Un buen liderazgo es la clave para el correcto funcionamiento de toda organización. Inmersas en un panorama económico en el que las empresas se han visto sometidas a presiones continuas a causa de la crisis, el liderazgo se ha convertido en uno de los pilares más importantes de cualquier compañía, cuyo objetivo es salir airosa de este escenario adverso.

Hoy más que nunca las empresas deben remar al unísono y seguir unos objetivos claros y conocidos por todos. Para ello, debe haber una persona válida y capaz, que asuma los riesgos necesarios con claridad de ideas y la debida cautela.

¿Cómo ser un buen líder?

Hay ciertas cualidades que definen un buen líder. Vamos a intentar enumerar las más importantes:

1- Tener confianza en uno mismo. Esto le dará seguridad en la toma de decisiones, lo que influirá en el equipo a la hora de llevarlas a cabo. “Para que alguien confíe en ti, el primero en hacerlo debes ser tú mismo”.

2- Tener el control de sí mismo. Si no se consigue mantener la calma en los momentos críticos, no se podrá mantener la del equipo. Es una cualidad importante, ya que no deben flaquear las fuerzas y la confianza si algo no ha salido bien. Nunca debe considerarse como un fracaso, sino como una enseñanza para hacerlo mejor. A veces se gana y a veces se aprende.

3- Ser justo. Un líder debe saber lidiar con los conflictos internos de su equipo, premiando a aquellos que sean merecedores, potenciando e incentivando el esfuerzo, valorando el trabajo en equipo y demostrando el reconocimiento a quienes se hayan dejado la piel con su dedicación.

4- Ser creativo. Un ambiente empresarial formado por un equipo de personas puede presentar conflictos día tras día. Un líder debe tener imaginación para solucionarlos, siendo capaz de aportar soluciones e ideas creativas, y no esperar que el equipo haga el “trabajo sucio”.

5- Ser proactivo y resolutivo. Si por algo una persona tiene el liderazgo de una empresa es por la capacidad de tomar las riendas sin necesidad de empuje alguno.

6- Ser autocrítico. Según Jesús López, Subdirector del Master en Administración de Empresas (MBA) de la Cámara de Comercio de Valencia “esta puede ser una de las cualidades más importantes, ya que de ella se desprende la humildad que se necesita para mejorar y crecer como profesional, y conseguir que todo el equipo también lo sea, mejorando y creciendo todos a una”.

¿Cómo podemos recuperar el liderazgo perdido?

Para recuperar el liderazgo en una empresa, o lograrlo cuando existe un cambio al frente de un equipo, resumimos diferentes consejos que pueden seguirse para incrementar las posibilidades de éxito. Tomen nota:

1- Analizar la situación. Lo primero que hay que analizar es qué ocurre y conocer todas las variables sobre las que podemos influir e intentar detectar, en la medida de lo posible, la causa de la pérdida de confianza.

2- Es necesaria una buena planificación. Si el equipo ve que no hay ningún plan a seguir que sirva como guía para llegar a la consecución de los trabajos de la manera y en el tiempo que el cliente lo ha solicitado, se sentirán desmotivados y mal liderados.

3- También necesitaremos una buena comunicación. Fundamental en cualquier caso ya que es la base del buen funcionamiento de cualquier relación social. Más aún si los objetivos de varias personas son comunes. De hecho, es importante comunicar todo aquello en lo que destacan los componentes del equipo, aporta confianza y positivismo además de ganas de “arrimar el hombro”.

4- Analizar el éxito de cada tarea. No es necesario malgastar el tiempo revisando cada paso seguido, pero sí debemos analizar los puntos negativos y positivos para poder hacerlo mejor en el futuro.

5- Saber tomar las decisiones difíciles. No hay nada más tóxico que un componente que no encaja, que invierte su tiempo en mermar la confianza del equipo, y que retrasa y dificulta la consecución del objetivo común.