan por redactar, han generado un conflicto porque Compromís se ha alejado de su programa. Esto ha hecho que la confianza que teníamos al alcalde en este momento la tengamos bastante en entredicho porque tenemos dudas de si compartimos o no este modelo de ciudad. Es una cuestión de liderazgo de la alcaldía. Durante la campaña no puedes decir una cosa que luego por una cuestión de pragmatismo absurdo no quieras afrontar.

P Eso es de lo que hablábamos en la primera pregunta.

R Efectivamente.

P ¿Cómo cree que debe ser la futura plaza del ayuntamiento?

R Ahí tenemos el triángulo de plazas. La de Brujas, el entorno del Mercado Central, Catedral y Ayuntamiento que es la zona que considero que tendría que tener otro ángulo de recorrido peatonal. La plaza del Ayuntamiento me la imagino en su mayoría peatonalizada. La entrada desde la estación, como en cualquier ciudad europea, estaría mayoritariamente peatonalizada y cambiaría mucho la percepción de las personas que llegan a la ciudad hacia la plaza del Ayuntamiento o la Catedral.

P Me viene a la mente Oslo.

R Sí, y muchas más ciudades. Los entornos de las estaciones son un símbolo de bienvenida y al final creo que como todas viajamos bastante sabemos muy bien cómo se valora esto cuando llega a un sitio.

P ¿Los PAI como el de Benimaclet están generando protestas. ¿Ese modelo de seguir construyendo así es el correcto?

R Lo estamos viendo en toda la campaña en todos los barrios. València está inacabada en muchos barrios, hay muchos solares que, además generan gran cantidad de problemas. En el momento en que una ciudad plantea sectores nuevos de construcción está desviando la atención del promotor hacia ellos porque los ven más rentables.

P ¿Cómo lo revertiría?

Deberíamos tomarnos con calma los sectores que nos quedan por desarrollar, intentar hacerlo con una reflexión del siglo XXI. Para esto necesitamos la ayuda de otras administraciones públicas porque los ayuntamiento en España tenemos el nivel de financiación más bajo de la UE. A partir de ahí, esperar a desarrollar nuevos espacios hasta que no se completen zonas como Malilla u otras. Urbanismo se tiene que dedicar a la ciudad construida. Por otra parte, hay un tema que generaría muchos puestos de trabajo, como es la rehabilitación. En esta ciudad, no se está dedicando urbanismo a rehabilitar el propio parque de inicio y creo que es lo que hace falta. Trasladar el proyecto de rehabilitación del Cabanyal a la ciudad, a barrios donde también se necesita como Orriols, Torrefiel, Fuensanta y muchos más.

P Hablemos de movilidad. En esta legislatura parece que este tema iba vinculado solo a los carriles bici, pero hay mucho más. ¿Cuáles son sus prioridades?

R Una de las cosas que más se está notando es el deterioro de las cercanías. Creo que a medio plazo nos puede hacer mucho daño como ciudad y como área metropolitana. El concepto de área metropolitana se tiene que recuperar, cambiando el concepto de los años 80 de una ciudad servida por su entorno, a una ciudad que sirva a su entorno. València debe ponerse a disposición de los núcleos urbanos que la rodean también para garantizar entre todas el entorno natural que compartimos. Ahí es donde estamos en serio peligro. Madrid ha decidido que seamos su puerto, su zona industrial y su zona gris, pero sin preguntarnos.

P València es una ciudad con un gran patrimonio, pero también sufre agresiones vandálicas o incluso efectos de fiestas como se vio en las verbenas falleras. ¿Qué medidas plantearía para proteger el patrimonio?

R La reflexión es cómo el patrimonio inmaterial, como son las Fallas, está afectando al patrimonio digamos natural. Las Fallas son un caso puntual, pero a lo largo del año la afluencia de turistas para nosotras es una oportunidad para generar una tasa turística y, precisamente, con ella, mejorar los servicios que se vean beneficiados también los propios turistas. Y caminar así por una mejor ciudad para todas; para quienes la habitamos y para aquellas personas que vienen que reciban lo mejor de la ciudad.

P El pasado miércoles todos los partidos se comprometieron a destinar el 0,7 % a cooperación, pero para 2030. ¿Tan difícil es que sea una realidad a más corto plazo?

R Hay un juego con el 0,7 respecto a qué, si que lo hemos conseguido en ciertas áreas, pero lo que queremos es el 0,7 de todos los recursos del ayuntamiento. No es difícil, pero se prefiere hacer de una forma escalonada también porque cada vez que pones dinero en un sitio, lo tienes que sacar de otro. Durante estos cuatro años hemos ido poco a poco, ahora mismo estaremos en un 0,4 aproximadamente, creo que sí que es acertado hacerlo de manera escalonada, así permites al tejido de las ONG ir acostumbrándose a ir cada vez manejando más recursos y de una manera más justa y transparente. Es un tejido que ha sufrido también el tema del caso Blasco. Estamos trabajando con ellos porque tienen mucho interés en que la gente vea que trabajan de forma transparente y que son gente que lo da todo por la cooperación.

P Cree que se mantendrá la concejalía de Cooperación?

R Espero que sí porque el tema de cooperación y refugio y la visión y atención a los recién llegados es importante porque los necesitamos y los tenemos que tratar muy bien. Estamos trabajando para ver si podemos poner en marcha una tarjeta de vecindad, porque nos hemos dado cuenta que el ministerio está tardando como un año o año y medio en hacer las entrevistas pertinentes para que las familias pasen a ser atendidas con recursos estatales y esto nos está generando un problema real durante ese año de cómo atender a esas familias, que no es competencia nuestra, pero están en nuestras calles y las tenemos que atender. Son familias que vienen huyendo de sus países, con sus hijas e hijos y vienen aquí con lo puesto. Creo que hay que atenderles como nos gustaría que nos atendieran a nosotras en esta situación.

P Con el Aquarius hubo críticas de oportunismo, dedicadas al gobierno central, pero también a otras instituciones.

R También desde el govern de la Nau ha habido una sobre exposición en el caso del Aquarius que luego no se ha concretado en consolidar los presupuestos del año anterior. Eso nos ha molestado mucho y por eso en la modificación de créditos no la aprobamos para visibilizar esta situación. Está muy bien hacerse fotos, pero creo que no puedes hacerte una foto acogiendo a la gente del Aquarius teniendo a niñas esperando una vivienda en un rellano de una escalera en tus propias dependencias municipales. Esto para nosotras es insoportable, insoportable (remarca) y no se puede explicar.

P En estas elecciones los candidatos de los seis partidos con más opciones son 3 mujeres y tres hombres. ¿Cree que esta paridad refleja la que se está alcanzando en la sociedad?

R En política la igualdad es un poco difícil de explicar lo que hay detrás. Me gustaría que llegáramos todas las mujeres apoyadas por equipos de mujeres a ser candidatas. En muchas ocasiones son mujeres que llegan apoyadas por equipos de hombres. Y esto se ve claramente en la frugalidad de las carreras políticas de muchas mujeres que aguantamos mucho menos que los hombres.

P ¿Qué se puede hacer por la Igualdad desde la política local?

R Una de las últimas propuestas que hicimos fue darle prioridad al colectivo de mujeres víctimas de violencia machista a la hora de gestionar los recursos de vivienda municipal. Tenemos pendiente una reunión con la coordinadora feminista, que la aplazamos porque estábamos en elecciones y no queríamos que pareciera que estábamos manipulando un discurso que nos parece muy serio. En esta reunión es ver cómo se tienen que asignar estos recursos para no generar problemas, el anonimato de las víctimas, qué tipo de viviendas y barrios. Trabajar con ellas para no cometer errores.

P En España las mayorías absolutas son ya cosa del pasado. Hay discursos que hablan de la dificultad de gobernar, de la falta de estabilidad o incluso resaltan los ataques internos entre partidos socios de gobierno como ha pasado en esta legislatura. ¿Falta más política de pactos tanto desde los partidos como desde la comprensión de la misma por la ciudadanía?

R lo que se está viendo es que la ciudadanía tiene cada vez una democracia más madura. No solamente busca mayor variedad en los mensajes políticos, sino que luego vota de manera diferente dependiendo del territorio. Esto es un mensaje muy claro de que no hay tanto hooliganismo en política, la gente se lee los programas, escucha lo que le dices, observa muy bien cuál es tu comportamiento en las instituciones y luego decide. Independientemente de que al final en la política hay mucho márketing, y luego claro al final hay partidos que tienen más medios y miedos también. Cuanto más dinero te dejan menos puedes luego hacer.

P ¿Teme la barrera del 5 %?

R No. La verdad es que no. Es un panorama que no está en ninguna encuesta. Creo que, además, el hecho de sumar a Esquerra Unida ha sido un poco esta reflexión. Es verdad que nos cuesta mucho llegar al gran público porque no tenemos los medios de otros. No hemos tenido la alcaldía y de alguna manera, de nuestro trabajo se apropian otras fuerzas políticas y eso nos afecta.

P ¿Mantendrán los tres concejales actuales?

R Me gustaría llegar a cuatro. Estamos haciendo un trabajo muy intenso para acercarnos más al resultado estatal que al autonómico.

P ¿Cómo de importante sería la aportación de Unidas Podem-EU a un Govern de la Nau dos?

R De momento somos llave. Se da como un doble empate técnico entre el bloque progresista y el de derecha y ultraderecha. Dentro del bloque progresista podría haber un empate entre el PSPV y Compromís, y una necesidad de que Unidas Podemos esté ahí marcando el paso. Es la oportunidad que tenemos. El hecho de que el partido que no tiene préstamos con los bancos y que puede tener esta libertad a la hora de defender los derechos de la ciudadanía sea el que puede tener la llave del gobierno es muy positivo.

P ¿Qué condiciones plantearían para entrar en ese hipotético gobierno?

R Objetivos políticos. Sobre todo un gran esfuerzo en el tema de la vivienda que es fundamental. Y una revisión de la relación con el puerto. Queremos que haya una mesa Puerto-Ciudad, como la que puede haber en Mallorca, además, que estén las asociaciones de vecinos. Eso va a ser fundamental para nosotras. Ahí nos estamos jugando muchas cosas y la gente no lo sabe. En educación, abordar el tema de las escuelas infantiles, absentismo, pero sobre todo el abandono escolar. Hay que trabajar con una mirada amplia y desde la alcaldía. Queremos revisar también el concepto de alcalde, al final esa visibilidad que tiene te la tienes que ganar y creo que a Ribó le ha faltado mucho liderazgo.

P ¿Al hablar de revisar ese concepto de alcalde se refiere a cómo representar a las diferentes fuerzas del gobierno?

R Sí. En todos los temas importantes que tengan que ver con el modelo de ciudad deben poder estar todos los partidos que formen el gobierno. En esta legislatura ha pasado una cosa muy grave y es que en las relaciones Puerto-Ciudad el alcalde ha estado yendo por libre, sin reuniones previas con nosotras ni contar con nosotras en absoluto. Y eso no lo vamos a tolerar más.

P Y si València en Comú no entrara en un gobierno de Compromís y PSPV. ¿Cómo sería su posición desde la oposición donde puede estar incluso la extrema derecha?

R Nosotras pediríamos estar en el gobierno porque creo que tiene cierta lógica. Si nuestras socias decidieran otra opción, trabajaríamos para la ciudadanía igual desde la oposición. No en la línea del resto, pero sí.

P ¿Qué le diría la María Oliver estudiante de arquitectura a esta Oliver candidata?

R Creo que al final he desaprendido muchas cosas de la carrera que me han venido muy bien. Cuando yo la estudié era una carrera evidentemente técnica, y tanto la arquitectura como el urbanismo tienen una pata social irrenunciable que la he tenido que aprender después. Y creo que eso me ha hecho mejor persona.

P ¿Qué cree que le diría la María Oliver jubilada a esta candidata?

R Me gustaría que le dijera que gracias a nuestra locura de meternos en política se recuperó la ciudad, se recuperó un modelo de ciudad que está en serio riesgo. Me gustaría que la María jubilada pudiera pasear por una ZAL verde, pudiera llevar a sus nietos a colegios donde se comieran productos de proximidad de la huerta y pudieran ir a la playa del Saler sin tener buques petroleros delante. Eso es lo que me gustaría.

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