La accesibilidad a las frutas y hortalizas de importación que no son de temporada es cada vez más fácil. Este tipo de productos se encuentra a diario en los mercados, grandes almacenes y en muchas fruterías de barrio, lo que provoca que su consumo esté, cada vez, más generalizado.

Sin embargo, los expertos recomiendan consumir frutas de temporada de cultivo local, ya que aportan grandes beneficios a nuestra salud y a la del ecosistema. Al recolectarse en su punto óptimo de maduración, las frutas están más sabrosas y, además, aportan todos sus valores nutricionales. Su consumo también contribuye reducir la huella de carbono, al evitar largos trayectos de transporte e impedir la implantación de monocultivos intensivos. Además, ayuda a mantener la economía local, favoreciendo la sostenibilidad de la actividad agrícola y el arraigo al territorio.

La llegada del invierno trae consigo la bajada de las temperaturas, y con ello el mal tiempo y los temidos constipados. Para combatirlos, los cítricos son uno de los alimentos estrella de esta época del año, ya que tienen muchos beneficios para la salud: ayudan a subir las defensas, protegen el sistema digestivo y combaten el estreñimiento o previenen enfermedades relacionadas con problemas cardiovasculares.

En este punto, cabe destacar que España es el principal exportador de cítricos del mundo, según la FAO. Esto se debe, en gran parte, a la aportación de la Comunitat Valenciana, que es el mayor productor de cítricos de toda Europa y exporta a nivel mundial. Los elevados estándares de calidad y la denominación de origen de sus cítricos lo demuestran.

En la Comunitat, miles de familias viven directamente del cultivo y la comercialización de los cítricos desde hace siglos. El origen del cultivo de los cítricos en la Comunitat Valenciana se remonta al Califato de Córdoba, antes de las Taifas valencianas. Sin embargo, la actual naranja dulce que conocemos proviene de Asia (China, India, Pakistán o Vietnam).

La cooperativa Anecoop, integrada por 71 cooperativas y empresas productoras españolas, es uno de los mayores grupos hortofrutícolas de Europa y uno de los principales operadores de cítricos del mundo. Sus ventas anuales en volumen para este grupo de productos superan las 300.000 toneladas, y esta campaña esperan alcanzar las 320.000. Distintas variedades de naranjas, mandarinas, limones y pomelos, además de otros cítricos de menor volumen como limas y kumquats, tanto de cultivo tradicional como ecológico, constituyen una de las gamas de cítricos de producción española más completas que existe en la actualidad.

La importancia de consumir cítricos en invierno

Los cítricos son el “producto estrella” en la época invernal que se avecina, debido a sus características, que aportan numerosos beneficios para la salud:

- Activan el sistema inmunológico y refuerzan las defensas naturales, con lo que ayudan a prevenir enfermedades durante el invierno.

- Ricos en vitaminas y aceites esenciales, mejoran el estado de la piel, mejorando su aspecto y salud.

- Contribuyen a que se forme colágeno en los huesos, músculos, cartílagos y vasos sanguíneos.

- Su acidez ayuda a la absorción del hierro.

- Previenen las enfermedades relacionadas con problemas cardiovasculares y controlan los niveles de colesterol, azúcar y ácido úrico.

- Ayudan a eliminar metales pesados como el plomo, el mercurio, el cadmio y el cromo que se encuentren en la sangre.

- Sus propiedades diuréticas y laxantes ayudan en el control y pérdida de peso.

Clementina Clemensoon, la pionera del otoño

Las mandarinas son un cítrico de consumo muy extendido, dada su facilidad de pelado y su tamaño, lo que las convierte en una fruta muy popular especialmente entre los niños.

Dentro de las mandarinas, destacan tres grandes grupos: el de las satsumas, que incluye variedades como la Iwasaki, Clausellina, Okitsu u Owari; el de los híbridos, con mandarinas como la Clemenvilla, Nadorcott, Murcott y Ortanique y el de las clementinas, que son las más apreciadas por el mercado debido a su sabor muy dulce, a su cantidad de zumo y a la ausencia de semillas y entre las que Anecoop comercializa las variedades Clemensoon, Clemenrubí, Oronules, Arrufatina, Pons, Clemenules y Hernandina.

En este último grupo, la clementina Clemensoon es la primera en llegar a los mercados. Es una variedad que mantiene todas las virtudes de las clementinas -fácil de pelar, ausencia de semillas- con la ventaja adicional de su precocidad. Cultivada desde hace 10 años por los agricultores socios de Anecoop, se comercializa bajo la marca Bouquet, que representa los valores de Responsabilidad Social Corporativa de Anecoop: fomentar la alimentación saludable, garantizar la seguridad alimentaria, velar por el cuidado del medio ambiente e impulsar proyectos de economía social para sus agricultores asociados.

Se trata de la variedad de clementina más temprana del mercado, ya que su punto óptimo de maduración llega en septiembre y se alarga hasta mediados de octubre. Debido a sus cualidades y temporalidad, además de los criterios de producción y calidad aplicados en campo y almacén, se considera una variedad Premium.

Las grandes variedades de naranjas en la Comunitat Valenciana

Si hay un “cítrico estrella” en la zona del mediterráneo español son las naranjas, cuya popularidad trasciende el ámbito nacional. Sin embargo, poca gente conoce y distingue entre todas las variedades de naranjas que existen y que varían en función de su tamaño, el color de la pulpa, la época de maduración, la forma o bien de si tienen o no semillas.

Así pues, podemos distinguir hasta tres grupos de naranjas: navel, blancas y rojas. Además, cada una de ellas se divide, a su vez, en otras subcategorías.

Las naranjas navel deben el origen de su nombre al vocablo inglés “navel”, que significa “ombligo”. Esto se debe a que la principal característica de las naranjas de este grupo es que su flor da lugar a un segundo fruto con un parecido al ombligo, que aparece en la parte inferior del mismo.

Este grupo incluye, a su vez, un amplio abanico de variedades:

- Navelinas. Esta naranja, de maduración precoz, es una de las primeras que podemos encontrar en la temporada, puesto que aparecen en octubre. Su pulpa es jugosa y contiene una gran cantidad de zumo muy dulce. No contiene semillas y tiene muy buen sabor.

- Navelate. Nacida en Vinaròs a mediados del siglo pasado, se cultiva menos que la “Navelina” puesto que es más delicada en su cuidado. Se recolecta en la segunda parte de la temporada (enero-marzo) y se caracteriza por un fruto redondeado, con piel lisa y suave de color naranja pálido, de tamaño medio, alargada y con un “colapso de la corteza o patita de rata”, que es el rasgo característico de esta variedad.

- Navel Powell. Esta variedad de naranja es de origen subtropical (Australia), por lo que aguanta mucho el calor y le permite una maduración más tardía, que alcanza su punto óptimo en mayo. En cambio, no lleva nada bien las heladas. El fruto da mucho jugo dulce, con una pulpa de color naranja intenso, buena textura y grosor de piel.

- Navel Lane late. Similar a la “navel powell”, es una variedad subtropical que tolera muy bien el calor pero no las heladas. Es de color anaranjado, presentando una corteza rugosa, piel fina, sin semillas y con un ombligo también pequeño. Son naranjas de mesa, jugosas y dulces, que presentan muy poca acidez.

- Navel Foyos. Esta variedad de naranja recibe su nombre de la localidad de L’Horta Nord. La fruta de esta variedad es de tamaño mediano y/o grande, de forma redonda u oval, con corteza rugosa y de color naranja intenso, sin semillas. Ofrece mucho zumo pero también se consume en mesa.

Las naranjas blancas (o valencias), por su parte, carecen de ese ombligo y tienen una acidez inferior a la de los otros grupos, es decir, son más dulces. Dentro de este grupo también podemos encontrar diversas variantes:

- Salustiana. Se trata de un fruto cuyo árbol se muestra sensible al frío y a los cambios de temperatura y su recolección se realiza en el primer cuatrimestre del año (de enero a abril). La naranja suele ser redondeada o achatada, con una corteza fina, sin semilla, que ofrece zumo dulce y de poca acidez.

- Barberina. Esta variedad es autóctona de Valencia y surgió a principio de los años 80 por mutación espontanea, dándole su nombre a su descubridor, Vicente Barber. Como las naranjas de esta categoría, no presenta ombligo y tampoco necesita muchos cuidados.

- Valencia late. De origen portugués, es una naranja tardía cuya producción se desarrolla desde el mes de abril hasta finales de junio o más, en función del rigor del verano. El fruto de esta variedad presenta una corteza muy anaranjada y rugosa, siendo las piezas de gran tamaño, redondeadas, con pocas semilla y con una pulpa que ofrece gran cantidad de jugo de excelente calidad.

Por último, las naranjas rojas (o sanguinas) son originarias de China y se distinguen por el característico color rojizo de su pulpa. A su vez, este grupo también tiene diferentes variedades:

- Sanguinelli. Esta variedad de naranja presenta unas características similares al grupo anterior, con la diferencia clara del color de su pulpa e incluso su corteza. Esto es así porque el crecimiento de este tipo de naranja se desarrolla, habitualmente, a bajas temperaturas nocturnas, adquiriendo la tonalidad rojiza en otoño o invierno. Su recolección es normalmente en la primera parte del año desde enero hasta mayo casi junio.

- Tarocco. La Tarocco es una de las naranjas más populares del mundo por su dulzor y jugosidad, tiene el mayor contenido en vitamina C de todas las variedades de naranja cultivadas en el mundo y es la naranja de mesa más popular de Italia.

Otros cítricos valencianos

Por último, Anecoop también dispone, dentro de su amplia gama de productos, de distintas variedades de limones y pomelos y sus socios cultivan además otros cítricos de menor volumen como las limas o el kumquat. Una novedad la constituye el conocido como “caviar cítrico”, muy apreciado en gastronomía y coctelería.

Más de 40 años llevando los cítricos españoles por el mundo

En el ámbito nacional, Anecoop tiene oficinas comerciales en Valencia, Murcia, Almería, Sevilla y el Valle del Ebro. Aunque su producción de cítricos se concentra principalmente en la Comunitat Valenciana, dispone también de socios citrícolas en Murcia y Andalucía. Además, se trata de una cooperativa con experiencia en mercados extranjeros, llevando sus cítricos a distintos países de Europa, Asia, Sudamérica o África. “Europa se mantiene como principal destino comercial, aunque destinos más lejanos como Sudamérica, Lejano y Medio Oriente están ganando peso”, ha asegurado recientemente el responsable de la Unidad de Ventas Norte del Departamento Comercial del Grupo Anecoop, Nacho Juárez, quien resalta que “los porcentajes de exportación a ultramar se acercan al 10 %”.

La estrategia de Anecoop pasa por diferenciar su producción aportando valor añadido con una oferta cada vez más sostenible, con líneas de trabajo crecientes como el cítrico BIO y de residuo 0.

En Anecoop trabajan constantemente para ofrecer las últimas novedades en producción a través de su departamento de I+D+iT, que deriva en la obtención y la gestión de variedades exclusivas, como la clementina Clemensoon.

Cuenta, además, con un riguroso departamento de gestión de calidad, que vela por el cumplimiento de las más exigentes certificaciones en campo y almacén, contribuyendo así a garantizar la seguridad alimentaria de sus productos y minimizando el impacto medioambiental derivado de la producción intensiva.

Por último, Anecoop es una empresa con profundas raíces sociales, dado su carácter cooperativo. Garantizar el futuro de sus 27.000 agricultores socios es uno de sus objetivos prioritarios, contribuyendo con su trabajo a la fijación de la población al territorio.