El plantón de Sandra Gómez a Ribó por las formas y el fondo de su cita de hoy dejó en un segundo plano la comparecencia de la portavoz socialista ante los medios de comunicación para explicar sus posiciones de partida en esa reunión que ya no se celebrará. Y no fueron temas menores los que abordó la portavoz socialista, que volvió a pedir un liderazgo compartido» que podría traducirse en una vicealcaldía y que advirtió que formará parte del Gobierno «siempre y cuando ese gobierno se ajuste al programa del Partido Socialista».

Gómez no cree que la gente quiera un reparto de sillones ni que se negocie ya quién va a ocupar cada área. «La gente quiere que hablemos de los retos que tiene esta ciudad y en esto nos vamos a centrar», dijo la portavoz socialista, que considera «extemporáneos» los debates que se han abierto en Compromís a cuenta de las nuevas concejalías o la forma de gobernar el nuevo ayuntamiento.

Su prioridad es hacer un programa conjunto, «porque somos partidos diferentes» y porque «hay que concentrar esfuerzos en los próximos cuatro años». Así pues, propuso la creación de una comisión que elabore ese programa y construya «un proyecto compartido». «Tenemos que ver cómo abordamos la universalización de la educación de cero a tres años, cómo mejoramos la movilidad, cómo abordamos nuestras fiestas y tradiciones, cómo gestionamos la educación pública, cómo hacemos una València que piense en los barrios o que piense en cómo hacer el parque de desembocadura o las plazas del centro», dijo.

Es más, no descarta quedarse fuera del gobierno municipal si no se llega a un acuerdo de programa, siempre garantizando, eso sí, un gobierno progresista en la ciudad de València. Preguntada por esa posibilidad dijo: «Nosotros estaremos dentro de un gobierno siempre y cuando ese gobierno se ajuste al programa del partido socialista y haya un proyecto común y compartido. Creo que he sido clara».

Esta no es, en cualquier caso, una opción deseable para los socialistas, que prefieren abordar una negociación haciendo valer la nueva correlación de fuerzas y su aumento de representación en el Ayuntamiento de València, incluida la consecución de una vicealcaldía.

«El Gobierno ha cambiado. Antes el partido socialista estaba en una situación de cinco a doce concejales y ahora eso ha cambiado radicalmente, por tanto si queremos que haya un gobierno de dos, el liderato debe ser compartido. Tanto un partido como otro ha sido necesario para mantener el gobierno de izquierdas. Y sinceramente, el Partido Socialista ha sido el que más confianza ha sumado en estos cuatro años, ya que somos el partido que más ha subido y sin ese crecimiento del Partido Socialista dudamos que la izquierda hubiera mantenido el gobierno», justificó Gómez.