Como no podía ser de otra manera la movilidad se convirtió en el tema estrella del debate de ayer en la sede de la ONCE, aunque la gran novedad es que las promesas para mejorar al transporte público quitaron el foco del carril bici, omnipresente en campaña. De hecho, el tono del debate fue mucho más relajado que en otras ocasiones. Posiblemente porque en el bloque sobre el modelo de ciudad las candidatas y candidatos ya se lanzaron los dardos más envenenados de la noche.

La candidata del PP, María José Català, y el de Ciudadanos, Fernando Giner, recurrieron a sus clásicos en campaña, es decir, «la ciudad está atascada» y «revertiremos los carriles bici más problemáticos». Eso sí, el líder de Ciudadanos insistió en que pese a que sus propuestas son las de eliminar los conflictos creados «a martillazos», su partido «está a favor de la sostenibilidad».

El «hartazgo» de la campaña

El alcalde Joan Ribó y la candidata socialista Sandra Gómez se desentendieron de las críticas de la oposición sobre el supuesto «atasco» de la ciudad. El líder de Compromís porque basó su discurso en prometer que el segundo mandato será el del transporte público «tras tapar los agujeros del PP con 17 millones de deuda en la EMT» y trabajará para reducir las frecuencias de la EMT, además de que exigirá al Estado los fondos para crear un transporte metropolitano potente. Por su parte, la aspirante del PSPV-PSOE explicó que está «harta» de que la derecha cree conflicto con las cuestiones de movilidad y que su bandera será «la del diálogo y el consenso» para las principales decisiones de movilidad, y además recordó su promesa estrella: EMT gratuita para menos de 25 años.

La candidata de Unides Podem-EU, María Oliver, afeó a Ciudadanos que haya tergiversado sus palabras sobre la calle Russafa, donde no quiere revertir el carril «sino ampliar las aceras», porque el eje fundamental de sus propuestas son los peatones. Su objetivo es «pacificar el tráfico» para potenciar los itinerarios para los viandantes, que no haga falta «segregar carriles bici» y «podamos convivir todos».

Pero PP y Ciudadanos también fueron propositivos en materia de movilidad. Català apostó por el vehículo y el patinete compartido, la creación de aparcamientos lanzadera y un bus urbano eficaz con mejores frecuencias. Por su parte, Giner se comprometió a hacer una ciudad accesible para las personas dependientes, que nadie espere un autobús de la EMT más de 10 minutos y que todas las paradas cuenten con marquesina.

Peatonalización de 12 plazas

En el bloque de izquierdas, Sandra Gómez prometió la peatonalización de 12 plazas en la ciudad en el próximo mandato, mientras Ribó habló de convertir en zonas para viandantes la plaza del Ayuntamiento, la Reina, Brujas, Mercat o San Agustín, además de remodelar la estación de autobuses y acabar con la competencia desleal de VTC con el taxi.