Los bombones de chocolate siguen siendo irresistibles para cualquier paladar. Sin embargo, ¿te has parado a pensar cómo se crearon y cómo han ido evolucionando en estos últimos años? Respondemos a esta pregunta en los siguientes apartados.

El origen de los bombones

Fue en el primer cuarto del siglo XVIII cuando el pastelero oficial de Luis XIV creó los primeros bombones artesanos de la historia. Unas sencillas trufas bañadas en chocolate artesano se le sirvieron al antedicho monarca que, tras probarlas, exclamó: «bon, bon».

La anécdota se hizo famosa y otros reposteros no tardaron en comenzar a preparar sus propias versiones para sorprender a su clientela habitual. Pronto comenzaron a proliferar en distintos países de Europa los bombones más diversos, pero siempre con el chocolate como ingrediente principal.

A finales del siglo XIX y a principios del XX fue la marca británica Cadbury la que apostó por el formato de la caja para venderlos. Hershey's, la empresa estadounidense, comenzó a cambiar el aspecto de esta ancestral receta sacando al mercado opciones como sus famosos kisses (unos bombones de chocolate negro de pequeño tamaño).

Su evolución

El paso del tiempo confirmó que estos productos eran un éxito y hoy en día es fácil encontrar este producto tanto en el catálogo de empresas diversas, como en las pastelerías.

Esta última versión es siempre más saludable y, sobre todo, más natural, ya que el repostero que los prepara siempre tiene la posibilidad de escoger el mejor ingrediente posible para crear un producto distinto y al gusto de su clientela.

Igualmente, el chocolate es un ingrediente sensible a su tratamiento, por lo que su preparación minuciosa permite, fácilmente, lograr el bombón perfecto en cuanto a textura y a sabor.

En la actualidad, es posible encontrar bombones de todo tipo de sabores, lo que contribuye a que solo el 25 % de su composición sea chocolate. Los rellenos de frutas, licor, frutos secos e incluso verduras o aceite de oliva son tan populares como demandados por los aficionados a probar esta dulce alternativa.

¿Por qué los bombones artesanos son más recomendables?

Principalmente, porque el profesional que los prepara no necesita recurrir a conservantes que le aseguren que sus bombones van a durar meses en perfecto estado. Igualmente, el uso de ingredientes como el aceite de palma es habitual en la industria, pero aporta hasta un 60 % de grasas saturadas que otras alternativas.

Los chocolateros artesanos preparamos los bombones con ingredientes naturales, en menores cantidades y siempre prefiriendo la calidad a la cantidad. Igualmente, la elaboración es más minuciosa y conlleva que cada bombón tenga el sabor perfecto para apreciar todos los matices gustativos en cada bocado.

Además, los chocolateros artesanos tienen mayor libertad para preparar bombones sin azúcar, sin lactosa, con chocolate puro, con frutos secos, con especias, con kikos o con, prácticamente, cualquier ingrediente.

En todos estos casos, la suavidad, la textura, la intensidad del sabor y la variedad son la base sobre la que cada artesano vamos construyendo nuestra oferta. El gusto personal de cada chocolatero y las tendencias del sector irán marcando el rumbo de creaciones futuras. Por suerte, la creatividad no deja de crear nuevas opciones que incluso se amoldan a la perfección a las distintas épocas del año para que no tengas excusas para no probarlas.

Así, los bombones de chocolate artesanos de Trufas Martínez son, sin duda, una opción a tener en cuenta para endulzarte la vida y para que nunca dejes de poner a prueba tu paladar con el mejor sabor.

Pruébalos para comprobar sus innumerables diferencias con los industriales.

Seguro que, tras el primer bocado, te conviertes en un enamorado de su indudable calidad.