El corazón es el músculo más fuerte de nuestro cuerpo. No descansa nunca, despiertos o dormidos sigue trabajando para que la sangre se mantenga en movimiento dentro del organismo. Es el órgano al que más han recurrido a escritores, músicos y poetas para hablar de sentimientos, símbolo por excelencia del amor y la pasión.

Pero el corazón hay que cuidarlo y, para recordárnoslo, el 29 de septiembre de cada año celebramos su Día Mundial. Según apunta la Fundación Española del Corazón, si todos consiguiésemos tener una alimentación sana y practicásemos ejercicio con regularidad, estaríamos en el camino de lograr que las enfermedades cardiovasculares dejasen de ser la primera causa de muerte en el mundo. Y es que, si no cambiamos nuestro hábitos y estilo de vida, las estimaciones apuntan a que esa cifra crecerá y alcanzará los 23 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en 2030.

En España cada año fallecen 120.000 por estas causas, siendo las mujeres respecto a los hombres, el colectivo que más sufre sus consecuencias; en especial, a partir de 50 años. La doctora Catheline Lauwers, jefa del servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud de Valencia, hospital referente en el tratamiento de la patología cardiovascular, explica que: "En el origen de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares se encuentra la arteriosclerosis, una dolencia causada fundamentalmente por la obstrucción de las arterias debido al depósito de colesterol" a lo que añade, "Otros factores de riesgo son la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, así como la herencia genética".

En cuanto al hecho de que afecte más a las mujeres que a los hombres, la doctora indica que se debe fundamentalmente a la caída de estrógenos que se produce con la menopausia: "Esta reducción de los estrógenos, hormonas protectoras frente a las enfermedades cardiovasculares, provoca un aumento de peso, un incremento del colesterol y la aparición de la hipertensión y la diabetes" y puntualiza "Los signos de alarma de la cardiopatía isquémica en la mujer son más inespecíficos ya que se presentan como un dolor menos intenso que no suele radiar al brazo izquierdo y que suele ir acompañado de una falta de aire, lo que provoca, en numerosas ocasiones, un retraso en el diagnóstico".

La hipertensión también está en el origen de la mayoría de las patologías cardiovasculares ya que, cuanto mayor presión arterial hay, mayor es la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, un ictus o enfermedad renal. En el caso de España, el 40% de la población adulta se ve afectada, porcentaje que alcanza el 85% entre los mayores de 65 años. Como explica el doctor Rafael Florenciano, cardiólogo del Hospital Quironsalud de Torrevieja, los consejos para mantener a raya nuestra hipertensión se basa en un modo de vida saludable, relacionado sobre todo con lo que comemos y nuestra actividad física. Además, debemos tener en cuenta el tipo de vida que llevamos: el trabajo, el estrés, el tiempo que dedicamos a nosotros mismos y a nuestros seres más cercanos, así como los hábitos tóxicos o saludables que tengamos.

¿Cómo se produce el infarto de miocardio?

Pocas expresiones son tan habituales como "¡me va a dar un infarto!" cuando nos referimos a que algo nos colapsa, nos desborda. Y es que los infartos son muy populares. El infarto agudo de miocardio sigue siendo, a día de hoy, la manifestación más importante de la cardiopatía isquémica. La doctora Eva Rumiz, especialista en hemodinámica del Hospital Quironsalud Valencia, nos explica cómo se produce el infarto agudo de miocardio: "Hay una reducción o cese completo del riego sanguíneo en una arteria coronaria, cuya función es llevar la sangre al corazón. Un infarto siempre implica un área de necrosis o cicatriz en el corazón que, según su tamaño o extensión, puede provocar que el paciente sufra síntomas de insuficiencia cardíaca por fallo de bomba".

Según los especialistas, la atención precoz del paciente es fundamental. La doctora Rumiz señala que: "La rápida actuación implica que el infartado acuda rápidamente al servicio de urgencias ante alguno de sus síntomas, así como que el centro hospitalario ponga inmediatamente en marcha el protocolo de actuación denominado código infarto cuyo objetivo es la apertura precoz de la arteria infartada, ya que cuanto antes se realice esa apertura menor será el daño del infarto agudo de miocardio y mejor el pronóstico del paciente".

Síntomas de un infarto

La doctora Eva Rumiz describe los síntomas más comunes de un infarto de miocardio y aconseja acudir al servicio de urgencias ante cualquiera de ellos: "Dolor en el centro del pecho irradiando o no a ambos brazos o al brazo izquierdo acompañados de sensación de sudoración o náuseas, a lo que puntualiza "En las mujeres, sobre todo de edad más avanzada, los síntomas no son tan típicos ni conocidos como en el hombre. Síntomas como la dificultad para respirar, palpitaciones, dolor en la boca del estómago o sensación de indigestión son indicadores de que algo no funciona bien".

¿Qué hacer ante un caso de infarto?

En caso de infarto lo más importante es reaccionar con calma y ponerse en manos de profesionales lo antes posible, llamando a los servicios de urgencias y/o acudiendo directamente a ellos. Con el fin de que nada más cruzar la puerta de urgencia se atienda rápida y correctamente al infartado, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) impulsó el llamado "Código infarto".

En la Unidad de Cardiología del Hospital Quironsalud, una de las primeras en ofrecer el código infarto en sus urgencias, este servicio se activa cada vez que un paciente es diagnosticado de infarto a su llegada. Este protocolo consiste en la realización de un cateterismo cardiaco de manera inminente en la Unidad de Hemodinámica. "El cateterismo - explica la doctora Rumiz - es la unidad técnica que nos permite visualizar de manera directa las arterias del corazón mediante la inyección de contraste y bajo control con Rayos X. De esta manera diagnosticamos la arteria obstruida e inmediatamente se procede a su apertura y posterior colocación de un muelle denominado stent, consiguiendo restaurar el paso de la sangre de forma inmediata y con unos excelentes resultados a lo largo plazo para el paciente".Tratamiento de enfermedades cardiovasculares en Valencia

El Área de Corazón de Quironsalud es multidisciplinar, formada por un equipo de profesionales expertos en las diferentes especialidades cardiovasculares, que cuentan con la tecnología más avanzada y las técnicas más novedosas.

No es casualidad que la Unidad de Hemodinámica del Hospital Quironsalud sea en la actualidad uno de los referentes en la ciudad de Valencia en la atención del código infarto.

Este servicio cuenta con la atención de cardiólogos especializados en Hemodinámica y Cardiología Intervencionista con amplia experiencia en cardiopatía isquémica en el que realizan más de trescientos cateterismos anuales.

Además del código infarto, gracias al cual se pueden salvar vidas, Quironsalud también dispone de la técnica TAVI para tratar la estenosis de la válvula aórtica, o «estenosis aórtica». Se trata de una patología cardíaca en la que la válvula aórtica de una persona no se cierra y abre correctamente, provocando dolor de pecho, fatiga, mareos y a veces pérdida del conocimiento. Para tratarla los hospitales de Quironsalud Torrevieja y Valencia aplican la técnica TAVI en pacientes que no admiten cirugía. Según el doctor Rafael Florenciano, especialista de la Unidad de Cardiología Integral de Hospital QuironSalud Torrevieja, "la implantación de la válvula aórtica por catéter, o TAVI, es una solución que no necesita cirugía. Consiste en el cambio de la válvula aórtica dañada por una nueva sin tener que realizar una cirugía abierta. Para colocar la válvula se usa la punción de la arteria femoral, con un procedimiento muy parecido al usado en los cateterismos para implantar stents coronarios, pero exigente en cuanto a los requerimientos de diámetro y tortuosidad de las arteria femoral e ilíaca, ya que el grosor de estos dispositivos no es despreciable".

"La técnica TAVI ha demostrado que los pacientes no sólo obtienen más calidad de vida sino que padecen menos anginas de pecho, menos insuficiencia cardiaca y que viven más años", explica el doctor Florenciano.

¿Cómo debes cuidar de tu corazón?

Todos sabemos, lo practiquemos o no, que hay que comer bien y hacer ejercicio para tener una vida saludable, pero ¿es esto suficiente para evitar enfermedades cardiovasculares?. Los especialistas recomiendan seguir unas pautas que, si conseguimos convertirlas en hábitos desde la infancia y la adolescencia, nos ayudarán en la prevención de las enfermedades cardiovasculares.

Seguir una dieta sana y equilibrada. Hay estudios que demuestran que la dieta mediterránea reduce hasta un 30% la incidencia de complicaciones cardiovasculares.

Reducir el consumo de sal y de grasas animales y optar por el pescado, las frutas, las verduras y las legumbres.

Practicar ejercicio moderado de forma regular y controlada. Algunas personas realizan una actividad física demasiado intensa y poco adecuada para su perfil de edad y condición física. Por tanto, antes de iniciarla, sería conveniente recibir asesoramiento médico, sobre todo a partir de los 35 años

Mantener el peso ideal es importante para prevenir la hipertensión arterial y la diabetes. Someterse a chequeos periódicos, especialmente a partir de los 50 años, para controlar la aparición de factores de riesgo cardiovascular