Los socialistas quieren entrar a gobernar en la Diputación de Alicante. Así lo sostuvieron ayer fuentes socialistas y así lo avalan los resultados, que dan una mayoría con cierta ventaja al PSPV respecto al PP. En concreto, en la provincia los socialistas han cosechado el 37 % de los votos frente a los populares, que se quedan en el 29.5 %. Una caída de tres puntos respecto a 2015 que podrían provocar que perdieran la corporación provincial que durante 24 años ha dirigido el PP, primero con Carlos Fabra y en el último mandato con Javier Moliner.

Las fuentes populares no quisieron dar por perdida la institución, símbolo del PP tras la debacle de 2015. Entonces, tras perder la Generalitat, solo mantuvieron la diputación de Castelló y la de Alicante. Prefirieron esperar al recuento oficial de votos por partidos judiciales.

Mientras, por parte del PSPV, fuentes del partido daban por hecha una victoria socialista gracias a los votos en las ciudades de Castelló y Nules. Según el recuento que manejaban en el partido, el PSPV podría entrar a la diputación con 12 escaños, seguido de cerca por el PP, con 11 asientos. Compromís obtendría dos diputados provinciales y Ciudadanos otros dos.

Así, el PP se deja tres diputados en estas elecciones. Ahora gobierna con 14, frente a lo ocho que tiene el PSPV. Compromís se mantendría pues ha gobernado con 2, como Ciudadanos.

Anoche, el secretario general del PSPV en la provincia, Ernest Blanch, afirmó que el PSPV «es el primer partido de la provincia» y que «después de 24 años, la Diputación de Castelló puede tener mayoría socialista y de izquierdas».

En unas declaraciones en la sede socialista de la ciudad de Castelló, Blanch aseguró que «el PSPV ha ganado las elecciones en las comarcas de Castellón» porque «la gente ha hablado y ha dicho que quiere unos pueblos y unas ciudades más justas, donde haya oportunidades de futuro y no se deje a nadie atrás». En concreto, destacó la «gran mayoría» de Amparo Marco en la capital de la provincia.

A su juicio, «después de 24 años, la Diputación de Castelló puede tener mayoría socialista y de izquierdas» algo que constata que «la gente quiere un cambio, quiere llenar de luz un espacio donde había oscuridad y que entren el diálogo y las ideas».

Blanch recordó a Francisco Solsona, que dejó de ser presidente socialista de la Diputación de Castelló hace 24 años.

En su opinión, «hace 24 años que la diputación no está al servicio del pueblo sino de los amigos de los que la dirigen», al tiempo que ha agradecido «a los compañeros que en estos años han trabajado por hacer una Diputación más justa y han plantado cara a la mafia y al clientelismo».

Finalmente, se felicitó porque anoche los socialistas habían ganado «probablemente la Diputación», mientras Ximo Puig es president de la Generalitat y Amparo Marco es «la alcaldesa de Castelló».