La crisis sanitaria del coronavirus ha tenido un gran impacto en nuestro país, como en el resto del mundo, con cientos de miles de personas afectadas de forma directa por el virus, pero sus consecuencias también han afectado de forma indirecta a otras tantas, porque durante los primeros meses de la pandemia los recursos sanitarios se organizaron de forma que operaciones no urgentes e incluso las pruebas diagnósticas, quedaron en suspenso para concentrar todos los recursos humanos y materiales en la lucha contra la covid-19.

En ese sentido, el doctor Pedro Bretcha, jefe de Cirugía Oncológica de Quirónsalud Torrevieja y Alicante, explica que "desde el inicio del estado de alarma, la tendencia ha sido operar al menos número de casos posibles durante la pandemia. Esto significa que toda la patología no emergente ha sido demorada. Por patología no emergente se entiende aquella que no comprometa la vida de manera inminente y/o sobre la que existe otra alternativa probada a la cirugía". Además, "ha habido una reducción significativa del número de pacientes que han acudido a urgencias con patología quirúrgica por temor al contagio (apendicitis, colecistitis, diverticulitis€).

La consecuencia es que los servicios quirúrgicos tenemos la impresión de haber atendido situaciones más complejas precisamente por la presentación de cuadros clínicos más evolucionados o complicados en los pacientes que finalmente han acudido", añade.

El retraso de tres meses, tanto en pruebas diagnósticas como en el tratamiento, ha tenido un mayor impacto en los pacientes con patologías digestivas. "Mención especial, por su gravedad, al cáncer de colon. Al estar la población confinada, no acude al médico, y como los servicios sanitarias se han centrado en el coronavirus, no se han podido realizar pruebas diagnósticas como las colonoscopias, etc., y por tanto, no se están diagnosticando precozmente ni, por ende, operándose. Esto conlleva que los pacientes se traten con estadios tumorales más avanzados, empeorando su pronóstico", según indica el doctor Blas Flor-Lorente, jefe de Cirugía Oncológica del Hospital Quirónsalud Valencia.

Causas y síntomas del cáncer de colon

Como la mayoría de los tumores malignos, no hay una causa única que explique la aparición del cáncer de colon. Son muchos factores los que intervienen, pero sí existe un denominador común a todos los tipos de cáncer: un fallo en la reproducción celular que da lugar a un crecimiento y reproducción descontrolada de las células. De esta forma, las células cancerosas adquieren la capacidad de multiplicarse y diseminarse por todo el organismo sin control, por lo que es de vital importancia un diagnóstico y un tratamiento precoz.

El doctor Blas Flor señala que "los síntomas son los de siempre, pero hay tanto miedo a la infección por coronavirus, que la gente prefiere aguantar con dichos síntomas sin salir de casa. Es importante que las personas que sangren (rectorragias) o tengan alteraciones en la forma de ir al baño (diarrea o estreñimiento) o dolor o hinchazón abdominal, así como cualquier síntoma abdominal o pélvico que no tenían antes, acudan a su médico de cabecera o especialista de digestivo o coloproctólogo para que sean diagnosticados lo antes posible".

Efectos del coronavirus en enfermos de cáncer de colon

Al tratarse de una pandemia reciente no hay datos suficientes para valorar cómo el coronavirus puede estar afectando a los pacientes con cáncer de colon, pero "sólo con sentido común es lógico pensar que una inmunodeficiencia provocada por la covid-19 podría favorecer el crecimiento tumoral, al igual que cualquier otra infección intercurrente", tal y como explica el jefe de cirugía oncológica del Hospital Quirónsalud Valencia.

Bretcha afirma que, más allá de las consecuencias que la infección de coronavirus pueda tener a largo plazo, "la covid-19 nos dejará efectos colaterales indirectos y será la mortalidad asociada al retraso en el diagnóstico de cáncer. Algunas predicciones indican que las muertes debido al retraso en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes oncológicos llevan a más pérdidas de años de vida que el virus mismo. Por ejemplo, en el Reino Unido se estima que alrededor de 2.500 personas por semana no están siendo diagnosticadas por falta de derivación de los especialistas y otros 400 no están siendo diagnosticados a través de cribado poblacional".

"Un ejemplo es el cáncer colorrectal, que es el segundo en causa de mortalidad de Europa y el primero en cáncer digestivo. Los programas de cribado son claves como método de mejora de los datos de supervivencia, pero éstos están siendo pausados debido a la pandemia. Muchos procedimientos endoscópicos también son demorados. Por tanto, la mortalidad derivada de la demora puede ser superior a la causada por la covid-19. Esto es especialmente importante en el área del aparato-digestivo, ya que una de cada tres muertes relacionada con cáncer son causadas por patologías digestivas" insiste.

Mientras se restablece la situación en los servicios sanitarios y continúan las limitaciones de recursos vitales para pacientes con coronavirus, se está dando preferencia en los hospitales a aquellos casos de cáncer que son sintomáticos, que presentan complicaciones asociadas o que no responden a tratamientos complementarios como quimio o radioterapia y además no tengan una terapia puente clara, como puede ser una derivación endoscópica o radiológica. El jefe de Cirugía Oncológica del Hospital Quirónsalud Torrevieja y Alicante señala que "según la fase de la pandemia y, por tanto, la disponibilidad de camas en la UCI, hospitalización y recursos humanos se han estado interviniendo pacientes con patologías oncológicas menos demorables. Hay que decir que esto ha variado según las distintas regiones del país, ya que ha habido zonas, como pudiera ser la de Levante, donde algunos centros hemos mantenido la actividad para estos casos".

Claves para una intervención quirúrgica segura

Desde los centros Quirónsalud quieren transmitir tranquilidad a los pacientes que tengan que someterse a alguna intervención quirúrgica próximamente. "Los servicios quirúrgicos nos hemos adaptado a la nueva realidad y adoptado nuevas medidas de seguridad, tanto para el paciente como para el personal asistencial del área quirúrgica" explica Bretcha.

Todos los pacientes que van a ser sometidos a cualquier tipo de invención pasan por un riguroso cribado epidemiológico y clínico, así como un test de PCR las horas previas a la intervención para descartar una infección activa. En los casos en los que haya dudas se realiza un estudio complementario mediante TAC de tórax y pruebas analíticas. En las cirugías programadas en las que el paciente da positivo, se suspende la intervención para ser realizada una vez el paciente haya superado la infección y se encuentre en condiciones". Bretcha explica que cuando la cirugía es de urgencias, "se realiza test serológico testando los anticuerpos generados frente al virus y TAC de tórax previo a la cirugía. De ser positivo, si existe una alternativa eficaz a la cirugía se optaría por ella con el fin de evitar complicaciones en el postoperatorio, y si no es posible se tomarán las medidas para llevar el procedimiento de forma segura".

Para el doctor Blas Flor-Lorente, ahora que la curva de incidencia del coronavirus está descendiendo es el momento de que todas aquellas personas con síntomas consulten a su médico de cabecera, especialista digestivo o coloproctólogo, porque "ningún síntoma es normal y es al médico al que le corresponde decir si es grave o no. El miedo a infectarse a de ser racional y proporcional a lo que es, porque el resto de enfermedades van a seguir afectándonos y estamos retrasando su diagnóstico y tratamiento".