"El fenómeno de la cerveza artesanal y su crecimiento sostenido no nace de una pasión por hacer dinero, sino de una pasión por hacer cerveza". Así definió el periodista argentino Harry Salvarrey, sommelier y especialista en cerveza, la actual tendencia de los consumidores por las cervezas artesanales.

Durante las últimas décadas, el sector cervecero ha experimentado un cambio de rumbo radical, desde las clásicas marcas industriales a las pequeñas producciones artesanales, en pro de consumir un producto más puro y de mayor calidad. Esta mayor demanda de cervezas artesanales ha derivado en un gran crecimiento de este tipo de empresas a lo largo de todo el mundo, además de un derivado incremento de su distribución. Así pues, el informe Beer Statics 2018 refleja que las cervecerías artesanas se han multiplicado por diez en los últimos nueve años.

La cultura cervecera está cada vez más extendida, aunque todavía muchos desconocen todas sus propiedades, y los consumidores buscan productos de la más alta calidad. Además, la creciente popularidad por consumir productos naturales y ecológicos -concienciados con el cambio climático y la necesidad de proteger al planeta-, ha ayudado también a que los aficionados a la cerveza apuesten por aquellas de proximidad que utilizan productos 100 % naturales.

Este tipo de empresas independientes tienen su mayor preocupación en el sabor y en la técnica de fermentado, lo que choca frontalmente con la mentalidad capitalista de las grandes empresas industriales.

El origen de este tipo de cervezas se remonta al año 10.000 a. C., según los investigadores. Aunque no está claro el origen exacto de esta, ya que hay quienes lo sitúan en el antiguo imperio egipcio y otros en las civilizaciones precolombinas de América, sí que parece más clara su fuerte ascendencia en la Edad Media y, sobre todo, en las abadías belgas. Aquí, los monjes fueron los primeros en empezar a elaborar este tipo de cervezas artesanales.

Diferencias entre cervezas artesanales y comerciales

El éxito reciente de las cervezas artesanales sobre las comerciales se debe a una gran cantidad de variantes, gastronómicos, saludables, sociales o de cualquier otro tipo. Sin embargo, se pueden apreciar siete grandes aspectos que marcan la diferencia entre unas y otras:

  • Las cervezas naturales artesanas utilizan ingredientes naturales, sin aditivos artificiales ni conservantes. Por su parte, las industriales son pasteurizadas y utilizan conservantes y aditivos como el arroz, el maíz o el mijo, que se utilizan para abaratar los costes de la malta de cebada.
  • Las pequeñas empresas cerveceras se basan en una receta propia y única, que cambia y se personaliza en función del momento o del cliente a la que va dirigida; por su parte, las grandes empresas utilizan siempre una misma receta básica, estándar y estudiada para lograr la máxima viabilidad económica.
  • Las cervezas artesanas siguen un proceso manual o de mínima ayuda maquinaria, mientras que las comerciales tienen un proceso automático y con una mínima participación humana.
  • La producción artesanal utiliza un filtrado natural, sin máquinas, mientras que el industrial usa un filtrado químico que elimina residuos, pero que también destruye levaduras y proteínas.
  • Las cervezas artesanas son más complejas y atractivas en el gusto que las industriales, además de que tienen más cuerpo, sabor y aroma que las segundas.
  • Las empresas artesanas pretenden acercarse a los consumidores, por lo que utilizan un producto local y de proximidad, frente a la producción globalizada de las grandes empresas.
  • El objetivo de los pequeños empresarios es lograr el mejor sabor y aroma posible, para acercar un producto de máxima calidad al cliente; las grandes empresas tienen la voluntad de reducir los costes de producción, aumentar ventas y posicionar la marca.

Cómo se elabora la cerveza

El proceso de elaboración de las cervezas artesanales se basa en seis grandes pasos. A pesar que, a priori, es similar al que se podría utilizar en las cervezas comerciales, este cuenta con unas características singulares que, sumadas a la materia prima natural, marcan la excelencia del producto. Así pues, para hacer cerveza artesana se deben seguir los siguientes pasos:

  • Maceración. En el primer paso, se mezclan el agua y la malta molida (en una proporción de 3 a 1) a una temperatura de 65º C.
  • Cocción del mosto. En segundo lugar, se adiciona el lúpulo y se lleva a hervor suave durante 1 hora, en una olla semitapada.
  • Enfriado. Posteriormente, se enfría lo más rápido posible o, simplemente, se espera a que la temperatura descienda naturalmente.
  • Fermentación. Una vez la temperatura haya bajado, se añaden las levaduras -entre 15 y 18º C- en un proceso que se alarga durante una semana.
  • Maduración. Se trasvasa el líquido para evitar que se creen sedimentos -se deja 2 semanas- y se terminan de redondear los sabores del producto -entre 5 y 10º C-.
  • Envasado. Por último, se vuelve a trasvasar el líquido y se le añaden seis o siete gramos de azúcar de maíz por cada litro de cerveza. Finalmente, se envasa en botellas sanitizadas y se cierran con una tapa. Una vez tapado, se debe dejar un mes antes de consumirlo.

Tipos de cervezas artesanales

Aunque existen diferentes tipos de diferenciaciones en el sector cervecero, la más extendida y aceptada por todos es la que diferencia entre las cervezas lagers (o de baja fermentación) y las cervezas ale (o de alta fermentación).

Las cervezas lagers son más refrescantes, tienen un sabor más suave y logran el añejamiento en refrigeración (son más comunes en las cervezas industriales).

Entre este tipo de cervezas, existe otra subdivisión que incluye a la Pilsen, American Lager, Amber, Doppelbock, Bock, Dunkel, Märzen o Rauchbier.

Por otro lado, las cervezas ale son más complejas, tienen un rango de sabores entre frutales o condimentados y tienen un contenido alcohólico mayor. Además, no requieren refrigeración (son más habituales en las cervezas artesanales). Estas segundas se subdividen en la Pale Ale, Strong Golden Ale, IPA, Stout, Porter, Weizenbier, Weizenbock, Kölsch y Brown.

Las mejores cervezas artesanas de València

La Comunitat Valenciana es una de las regiones con mayor cultura gastronómica de toda EspañaComunitat Valenciana. Además, también tiene un gran peso la industria cervecera, hasta el punto en que la calidad de sus productos tiene un gran reconocimiento a nivel nacional.

Prueba de ello es que la Comunitat Valenciana concentra el 9 % de las cervezas artesanales en toda España. Esto la sitúa en la cuarta autonomía a nivel nacional, por detrás de Cataluña, Andalucía y Castilla y León.

En la provincia de València, el escenario es casi idéntico. La proliferación de cervecerías artesanas, que apuestan por el producto local y dirigido a un público de proximidad, se ha debido principalmente al buen arraigo entre la población, que agradece la alta calidad del producto y lo recompensa con el reconocimiento de su calidad a nivel regional.

Así pues, es bastante fácil encontrar cerveza artesanal en València y, si seguimos los patrones de calidad y reconocimiento, podemos distinguir tres por encima del resto.

Una cerveza con olor a pólvora

La apuesta por la exquisitez, a partir de unos productos naturales y 100 % ecológicos, ha sido la clave del éxito de Cervezas Mascletà. Lo que empezó como un regalo a un amigo ya lleva más de 100.000 unidades vendidas en toda España y empieza a preparar su tercer producto, siempre persiguiendo la excelencia en su sabor.

Cervezas Mascletà pretenden llegar a la perfección a través del producto local y de kilómetro cero, demostrando así su estrecho vínculo con lo valenciano. Su aroma de mandarina y su embalaje único -que recuerda a un petardo valenciano-, evidencian la cercanía de esta cerveza con las tradiciones valencianas.

Impulsada desde enero de 2019 por el proyecto Lanzadera de Juan Roig, estamos ante una de las cervezas valencianas con mayor proyección y crecimiento.

Más información pulsando aquí.

El Templo de la Cerveza

La calle Juez Ángel Querol de Torrent alberga uno de los locales más emblemáticos de Valencia en el sector cervecero. Río Mundo es todo un referente a nivel regional y nacional entre los amantes de la cerveza, que encuentran en este pequeño establecimiento su Santo Grial.

Más de un millar de diferentes cervezas artesanales de importación y un equipo de profesionales altamente cualificados que le ofrecerán una experiencia única, desde el momento de de servirla y degustarla.

Río Mundo es la única cervecería que realiza un auténtico maridaje al completo: en el momento en el que le sirvan la cerveza, le explicarán sus características, su procedencia y su historia. Las excelentes cervezas de su carta se maridan con una gran oferta culinaria, entre las que destacan los montaditos, las tablas de salchichas gigantes, las costillas o el codillo.

En su 40 aniversario, la cervecería Río Mundo ha realizado una remodelación de sus instalaciones, adecuando cada uno de sus rincones, sin perder ni un ápice de su esencia tan característica.

Más información pulsando aquí.

La cerveza que València merece

La cerveza Tyris nació como una iniciativa de dos amigos valencianos con un objetivo claro: crear la cerveza artesana que su ciudad merece. Una capaz de volver a los orígenes del cap i casal en cada trago a partir de tres ingredientes fundamentales: malta, lúpulo y levadura.

Así, la firma ha creado hasta siete variedades de cervezas "sin tonterías". Desde las bebidas más amargas como Amor Amargo hasta aquellas más dulces, como Tyris Original, todas pueden degustarse acompañadas de un exquisito aperitivo en Tyris on Tap, el local que la empresa tiene en València y que sirve como punto de encuentro para todos los amantes de la cerveza artesana.

Y es que, la cerveza Tyris está hecha desde la pasión, respetando cada etapa del proceso de su elaboración para conseguir los mejores sabores y cuerpo de esta bebida milenaria. Una clara apuesta por la autenticidad y lo genuino que se combina con las recetas tradicionales y sirven para crear, más que una cerveza, una cultura de la cerveza.

Más información pulsando aquí.