La detección precoz del cáncer. Esa es la clave para reducir la probabilidad de que se inicie la metástasis. Por ello, el diagnóstico precoz se convierte en una herramienta fundamental para no llegar a ese punto que tanto temor genera. Así lo advierte el doctor Joaquín Gavilá, médico adjunto de Oncología Médica del IVO: “El diagnóstico precoz es fundamental, ya que nos permite diagnosticar el cáncer cuando es muy pequeño y así tendrá un menor riesgo de recaída y una menor probabilidad de metástasis”.

Precisamente, la metástasis sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad. Ese miedo que provoca puede retrasar su detección y curación. En un alto porcentaje de casos, la metástasis todavía es incurable. Sin embargo, los últimos avances en tratamientos, métodos diagnósticos e investigaciones dan una esperanza para cronificar o incluso curar la enfermedad. Pero ¿cuál es la clave? Las revisiones tempranas y la detección precoz dan la respuesta.

La metástasis se produce cuando existe un tumor primario, en un órgano determinado, y desde allí las células tumorales migran a otro órgano. Lo hacen a través de la sangre o de los vasos linfáticos que llevan a los ganglios. Aunque puede aparecer en cualquier tipo de cáncer, los más frecuentes en desarrollarla son los de hueso, pulmón, hepáticos y cerebrales. Aún así, no se genera la metástasis en todos los casos.

¿Por qué en algunas ocasiones aparece la metástasis y en otras no?

¿Por qué en algunas ocasiones aparece la metástasis y en otras no?Los principales factores que condicionan la aparición de la metástasis son la detección precoz del tumor primario y si las células cancerosas que lo forman tienen una capacidad más o menos invasiva.

Por ello, el diagnóstico precoz es primordial para evitar su desarrollo. Si se descubre el tumor primario a tiempo se podrán aplicar tratamientos menos agresivos que permitirán reducir las probabilidades de metástasis y, así, mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Son tratamientos muy dirigidos para revertir la resistencia de algunas células cancerígenas y mucho menos tóxicos. También está funcionando muy bien la inmunoterapia, fármacos que anulan las falsas señales que emiten esas células cancerígenas y que permiten que nuestro sistema inmunológico actúe sobre ellas, eliminándolas”, asegura el doctor Gavilá.

Según asegura el propio médico adjunto de Oncología Médica del IVO, ya existen datos de cáncer de piel, melanomas, que avalan estos resultados. Así, en el 20 % de los casos en que se han aplicado estas terapias, con diez años de seguimiento a los pacientes, los tumores se encuentran dormidos y sin actividad, no han crecido o incluso han desaparecido. Es más, en otros tipos de cáncer los resultados, con seguimiento de cinco años, los resultados también son positivos. “El objetivo ahora es conocer por qué funciona en esas personas y conseguir aumentar ese porcentaje de éxito”, aclara Gavilá.

Sistema de estatificación TNM

Para detectar la posibilidad que una persona tiene de sufrir una metástasis se creó un sistema de estatificación bajo las siglas TNM. La letra T describe el tamaño del tumor y la diseminación del cáncer hacia el tejido cercano. La N hace referencia a la diseminación del cáncer hasta los ganglios linfáticos próximos. “Tener solo una T y una N suele significar curación, realizando una cirugía o combinando radioterapia y quimioterapia”, explica el especialista del IVO.

Mientras, la M significa metástasis y esos tumores ya son más difíciles de curar. “Habría que distinguir entre una enfermedad metastásica con muy poca carga, con una o dos localizaciones en un mismo órgano que se pueden extirpar y podemos volver a curar al paciente, con una situación en la que hay muchas lesiones en el mismo órgano y no podemos extirparlo o que esas lesiones afecten a muchos órganos”, añade Gavilá.

Ese pronóstico del cáncer advierte de que cuanto menos agresivo sea, existe menos posibilidades de que se desarrolle la metástasis. Esa información se convierte en una herramienta sustancial para saber si un dolor de cadera o de cabeza, por ejemplo, es sinónimo de metástasis o es consecuencia de otra dolencia. Es decir, hay síntomas que pueden dar la señal de que algo ocurre, pero deben interpretarse dentro del contexto adecuado que supone la situación de cada paciente.

Para ello es necesario analizar cuál era el pronóstico de ese cáncer. Si existía o no la posibilidad de que se genere una metástasis, y realizar pruebas de imagen y biopsias para confirmar las sospechas o descartarlas. “Hay que tener sentido común y no tener miedo a preguntar al médico. A lo mejor ese dolor de cadera es una simple bursitis, pero lo mejor es acudir al médico para alejar dudas y temores. Y, sobre todo, tener cuidado con lo que se encuentra en internet. Tenemos mucha información a nuestro alcance, pero no siempre tenemos la capacidad para analizarla e interpretarla y eso puede provocar alarmas innecesarias”, advierte el doctor.

Todavía hay muchas preguntas abiertas en torno a la metástasis. Entre ellas, ¿qué características tienen las células cancerígenas que producen metástasis? ¿Por qué se dirigen a un órgano en concreto y no a otro? ¿Cuándo aparece la metástasis: en el mismo momento que el cáncer o con el paso del tiempo debido a una selección natural? Son todas ellas preguntas sobre las que giran muchas de las investigaciones actuales y que poco a poco tendrán respuestas que permitirán avanzar en su tratamiento y curación.